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Rusia condena a prisión a una ruso-estadounidense por donar dinero a una asociación proucraniana

  • La detenida, Ksenia Karelina, ha sido condenada a 12 años de prisión por cargos de traición
  • La acusada se ha declarado culpable en un juicio a puerta cerrada

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Rusia condena a 12 años de prisión a una ciudadana ruso-estadounidense acusada de traición
La ciudadana ruso-estadounidense, Ksenia Karelina, durante su juicio en un tribunal de Ekaterimburgo DMITRY CHASOVITIN

Un tribunal de Rusia ha condenado a la ciudadana ruso-estadounidense Ksenia Karelina a 12 años de prisión tras encontrarla culpable de traición tras enviar fondos a una organización benéfica que apoya a Ucrania. La residente de Los Ángeles, y trabajadora de un spa, se ha declarado culpable durante un juicio a puerta cerrada en la ciudad de Ekaterimburgo.

Su testimonio ha sido atendido por el mismo tribunal y juez que condenaron en julio al periodista de Wall Street Evan Gershkovich por espionaje.

El tribunal dijo que los investigadores descubrieron que el 24 de febrero de 2022, tan solo un día después de la invasión rusa de Ucrania, Karelina había "transferido fondos a una organización ucraniana que posteriormente se utilizaron para la compra de armas tácticas, artículos medicinales, equipos y municiones por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania".

Varios simpatizantes de Karelina han señalado a Reuters que ella apenas había donado 51,80 dólares a Razom, una organización benéfica con sede en Nueva York que brinda ayuda humanitaria a niños y a ancianos en Ucrania. La ONG ha negado proporcionar apoyo militar a Kiev. 

El abogado asegura estar en negociaciones para su liberación

Al contrario que Gershkovich, Karelina no fue incluida en el último gran canje de prisioneros entre Rusia y Occidente llevado a cabo hace dos semanas. En total, 15 personas procedentes de cárceles rusas y bielorrusas fueron liberadas a cambio de ocho presos ubicados en distintos países de occidente.

Por su parte, el abogado de la ciudadana ruso-estadounidense, Mikhail Mushailov, ha señalado que está manteniendo actualmente conversaciones "para iniciar el procedimiento de liberación e intercambio y finalizarlo lo antes posible".

Mushailov ha añadido que, si bien Karelina ha admitido que había donado el dinero, ella "no imaginó que los fondos que había transferido se utilizarían para actividades antirrusas".

Desde la embajada de Estados Unidos en Moscú, un portavoz ha indicado que Washington se toma en serio su compromiso con sus ciudadanos en el extranjero, y ha declinado hacer más comentarios.

Estados Unidos tilda de "cruel" la sentencia

El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha admitido que la sentencia ha sido "cruel" y que Estados Unidos continuaría solicitando el acceso consular a ella para así presionar en su liberación.

"Es nada menos que crueldad vengativa. Estamos hablando de unos 50 dólares para intentar aliviar el sufrimiento de la gente en Ucrania, y llamar a eso traición es absolutamente ridículo", ha indicado Kirby a los periodistas.

Christopher van Heerden, novio de Karelina, ha declarado estar "enojado y triste" por la sentencia de 12 años, y ha pedido al Departamento de Estado de los EE.UU. declararla "detenida injustamente", una  designación que haría que ganar su libertad fuera un asunto de prioridad para el Gobierno estadounidense. 

"Se enfrenta a 12 años de prisión por una donación de 51 dólares que hizo como ciudadana estadounidense en suelo estadounidense", ha señalado van Heerden.

Detenida a su llegada a Rusia

En declaraciones a Reuters, el abogado especializado en casos de traición y espionaje en Rusia Evgeniy Smirnov ha indicado que era poco probable que Karelina recibiera un castigo menor. "Rara vez se ha aplicado una pena inferior a la [sentencia] más baja, ni siquiera si admite su culpabilidad [para reducirla]" ha señalado.

Karelina nació en Rusia y emigró a los Estados Unidos en 2012 a través de un programa de estudio y trabajo, recibiendo la ciudadanía estadounidense en 2021. Fue arrestada por el servicio de seguridad del FSB, el servicio secreto ruso, después de volar a Rusia para visitar a su familia en Ekaterimburgo a principios de este año.

A su llegada a Rusia, y a sabiendas por parte de las autoridades que contaba con un pasaporte estadounidense, fue retenida e interrogada. Tras revisarle el móvil, encontraron la donación de 2022 a la organización benéfica en una cuenta.

Tres días antes de su regreso a Los Ángeles, Karelina fue arrestada por vandalismo y encarcelada durante 15 días antes de ser puesta a disposición judicial.