Ucrania destruye un puente en Kursk y Rusia le acusa de usar armas occidentales
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La aviación de Ucrania ha confirmado la destrucción un puente en la región rusa de Kursk, donde sus tropas llevan a cabo una incursión desde hace casi dos semanas. Rusia, que ya había informado del ataque, ha acusado a Ucrania de usar armas occidentales para su destrucción.
"La aviación de las Fuerzas Aéreas participa activamente en las operaciones de combate en la región de Kursk", ha confirmado su comandante Mikola Oleshchuk en Telegram. "Los pilotos ucranianos utilizan ataques de alta precisión contra bastiones enemigos, reservas de equipos, así como centros logísticos enemigos y rutas de suministro", ha subrayado.
El mensaje está acompañado por un vídeo presumiblemente grabado por un dron, en el que se muestra una única y potente explosión que hace que gran parte de la estructura se derrumbe sobre el río.
Rusia dice que varias personas han muerto por el ataque
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zakharova, ha asegurado que Ucrania ha utilizado cohetes occidentales, "probablemente HIMARS de fabricación estadounidense", para destruir un puente sobre el río Seym en la región de Kursk, "matando a voluntarios" que intentaban evacuar a civiles. Con esta nueva proclama, Rusia ha reforzado su acusación a Occidente de apoyar la ofensiva ucraniana en la zona.
Algunos expertos ucranianos, por su parte, también sugieren que el puente fue destruido por una bomba aérea guiada, ya sea JDAM-ER, de fabricación estadounidense, o AASM Hammer, de fabricación francesa. Al principio del vídeo, antes de que se produjera la explosión, también se aprecian cuatro puntos de impacto anteriores, consistentes con los efectos de ataques con misiles HIMARS, según recoge la agencia EFE.
La incursión en Kursk no frena el avance ruso en Donetsk
Mientras Ucrania continúa con su incursión en territorio ruso. En los últimos días, las fuerzas ucranianas han asegurado controlar ya 1.150 km cuadrados, 82 asentamientos y que avanzan entre uno y tres kilómetros en algunas áreas. Esta es ya la mayor operación militar extranjera en suelo ruso desde la II Guerra Mundial.
El objetivo, según el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, es "destruir la logística del ejército ruso y agotar sus reservas". "Debemos infligir el máximo daño a todas las posiciones rusas, y eso es lo que estamos haciendo", ha indicado en su habitual discurso nocturno.
Además de capturar prisioneros para un futuro intercambio de combatientes, la incursión ucraniana pretende ralentizar el avance ruso en la región de Dombás, algo que parece que no se está consiguiendo. Las fuerzas rusas siguen con su ofensiva y están a solo diez kilómetros del enclave estratégico de Pocrovsk. Este mismo viernes, las tropas rusas aseguraron haber capturado Serguiivka, una nueva aldea en la zona.
Moscú responderá "con firmeza" ante ataques a centrales nucleares
Rusia ha denunciado también este sábado el ataque de dron ucraniano contra la carretera que pasa junto a los reactores de la central nuclear de Zaporiyia, bajo control ruso desde marzo de 2022, lo que -asegura- pone en riesgo a su personal. No obstante, no se han reportado heridos u otros daños.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha alertado que responderá "inmediatamente y con firmeza" ante un eventual ataque ucraniano contra esta central o la de Kurchátov, en Kursk. Además, Defensa ha indicado en un comunicado en Telegram que asume "con la seriedad pertinente" informaciones sobre "los preparativos por parte del régimen de Kiev para atacar la central nuclear de Kursk".
La víspera fuentes castrenses rusas de la región de Zaporiyia denunciaron, citando interrogatorios de prisioneros de guerra ucranianos, que Kiev prepara un ataque con "bombas sucias" contra ambas centrales nucleares e incluso ya tiene preparados estos proyectiles para su uso. Según la dependencia castrense rusa, "el objetivo de esta provocación será acusar a Rusia de 'autoatacar' la estación para justificar ataques contra los objetivos de la energía nuclear de Ucrania".