Un estudio revela que la radiación de los microondas no elimina sus bacterias
- Un grupo de investigadores ha adquirido muestras de 30 modelos de microondas en diferentes espacios
- Una rutina de limpieza puede garantizar que sea un espacio higiénico y seguro
Un equipo de científicos de la Universidad de Valencia ha publicado un estudio acerca de las células que habitan en el microondas. Este electrodoméstico es uno de los más utilizados en las viviendas y en el trabajo se revela que, a pesar de la radiación que emiten al ponerlos en funcionamiento, no se eliminan los microorganismos.
El líder que coordina el grupo de investigación, Manuel Porcar, ha tomado muestras de 30 microondas en viviendas, comedores de empresas, laboratorios y universidades. "Al contrario de lo que se podría pensar, no por pulsar el botón del aparato, desaparecen los microbios", explica. Y añade: "El calor que desprende el electrodoméstico no tiene un efecto destructor". Por el contrario, pueden albergar microorganismos u otros agentes altamente resistentes y pueden resultar perjudiciales para la salud.
Bacterias ultrarresistentes en casa
"No es necesario localizar bacterias ultrarresistentes en desiertos o en zonas muy lejanas, sino en un lugar tan común como es el microondas", detalla Porcar.
El científico, doctor en Biología e ingeniero agrícola, aclara que el tipo de bacterias existentes en el interior de este aparato se pueden hallar en espacios "similares como puede ser en el fregadero", señala en el Canal 24 horas.
Porcar explica que es importante fijarse en el interior de los microondas para realizar investigaciones científicas: "Hemos recopilado un conjunto de bacterias y muchas pertenecen a especies inocuas que se encuentran en desiertos o en lugares con una elevada irradiación". A raíz de este descubrimiento, el líder de la investigación indica que este tipo de bacterias producen sustancias que pueden ser “de interés” en sectores como la biomedicina y cosmética.
Un poco de jabón y lejía
Si deseamos eliminar por completo los agentes existentes en este aparato, el investigador es contundente: no hay que obsesionarse. El científico recuerda que es imposible destruir hasta el último microorganismo, por lo que apela a tomar medidas "de sentido común". En esta línea, para reducir la cantidad de bacterias en el interior de este electrodoméstico, la solución es sencilla: aplicar un poco de jabón con lejía diluida, de forma periódica. Otra de las recomendaciones que realiza el científico pasa por "cambiar la bayeta" si se le ha dado numerosos usos, al igual que con el resto de superficies.
El microondas es un instrumento de uso doméstico que fue inventado en 1945. Del mismo modo, aunque es un aparato imprescindible casi en la totalidad de hogares y oficinas, se ha considerado hasta la actualidad como un lugar libre de agentes patógenos. Sin embargo, si se realiza un mantenimiento, una rutina adecuada de limpieza, puede garantizar que sea un espacio más limpio y seguro.