El rey de Bélgica inicia nuevas consultas para formar gobierno tras el fracaso del nacionalista flamenco De Wever

• La formación del nacionalista flamenco De Wever fue la más votada en las elecciones del pasado junio
• Los liberales francófonos han rechazado la última oferta de coalición

Felipe de Bélgica recibe a De Wever el 18 de agosto EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

El rey Felipe de Bélgica va a iniciar nuevas consultas este viernes después de que el jueves el ganador de las elecciones de junio, el nacionalista flamenco Bart De Wever, tirara la toalla en las negociaciones para una coalición de gobierno, después de que los liberales francófonos (MR) rechazaran su última propuesta para un acuerdo entre cinco partidos políticos, según ha informado la Casa Real en un comunicado.

"El Rey aceptó su dimisión e iniciará consultas este viernes 23 de agosto con los presidentes de los cinco partidos implicados en las negociaciones para la formación de un nuevo Gobierno", ha indicado la Casa Real en la nota emitida esta noche tras una audiencia de aproximadamente una hora y media con De Wever en el Palacio de Bruselas, en la que el nacionalista flamenco ha informado al soberano sobre el fracaso de las negociaciones y ha presentado su renuncia. 

Un comunicado de Nueva Alianza Flamenca (N-VA), el partido que preside De Wever, ha asegurado que el político nacionalista "sigue convencido de la necesidad de un verdadero gobierno de recuperación y reforma para proteger la prosperidad flamenca y evitar sanciones europeas debido al desvío presupuestario federal". El objetivo, ha explicado la formación, era "establecer antes del  20 de septiembre un gobierno de recuperación y reformas que proteja nuestra prosperidad y al mismo tiempo proporcione una respuesta realista a los enormes desafíos presupuestarios que enfrenta el país".

De Wever: "Si los cinco no quieren, no hay mucho más que hacer"

De Wever solicitó el pasado lunes al rey varios días más para tratar de aunar posiciones entre los cinco partidos que participan en las negociaciones, y en las últimas horas les había presentado una propuesta centrada en la política socioeconómica.

Sin embargo, antes de la reunión con el monarca De Wever ha asegurado que "si los cinco no quieren, no hay mucho más que se pueda hacer". La propuesta presentado por De Wever introducía dos excepciones al impuesto sobre las plusvalías que había provocado tensiones entre los liberales francófonos y los socialistas flamencos.

Bajo el nuevo plan, no habría que pagar impuesto de plusvalía por las acciones cotizadas que se mantengan en cartera durante más de diez años. Además, para los empresarios que posean una participación superior al 5% en una empresa, la exención pasaría de 2,5 a 5 millones de euros.  

Además de la N-VA, tenían previsto sumarse a la coalición los cristianodemócratas flamencos del CD&V (11 escaños), los socialistas flamencos de Vooruit (13 escaños), los liberales francófonos del MR (20 escaños) y los humanistas cristianos francófonos de Les Engagés (14 escaños). En total, cinco partidos que aspiraban a integrar la bautizada por los medios belgas como "coalición Arizona", por los colores azul, naranja, rojo y amarillo de la bandera de ese estado de EE.UU.

La N-VA, CD&V, Vooruit y Les Engagés han criticado a los liberales francófonos por su negativa a implementar un impuesto sobre las ganancias de capital. Por su parte, el presidente de MR, Georges-Louis Bouchez, considera que la propuesta que estaba sobre la mesa no era suficientemente equilibrada entre reformas y fiscalidad. 

En las elecciones del pasado 9 de junio los nacionalistas conservadores de la N-VA—que de momento han aparcado sus reivindicaciones secesionistas— fueron los más votados y se hicieron con 24 de los 150 escaños del Parlamento federal. 

El pasado 10 de julio De Wever fue nombrado como "formador" de la coalición de Gobierno, pero el rechazo del MR ha supuesto un duro golpe para su plan de consolidar un Ejecutivo antes del 20 de septiembre, cuando la Comisión Europea espera recibir de Bélgica un plan sobre cómo abordará su creciente déficit presupuestario. 

Bélgica es, además uno de los pocos Estados miembros de la Unión Europea que aún no ha designado a su candidato para el puesto de comisario europeo, para lo que tiene hasta el 30 de agosto.