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El mayor Trapero, de 'icono independentista' a jefe de los Mossos rescatado por Illa

  • Responsable de los Mossos durante el referéndum ilegal del 1-O, se hizo famoso por el "pues molt bé, pues adiós"
  • Trapero fue cesado por el artículo 155, imputado por sedición y absuelto por la Audiencia Nacional

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El jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero.
El jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero. EFE

Fue uno de los anuncios más sonados que Salvador Illa hizo en plena campaña de las elecciones catalanas. Si ganaba y era investido 'president', el major Josep Lluís Trapero sería el director general de los Mossos d'Esquadra, un cargo de designación política. El nombramiento se ha hecho efectivo y Trapero vuelve así al mismo foco mediático que en su día le colocó en primerísima línea, ya que en una de sus etapas como jefe de los Mossos tuvo que hacer frente al referéndum ilegal del 1 de octubre y a la posterior declaración unilateral de independencia de Carles Puigdemont en días en los que las calles de Barcelona ardían. Una etapa que le llevó a su cese, su imputación y su posterior absolución y restitución.

"Menos mal que no quería politizar a los Mossos", dijo ERC ante un anuncio electoral que Junts valoró como "ocurrencia". La CUP habló de "ironía" por querer el PSC "restituir" a quien "quitaron de medio" con la aplicación del artículo 155 en Cataluña y el PP dijo estar "patidifuso" por la intención de Illa de "recuperar lo peor del proceso independentista". El solo anuncio de que Trapero volvería a comandar el cuerpo policial autonómico no pasó precisamente desapercibido en la pasada campaña catalana.

Trapero regresa además como director general en un momento más que complicado para los Mossos después de que el pasado 8 de agosto el expresident Puigdemont se esfumara en pleno centro de Barcelona sin que los agentes fueran capaces de detenerlo, lo que ha supuesto un importante revés para la reputación del cuerpo.

Cesado, imputado y absuelto por el 'procés'

Hay que remontarse al año 2017 para entender la repercusión política y mediática de Josep Lluís Trapero. Tras años en el cuerpo policial, fue nombrado comisario jefe de los Mossos y a los pocos meses de su nombramiento tuvo que hacer frente a uno de los momentos más complicados para Cataluña: los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils.

Ni dos meses después, los Mossos tuvieron que afrontar, y Trapero como jefe del cuerpo, un octubre en Cataluña que pasó a la historia de España con la celebración del referéndum ilegal y la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), que derivaron en la aplicación del artículo 155 en la comunidad.

El Ministerio de Interior, entonces dirigido por el 'popular' José Ignacio Zoido, cesó a Trapero en virtud de ese artículo de la Constitución.

La Audiencia Nacional imputó entonces a Trapero junto a 'Los Jordis' —el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez; y el de Omnium Cultural, Jordi Cuixart— por un presunto delito de sedición por el asedio a la Consellería de Economía mientras las fuerzas de seguridad llevaban un registro y detenciones en su interior. La secretaria del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, Montserrat del Toro, tuvo que salir del edificio por la azotea. 

El juez retiró el pasaporte a Trapero y le prohibió la salida de España. Vio indicios que lo vinculaban con la "estrategia separatista" y se enfrentó a una pena de diez años de cárcel.

La Fiscalía consideró que durante esa protesta hubo "dejación de funciones" por parte de los Mossos, que actuaron con "tibieza" y que la actuación de la Policía autonómica catalana fue "indispensable para la comisión de los delitos" del 'procés' y para dar "una apariencia de institucionalidad y legitimidad" al referéndum del 1-O. Durante el juicio, Trapero se desmarcó de la vía unilateral del Govern de Carles Puigdemont, que calificó como "barbaridad", y dijo que siempre dejó claro que el cuerpo policial que dirigía cumpliría las órdenes judiciales. Afirmó que no tenía "ninguna relación" con Puigdemont, "ni estrecha, ni buena ni mala".

Un año antes, en 2016, la periodista Pilar Rahola tuiteó una foto de Trapero durante una comida con Puigdemont.

Pero Trapero fue absuelto en 2020, ya que la Audiencia Nacional consideró no acreditado que el acusado colaborase en los planes secesionistas de los líderes del 'procés'. Entonces, Trapero fue restituido como jefe de los Mossos con Quim Torra (Junts) como presidente de la Generalitat en ese momento.

Se da la circunstancia de que quien firmó y decidió esa restitución fue el entonces conseller de Interior Miquel Sàmper, excargo de Junts que ahora Salvador Illa recupera como conseller de Empresa y Trabajo. Tras su restitución, Trapero dijo: "En 2017 todos pudimos hacer mejor las cosas, yo el primero".

A finales de 2021, ya con Pere Aragonès (ERC) como president de la Generalitat, Trapero fue destituido por el exconseller de Interior, Joan Ignasi Elena, en el cargo hasta los recientes nombramientos del nuevo Govern de Illa. Elena negó cualquier discrepancia con Trapero y dijo que se pretendía rejuvenecer el cuerpo con un liderazgo más coral, pero cuando los republicanos llegaron al poder de la Generalitat no ocultaron su intención de apartarlo.

"Bueno, pues molt bé, pues adiós"

Fue esta frase la que convirtió a Trapero en viral. El major de los Mossos despachó así a un corresponsal extranjero que le pedía respuestas en castellano en la rueda de prensa de los atentados de Barcelona de 2017. Le dijo que si le hacían las preguntas en castellano, contestaba en castellano; y si se las hacían en catalán, en catalán. El periodista se levantó y se marchó de la sala de prensa y Trapero le espetó: "Pues molt bé, pues adiós".

La frase con la imagen de Trapero se llegó a estampar en camisetas y dio a un jefe autonómico de policía una fama inédita dentro y fuera de la comunidad.

El hecho de que meses después Cataluña volviese al foco absoluto con el referéndum ilegal del 1-O y la DUI solo hizo aumentar la notoriedad de Trapero, al que en sectores del mundo independentista colocaron como uno de los suyos cuando fue procesado por sedición en la causa de la Audiencia Nacional.

Pero Trapero dio una de las sorpresas del 'macrojucio del procés' cuando, en su declaración como testigo ante el Tribunal Supremo, reveló que los Mossos prepararon la detención de Puigdemont por si se lo ordenaban desde dos días antes de la declaración de independencia y que alertó al entonces president de "conflictos graves" de orden público y seguridad ciudadana. Llegó a decir que estaba "incómodo" con la "deriva política" de la Generalitat.

A principios de este 2024 Trapero volvió a los medios para anunciar que llevaría a la Justicia la "persecución injusta" sufrida en la denominada Operación Cataluña que tenía como objetivo "desacreditarle y neutralizarle" después de que se publicara en varios medios unas notas informativas del excomisario José Manuel Villarejo que explican que el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz (PP) intentó supuestamente durante el Gobierno de Mariano Rajoy implicar a Trapero en un caso de tráfico de drogas.

Trapero, una figura más que polémica, vuelve ahora a la primera línea después de que el nuevo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, le haya rescatado. El suyo es un nombramiento que no pasará desapercibido.