Crisis migratoria en Ceuta: "He visto a niños de 12 años tirándose al agua"

• La presión migratoria en Ceuta no cesa aunque desciende la llegada de menores
• Un inmigrante marroquí que ha llegado a nado a la ciudad nos cuenta su historia

La presión migratoria en Ceuta no cesa, aunque descienden las llegadas de menores

Ridoun Badet, marroquí de 33 años, llegó de las playas de Castillejos, en Marruecos, a nado a Ceuta el pasado lunes. Tardó cuarenta minutos en hacer la travesía. "Es la cuarta vez que lo intento. He tenido suerte porque de los trescientos que salimos de Marruecos, solo dos lo hemos conseguido. Sólo lo han logrado los buenos nadadores", dice Badet ante las cámaras de TVE.

Ridoun Badet llegó a nado a Ceuta desde Marruecos este lunes 26 de agosto RTVE

Desde las playas marroquíes aprovechando la intensa niebla, que es muy frecuente e impide la visibilidad, jóvenes marroquíes se echan al mar para alcanzar la costa ceutí que se encuentra a tres kilómetros de distancia. Durante la semana pasada, más de 1.500 lo han intentado.

"He visto a niños de 12 años tirándose al agua. He escuchado sus gritos. Algunos mueren y no puedes hacer nada", cuenta Badet, quien confiesa que "hay mucha gente en Marruecos esperando hacer el viaje a nado. Los que lo han conseguido, suben vídeos a TikTok, y muchos chicos de otras ciudades de Marruecos quieren intentarlo".

Marruecos refuerza la vigilancia

Sin embargo, la presión migratoria va en descenso porque Marruecos ha blindado el acceso a sus playas. También ha reforzado la vigilancia policial, con más agentes que han llegado desde otras partes del país. Así mismo, hay más patrullas marítimas vigilando las costas.

Sin embargo, muchas personas aún siguen luchando por llegar a Ceuta. Ayer llegaron a la ciudad una veintena de menores no acompañados por esta vía. Ceuta insiste en su mensaje de auxilio y las autoridades aseguran que no tienen medios para atenderlos.

Grupo de menores preparados para intentar llegar a nado a Ceuta RTVE

Duermen en la montaña

Ridouan Badet nos cuenta que todos los centros ceutíes están llenos. Además, entre los migrantes hay miedo a la deportación a Marruecos. Muchos duermen en la calle e incluso en la montaña para que nos les detengan. "No saben lo que es una deportación en caliente. Además, si tienes tu vida aquí, ¿por qué te van a devolver?", denuncia.

"La gente no puede quedarse porque está todo 'petado'. Normal porque han entrado muchas personas", añade este joven marroquí.

Difícil travesía en la niebla

Son tres kilómetros de distancia que se hacen eternos, relata Badet. "No ha sido fácil. Había mucha niebla. La policía de Marruecos nos ha apartado de las rocas para que no nos matáramos. La policía española ha cogido a 150 personas aquí, la policía marroquí a otros 200", dice este inmigrante marroquí.

Reconoce que es mejor intentarlo en verano que en invierno. "Aunque hay que saber nadar muy bien, conocer las corrientes y las mareas. La primera vez vi a gente morir. Lo pasé muy mal", añade.

Quiere ganarse la vida

Ridouan Badet asegura que ha venido a ganarse la vida en Ceuta. "Me he arriesgado porque he estudiado aquí y he trabajado en la frontera. He venido a ganarme la vida porque en Marruecos no tengo posibilidades".

Los migrantes aprovechan la oscuridad y la niebla para alcanzar la costa de Ceuta.

"En mi país, los salarios son muy bajos. Además, tengo a mis hermanos en la Península". Aunque, de momento, Badet quiere quedarse en Ceuta y encontrar un trabajo.

Miedo a la deportación

Los inmigrantes recién llegados tienen miedo a ser deportados a Marruecos. "Si nos devuelven, nos fichan y nos meten en un autobús que va a otra ciudad que no es la tuya como castigo. Hay gente que dice que la meten en la cárcel, pero no es verdad", afirma Badet.

"En Marruecos ser migrante no es un delito. Como mucho te quitan el material. Mi llegada fue muy rápida. Corrí para escapar de la policía. Me crié en esta zona y la conozco bien. Esta vez he tenido suerte", concluye.

700 intentos diarios

Desde el 22 de agosto hasta este lunes se han registrado una media de 700 intentos diarios para tratar de llegar al país de forma irregular. El domingo fue uno de los días más intensos, cuando se llegó a alcanzar los 1.500, según la Delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez.

En la madrugada de este lunes, en Ceuta, algo más de un centenar de personas migrantes fueron interceptadas por las autoridades en la frontera sur, en la zona de El Tarajal.

La media de devoluciones diarias, tal y como ha anunciado la Delegada del Gobierno, llega a superar las 150 personas diarias.