'No sueltes mi mano', un cómic de serie negra con personajes fascinantes y giros inesperados

• Frédéric Duval y Didier Cassegrain adaptan una nueva novela de Michel Bussi
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Detalle de la portada de 'No sueltes mi mano' (Norma)

En 2011 el escritor Michel Bussi publico su primera novela: Los nenúfares negros, un sorprendente thriller que giraba en torno al universo de Monet que fue éxito inmediato, ganó numerosos premios, fue el libro más vendido del año en Francia y el primer éxito de uno de los escritores más populares de la actualidad en el país vecino.

Un éxito que el cómic no dejó escapar, ya que en 2020 el guionista Frédéric Duval y el dibujante Didier Cassegrain adaptaron la novela a las viñetas consiguiendo otro clásico instantáneo: Los nenúfares negros (Norma Editorial). Luego Duval adaptaría la segunda novela del escritor, Un avión sin ella (Norma), con los también estupendos dibujos de Nicolaï Pinheiro.

Y ahora, Frédéric Duval y Didier Cassegrain vuelven con una tercera adaptación de Bussi: No sueltes mi mano (Norma editorial), que tiene los mismos ingredientes que las anteriores: Personajes inolvidables, un guion que te atrapa desde la primera viñeta y que te va sorprendiendo con continuos giros, y unos dibujos alucinantes. Un cómic que vuelve a demostrarnos la maestria de los franceses en el Género Negro (que ellos llaman Polar).

Página de 'No sueltes mi mano'

Una isla paradisíaca y una misteriosa desaparición

Un cómic que también es ideal para alargar un poquito el verano, ya que la historia está ambientada en la isla de La Reunión, al este de Madagascar, en el océano Índico occidental. Un paradisíaco escenario donde el matrimonio formado por Martial y Liane Bellion viaja con su hija Sofa. Sin embargo, esas idílicas vacaciones se convierten en una pesadilla cuando Liane desaparece y todas las sospechas recaen sobre su marido. A partir de ese momento, la capitana Aja y su ayudante Christos tratarán de aclarar un caso lleno de falsas pistas y callejones sin salida.

Un thriller modélico y apasionante que tiene un toque clásico pero, a la vez, es de rabiosa actualidad. Y en el que destaca el trabajo con los personajes principales, sobre todo ese padre que parece volverse loco y emprender una huida de la policía que parece destinada al fracaso a las primeras de cambio, pero que esconde un inteligente plan gracias al que los agentes se las verán y desearán para poder darle caza y que a los lectores nos sorprenderá gratamente. Y que no está exento de una fina ironía.

Como en las mejores novelas de misterio, Duval nos va dosificando las pistas, de forma que cuando empezamos a leer ya no podemos parar a riesgo de perdernos algún detalle importante que pueda cambiar todo lo que sabemos.

Página de 'No sueltes mi mano'

Un cómic que plasma la belleza del Caribe en sus páginas

Una tensión y una intriga que contrastan con los paradisíacos paisajes de la isla de la Reunión, desde sus playas a sus volcanes, que Cassegrain plasma con maestría. Destacando su arte a la hora de reflejar en las páginas esa luz del Caribe. Pero el autor logra un perfecto equilibrio entre esa belleza y el suspense y la velocidad que requiere la historia, ya que nunca nos distraemos con el paisaje y seguimos la historia con gran naturalidad e interés.

Por cierto, que antes de escribir novelas, Michel Bussi escribió cómics, por lo que sus novelas son muy visuales. Además, ha confesado en varias ocasiones que está encantado con estas adaptaciones al cómic.

Y Frédéric Duval también confiesa que habla mucho con Bussi, antes de escribir los guiones y que el escritor le ha aportado valiosas ideas.

Página de 'No sueltes mi mano'

En definitiva, un intrigante y bello puzzle en el que sus autores nos van mostrando las piezas, que al final encajarán como un guante. Ya que cada uno de los personajes es una imprescindible pieza de ese puzzle. Y sus motivaciones, que al principio pueden extrañarnos, al final nos darán todas las claves de la historia.

Aunque el final no es lo más importante en este cómic sino ese camino de descubrimientos (y de belleza), que nos mantiene pegados a la silla durante toda la lectura.

Portada de 'No sueltes mi mano'