El jengibre hawaiano, una de las especies invasoras más dañinas: "Todavía se puede erradicar"

• Es una especie que llegó a Galicia como una planta ornamental
• "Son plantas que acaban invadiendo y exterminando a la flora autóctona"

Hedychium gardnerianum en Ribeira, en las proximidades del Parque Natural de Corrubedo. Federación Ecologista Gallega (FEG)

Hace más de diez años llegaba el jengibre hawaino a las tierras gallegas. Aunque el jengibre común, tal y como lo conocemos, tiene muchas propiedades beneficiosas, esta planta concreta, es una de las especies invasoras más dañinas.

Es el jengibre hawaiano, o kahili (Hedychium gardnerianum) puede llegar a medir hasta los dos metros y medio de altura. Se caracteriza por sus largas hojas de un color verde vivo que envuelven los altos tallos y sus llamativas flores amarillas con espigas rojas.

Aunque parece muy bonita, es una planta que se encuentra en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. 

¿Cómo ha llegado a Galicia?

"Llegó como planta ornamental porque tiene unas flores muy espectaculares. Entonces se empezó a plantar en jardines y en parques públicos", explica a RTVE.es Benito Andrade, responsable forestal de la Federación Ecoloxista Galega (FEG).  

Imagen de la planta de jengibre hawaiano, una especie invasora ECOLOGISTA EN ACCIÓN

Su peligrosidad deriva de su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones ambientales y la velocidad de su crecimiento y expansión, desplazando a las especies nativas y causando graves daños a la biodiversidad. "Son especies que acaban invadiendo y exterminando a la flora autóctona, que está en la cadena alimenticia de pájaros y animales. Por lo que cambiar una planta por otra puede significar un daño a todo el ecosistema", denuncia Cristóbal López, portavoz de Ecoloxistas en Acción.

Se reproduce por tubérculos debajo del suelo y luego salen brotes. Si bien mucha gente las empezó a retirar, aún quedan muchas que han saltado a la naturaleza logrando expandirse. Por lo que al cabo de tres o cuatro años de su primera aparición en un punto, "ya desarrollan unos rizomas enormes y es muy difícil de erradicar", explica Andrade.

"Cuando la empecé a ver por aquí, (la planta) dije: '¡Qué barbaridad!' Aquí en Galicia hay una página en la que la gente hace un registro de especies y ahí vi que ya estaba en varios sitios de la zona", añade.

Mapa del jengibre hawaiano en España. iNaturalist

Se trata de iNaturalist, un proyecto para que la ciudadanía capture con la cámara de su móvil las especies que ven. Según esta aplicación, se han registrado 357 observaciones de esta planta en nuestro país. 

Diez localidades en Galicia con jengibre hawaiano

En Galicia existen en, al menos, diez localidades y, aunque está prohibida en nuestro país desde el Real Decreto 630/2013, las asociaciones ecologistas gallegas denuncian la falta de una respuesta adecuada de la Xunta. "Hay un catálogo de plantas invasoras y hay un manual de actuación que se debería cumplir, pero al final es un poco las capacidades y concienciación que tenga cada ayuntamiento", cuenta el portavoz de Ecologistas en Acción.

La mecánica, la mejor manera de erradicar el jengibre hawaiano

La erradicación mecánica es la más aconsejable, "lo que pasa que es muy trabajosa. Si es un fronde ya grande, es difícil de arrancar y lleva mucho trabajo. Pero lo que se recomienda siempre es la eliminación mecánica y, en caso de no ser posible, pues hay que recurrir a la química", explica Andrade.

El responsable forestal de la FEG considera que en la situación en la que está la planta aún hay tiempo para retirarla mecánicamente. "Todavía es abordable, porque se trataría de eliminar estos puntos que están localizados. Dentro de diez años estas matas van a estar multiplicadas, entonces ya va a ser más difícil y más costoso; por eso denunciamos su presencia y solicitamos que se iniciara un proceso de erradicación".

Aunque es una planta procedente del Himalaya, se ha adaptado muy bien al clima gallego y también podría hacerlo en el resto de España. "Está claro que tiene limitaciones porque aquí en Galicia, por zonas de montaña, por ejemplo, no hay. Se tienen que dar unas condiciones climáticas como zonas sin, o con pocas heladas, y sin temperaturas demasiado bajas ni demasiado altas", cuenta Andrade.

Desde Ecologistas en Acción advierten de que hay que tener cuidado con el tráfico de esas exóticas porque "al final, muchas veces, acaban fuera de los jardines y las casas de los compradores", concluye López.