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Nueva normativa de equipaje de mano en los aeropuertos a partir de septiembre: así afecta a líquidos y dispositivos

  • Bruselas pone en marcha nuevas restricciones para "mantener la seguridad del transporte aéreo"
  • No se aplicará a las maletas que se facturen

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Nueva normativa de equipaje de mano en los aeropuertos a partir de septiembre: así afecta a líquidos y dispositivos
Varias personas en un control de seguridad en un aeropuerto.

Antes de coger un avión, muchos tienen dudas sobre qué pueden llevar en su equipaje de mano, ya sea por las medidas o por los dispositivos y objetos que se permiten llevar a bordo. Ahora, Bruselas aplicará una novedad que afecta concretamente a los líquidos y dispositivos electrónicos. Te contamos en qué consisten los cambios.

¿Cuál es la novedad?

La cuestión pone el foco en la tecnología con la que cuentan los aeropuertos en los controles de seguridad, concretamente los equipos de sistemas de detección de explosivos para equipaje de mano (EDSCB).

Dentro de este grupo están los escáneres C3, que son los que permitían subir líquidos en el equipaje de mano sin restricciones o la obligación de sacar los líquidos de ciertas cantidades o los dispositivos electrónicos. El uso de estos escáneres ahora dejará de estar permitido, como indica la Comisión Europea en la modificación del reglamento con respecto a la seguridad de líquidos, aerosoles y geles [ver PDF].

Así, Bruselas vuelve a las restricciones con respecto a líquidos ya reflejadas en el Reglamento 2015/1998 de la CE por el que se detallan medidas de seguridad aérea.

Cabe recordar que a comienzos de 2023 Aena avanzó que los pasajeros no iban a tener que sacar líquidos ni dispositivos electrónicos. Sin embargo, a partir de septiembre esto cambiará.

¿Cómo afecta a los usuarios?

El cambio tendrá efectos prácticos a la hora de pasar el control de seguridad en el aeropuerto. Aquellas personas que viajen en avión con equipaje de mano tendrán que llevar envases individuales que no superen 100 mililitros y, además, deberán sacarlos de sus maletas, al igual que los aparatos electrónicos.

Dentro de estos líquidos se encuentran también los perfumes, cremas, aerosoles, espumas, geles, champú y dentífricos.

Así, aunque los aeropuertos dispongan de los escáneres C3, los usuarios tendrán que acatar de momento estas medidas hasta que Bruselas opte por modificar la normativa.

¿Por qué ha reculado Bruselas?

La CE ha revisado la configuración de los escáneres C3 y ha apreciado que la tecnología no cumple con el estándar determinado por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) y necesitan ser revisados.

"La Comisión ha recibido información técnica, validada por Estados y laboratorios de la CEAC, que muestra que las configuraciones actuales de equipos EDSCB conformes a la norma C3 a los que la Comisión ha otorgado el 'sello de la UE' o el 'sello de la UE pendiente' deben revisarse con el fin de mejorar su rendimiento", señala en la modificación del reglamento. Por tanto, hasta que estos equipos no se revisen y aprueben dicho estándar, la CE mantiene por el momento estas restricciones.

La CE establece que, "como medida cautelar" y "con el fin de mantener la seguridad del transporte aéreo, debe introducirse una limitación para el volumen máximo de los envases individuales de líquidos". Además, indica que estos pueden inspeccionarse mediante cualquiera de los EDSCB que actualmente están aprobados.

¿A partir de cuándo entra en vigor?

Como ha comunicado la CE, se trata de una medida "cautelar" y temporal que entra en vigor a partir de este mes de septiembre. No ha fijado, de momento, cuándo dejará de aplicar estas restricciones.

¿A qué aeropuertos afecta?

Afectará, por el momento, a todos los aeropuertos, independientemente de que tuvieran ya instalados los escáneres C3 o no. Por tanto, algunos tendrán que volver a usar los tradicionales rayos X y a solicitar que se saquen los líquidos y dispositivos del equipaje de mano para inspeccionarlos aparte.

En España, el foco está puesto en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y El Prat de Barcelona, que cuentan con estos equipos. En el resto de Europa ya había países como Alemania, Irlanda, Italia, Lituania, Malta, Países Bajos y Suecia que tenían instalados estos equipos, pero que igualmente tendrán que aplicar estas restricciones.