La extrema derecha alemana mide su fuerza en las elecciones regionales de Turingia y Sajonia
- Alternativa por Alemania (Afd) aspira a cosechar los mejores resultados de su historia
- Los comicios se celebran una semana después del atentado de Solingen y a un año de las generales
Los estados alemanes de Turingia y Sajonia, en el este del país, acuden a las urnas este domingo en una cita electoral clave en la que se espera un notable crecimiento de la extrema derecha. Alternativa por Alemania (AfD) tiene opciones de victoria en ambos territorios, sobre todo en Turingia, donde, según los sondeos, está muy por delante del resto de fuerzas y, sobre todo, del partido de Olaf Scholz y de sus socios de Gobierno. Los comicios se celebran una semana después del ataque terrorista en Solingen, una masacre que ha alimentado aún más el discurso antiinmigración al que acostumbra AfD, y pueden dar algunas pistas sobre qué esperar de aquí a las generales, previstas para dentro de un año.
En Turingia, la formación liderada por Björn Höcke lleva meses encabezando las encuestas, que le otorgan en torno al 30% de los votos. Le siguen la Unión Demócrata Cristiana (CDU) con el 22,2%, y BSW (18,1%) —una nueva fuerza de extrema izquierda integrada por exmiembros de La Izquierda, partido del actual presidente de este estado alemán, Bodo Ramelow, que parte cuarta en los sondeos — . Los socialdemócratas de SPD, los verdes y FDP, que integran la coalición del Ejecutivo de Scholz, no llegarían entre los tres al 13% del escrutinio.
En Sajonia, el buen resultado que espera AfD no será suficiente como para tener opciones de Gobierno. La CDU, el principal partido de la oposición en el terreno nacional, se sitúa ligeramente por delante en las encuestas (ambas fuerzas están muy igualadas) y aspira a renovar el mandato de su actual jefe de Gobierno regional, Michael Kretschmer. Mientras tanto, las opciones para los socialdemócratas son mínimas también en este estado.
Nada mas pisar el centro de Bautzen,
encontramos a este grupo de chavales vestidos de negro,
el look de moda entre los jóvenes radicales
en Sajonia.
Les grabamos de lejos
porque uno ya nos ha dicho que los medios mienten
y otro que no quieren hablar.
La misma apariencia en esta manifestación.
Aquí en Bautzen, todos los lunes por la tarde
hay protestas de grupos de extrema derecha
por distintos motivos:
contra la inmigración, contra el colectivo LGTBI,
contra las ayudas del gobierno a Ucrania.
Cada vez esas protestas las protagonizan gente más joven,
incluidos menores de edad.
También en el centro hablamos con Zaza
que trabaja de cara al público.
Nos dice que algunos le tratan muy bien
y otros no tanto,
pero cuando le preguntamos si en Bautzen hay neonazis,
nos pide que dejemos de grabar.
También siente miedo Heidi, dueña del restaurante La Dominicana.
"No les importa agredirte.
Si voy sola con mis hijas es peligroso".
En las europeas,
4 de cada 10 ciudadanos votaron aquí a la AFD.
Son votantes transversales.
Los hay muy radicales,
pero también simplemente ciudadanos muy descontentos con el gobierno.
Y especialmente en el este,
hartos de salir perdiendo económicamente
frente al oeste de Alemania
y hartos, este es el gran motivo, de la migración.
"Hay demasiados.
Los alemanes no estamos contentos con que reciban prestaciones
durante años sin dar nada a cambio",
nos explica este simpatizante de Alternativa para Alemania.
Ese argumento lo conoce bien Heidi,
por eso nos repite esto hasta tres veces:
"Nosotros, los extranjeros, aportamos a la sociedad.
Trabajamos, pagamos impuestos, ayudamos".
Las encuestas dicen que el domingo,
1 de cada 3 alemanes del este votará por la ultraderecha.
AfD, a las puertas de su primera victoria en unas regionales
La extrema derecha sí podría optar a gobernar Turingia. Aunque no lo tendrá fácil, ya que, por lo general, el resto de partidos rechazan la idea colaborar con los de Höcke, quien también encabeza una cruzada contra los partidos tradicionales. El candidato de AfD, perteneciente al ala más radical de su formación, no participó en el último debate televisivo antes de los comicios, para lo que alegó "problemas de salud".
Como señala a RTVE.es la politóloga alemana Jasmin Riedl, las perspectivas son "inciertas", ya que "los partidos democráticos" buscarán evitar un Ejecutivo de AfD "a toda costa". "Es matemáticamente posible", asegura, con una coalición de CDU, SPD y La Izquierda, aunque esta opción está descartada al haber manifestado los dos últimos sus "incompatibilidades". El resto de opciones tampoco son claras para evitar su entrada en el Ejecutivo, según la experta.
Actualmente, el Gobierno de Turingia lo conforma una coalición de tres partidos liderada por La Izquierda—que se sitúa como la cuarta fuerza en los sondeos — junto a SPD y Los Verdes, aunque esta última fuerza no superará, según las encuestas, el umbral del 5% necesario para obtener representación en el próximo parlamento regional.
Por su parte, AfD está bien asentada en estas regiones de la antigua RDA comunista y ha logrado en ellas sus mejores resultados desde su fundación en 2013. Sin embargo, de cumplirse los pronósticos, esta sería su primera victoria en unas elecciones regionales.
"Höcke o Solingen": el atentado que dio alas a AfD
"Durante años, la CDU se ha quedado de brazos cruzados y ha observado cómo nuestro país [...] era gradualmente entregado a inmigrantes criminales", dice uno de los muchos mensajes publicados en la cuenta de X de AfD en los que la formación menciona el atentado perpetrado en la localidad alemana de Solingen.
El atacante, un hombre sirio de 26 años, mató a tres personas e hirió a cuatro de gravedad en plena calle, mientras la ciudad celebraba un festival al aire libre. A raíz de la masacre, AfD hizo suyo el eslogan "Höcke o Solingen" y dio paso a un aluvión de mensajes con el fin de instrumentalizar el ataque con su ya conocido discurso.
El partido culpa de lo sucedido a la inmigración y al sistema de asilo y deposita la responsabilidad en el Gobierno y en la caída en el número de deportaciones. Garantizan, además, que con AfD en el poder, este tipo de sucesos no tendrían cabida. "La ideología de la supuesta diversidad pone en peligro la vida de todos nosotros", aseguran en otra de sus publicaciones.
El mecanismo, explica Riedl, es el mismo que funciona en otros países. La extrema derecha tiende a "apropiarse" del discurso migratorio y, sobre todo, de la relación entre seguridad interna e inmigración. "Es difícil medir el impacto de un suceso así en su éxito electoral" [...] pero definitivamente aumenta la atención hacia la AfD. Ganan aún más visibilidad", añade.
Además, la inmigración, al igual que la guerra en Ucrania, es uno de los "temas calientes" en estos comicios, si bien las políticas relacionadas con ellos no se deciden a nivel estatal.
Tras el atentado, Scholz cargó contra el islamismo y prometió trabajar en aumentar y ha reanudado las deportaciones de criminales afganos. El 22 de septiembre también están previstas otras elecciones en el estado de Brandenburgo, donde la ultraderecha también se sitúa en cabeza en los sondeos.
Los socialdemócratas pierden votos
El SPD, tradicionalmente débil en estas regiones, se dispone a hundirse aún más en estos comicios. Los sondeos no le dan más del 6% en intención de voto, tanto en Turingia como en Sajonia, lo que significaría que superará por muy poco el porcentaje mínimo para entrar al Parlamento. Mientras tanto, la extrema derecha sumará estos resultados a los varios éxitos electorales cosechados en los últimos meses, por ejemplo, el mejor resultado de su historia en las elecciones europeas de junio.
La ultraderecha está aprovechando el descontento de parte de la ciudadanía con las políticas del Ejecutivo para atraer votos. A ello ha ayudado la subida de la inflación tras la guerra de Ucrania y el aumento de precios de la energía o la transición ecológica que el Gobierno está tratando de poner en marcha, impulsada por Los Verdes, que se ha convertido en objeto de sus críticas.
"La AfD ofrece una respuesta sencilla a problemas sociales y políticos complejos para personas que se sienten económica, política y culturalmente abandonadas y que tienen temores económicos o culturales sobre el futuro", explica Riedl, que añade que el partido se presenta como protector y defensor de la "gente corriente" frente a las supuestas "élites políticas". Su éxito no es exclusivo de la Alemania Oriental, también "es fuerte en muchas otras zonas estructuralmente débiles" del país.
También se suma el rechazo de parte de la población a la continuidad del apoyo armamentístico a Kiev, algo que rechazan tanto AfD como BSW, la nueva alternativa a la izquierda que ahora puede atraer a parte de los votantes que antes se decantaban por el partido de Scholz. El éxito de ambas formaciones refleja, según la politóloga, el aumento de la "polarización".
En la última gran cita con las urnas, las europeas, el SPD ya vio reducido su porcentaje de votantes en favor de BSW. En junio, los socialdemócratas de Scholz cosecharon su peor resultado en unos comicios a nivel nacional. Con un 13,9% de los votos, el partido del Gobierno fue superado por AfD (15,8%) y la coalición formada por CDU y la Unión Socialcristiana (CSU), que se alzaron con el 30% del escrutinio.