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La financiación y la inmigración marcan un arranque del curso político con dardos cruzados entre PP y PSOE

  • Los populares fuerzan la convocatoria en el Senado de María Jesús Montero para que dé cuentas del 'cupo catalán'
  • Gobierno y oposición están lejos de un acuerdo para reformar la ley de Extranjería, que el Congreso tumbó en julio

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La financiación singular y la crisis migratoria marcan el inicio del curso político

Las posturas de PSOE y PP sobre la financiación autonómica y la crisis migratoria han vuelto a evidenciar la distancia que separa a los principales partidos del Gobierno y la oposición, que en este arranque de curso político se han cruzado dardos sobre estos asuntos.

Todo ello en vísperas de una semana en la que, previsiblemente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adelantará casi un año el 41 Congreso Federal del PSOE para que se celebre en noviembre, y presentará sus prioridades para el curso político en un acto que se celebrará en la sede del Instituto Cervantes, en Madrid.

La financiación singular de Cataluña se presenta como un elemento de discordia en los próximos meses, con el PP decidido a dar la batalla al Gobierno en ese terreno, como evidenció su líder, Alberto Núñez Feijóo, en el acto de apertura de curso político que protagonizó en Cerdedo-Cotobade (Pontevedra), quien acusó al jefe del Ejecutivo de "mercadear con lo que no es suyo", tras el acuerdo entre PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat.

Un pacto que permitirá a Cataluña gestionar, recaudar, liquidar e inspeccionar todos los impuestos, pero que aún requiere de modificaciones en la Ley Orgánica de Financiación Autonómica (LOFCA), para lo cual es necesaria una mayoría cualificada.

El PP ha logrado que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comparezca el próximo miércoles en el Senado para dar explicaciones sobre el 'cupo catalán'. Los 'populares' trataron primero que Montero compareciera en el Congreso, mediante una iniciativa en la Diputación Permanente que estuvo el martes a punto de salir adelante, ya que Junts sumó sus votos a los del PP y Vox, y forzó un empate.

Pero el voto de calidad de la presidenta, la socialista Francina Armengol, impidió finalmente que Montero tuviera que comparecer sobre este asunto ante el pleno de la Cámara Baja, por lo que el PP optó por convocar a la vicepresidenta primera en la Cámara Alta, donde el partido que lidera Alberto Núñez Feijóo cuenta con una holgada mayoría.

La vicepresidenta primera aseguró el sábado, durante un acto en Sevilla, que el hecho de que Cataluña vaya a tener una financiación singular es compatible con que puedan acceder a ella "otros territorios que tengan vocación de tenerla", ya que es un supuesto que está contemplado "en los estatutos de autonomía".

En ese sentido, Montero advirtió de que circulan "interpretaciones interesadas" de dicho pacto "por parte de los de siempre, que lo único que quieren es confrontar para derribar" al Gobierno, en alusión a los líderes del PP, de quienes dijo que opinan sobre un texto "que no han leído".

La crisis migratoria, a debate

Otro de los asuntos que están marcando la confrontación entre socialistas y populares en este arranque de curso político es el de la inmigración, sobre todo después de que, hace unos días, Sánchez mostrara en su gira por tres países africanos la necesidad de expulsar a los migrantes irregulares de España para combatir a las mafias.

Feijóo responsabilizó ayer al presidente de provocar "una crisis migratoria sin precedentes" y criticó los vaivenes del líder del PSOE en este asunto: "Aplauden una cosa y la contraria y nos insultan por proponer lo que ellos al final proponen", señaló durante el acto de apertura del curso político.

Pese a que la postura mostrada por Sánchez en África está cerca de los postulados del PP, Gobierno y oposición parecen lejos de un acuerdo para la reforma de la ley de Extranjería, que el Congreso tumbó el pasado mes de julio con los votos en contra de PP, Vox y Junts.

La incógnita de Junts

La posición del partido que lidera Carles Puigdemont se presenta en los próximos meses como un quebradero de cabeza para el PSOE, ya que Junts considera que el acuerdo entre PSC y ERC para la investidura de Illa les da manos libres para negociar "pieza a pieza" con el Gobierno central, según fuentes del partido independentista que cita la agencia EFE.

Desde el partido recuerdan que no forman parte de ningún bloque, que no han firmado ningún acuerdo de legislatura con el PSOE y que no les importa votar en el mismo sentido que el PP, como ocurrió la pasada semana en la Diputación Permanente en relación con la comparecencia de Montero.

También Podemos, que en diciembre rompió con Sumar y pasó al Grupo Mixto, se presenta como un elemento imprevisible a la hora de sacar adelante votaciones clave en el Congreso e intentará que el Gobierno de coalición —del que ya no forma parte— acepte sus propuestas transformadoras.

A ello se suma la incógnita de otro diputado del Grupo Mixto, José Luis Ábalos. Tras la auditoría del Ministerio de Transportes sobre el caso Koldo, que apunta directamente al exministro de Transportes, Ábalos advirtió al PSOE de que se iba a replantear su postura respecto al partido "tras meses de mucha caballerosidad" y aseguró que el Gobierno ya no podrá "dar por seguro" su voto.

Teniendo en cuesta todos estos factores, la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025 parece complicada en estos momentos, a pesar de que el Gobierno necesita que las cuentas salgan adelante, teniendo en cuenta que tuvo que prorrogar las del año anterior. Pero en el Ejecutivo hay confianza y recuerdan que ya han sido capaces de superar momentos complicados en el pasado y salir adelante.