Putin aterriza en Mongolia y no es detenido pese a la orden de la Corte Penal Internacional
- Mongolia es firmante del Estatuto de Roma desde 2002, lo que le obliga a seguir las órdenes de la CPI
- El presidente ruso trata de asegurar las conexiones de gas hacia China
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha aterrizado este lunes en el aeropuerto de Ulán Bator, capital de Mongolia, sin ser detenido al descender del avión, en la que es su primera visita a un Estado miembro de la Corte Penal Internacional (CPI) desde que dicha corte emitiese una orden de arresto en marzo de 2023. Su objetivo es asegurar las conexiones de gas hacia China.
Sobre Putin pesa desde marzo de 2023 una orden de arresto vinculada a la deportación forzosa de niños ucranianos, considerada un potencial crimen de guerra. El tribunal también reclamó este año la detención del exministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Gerasimov.
Desde que la semana pasada se confirmara el viaje, han sido varios los Gobiernos internacionales, incluido el de Ucrania, que han recordado a Mongolia que como firmante del Estatuto de Roma está obligado a acatar todas las órdenes que surjan del Tribunal de La Haya.
Pese a ello, el Kremlin ha asegurado que no está preocupado. Este mismo lunes, el portavoz presidencial de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha negado que existan "problemas" con el Gobierno de Mongolia vinculados a la orden de la CPI, según la agencia Interfax.
La visita de Putin se prolongará hasta este martes e incluye reuniones con autoridades locales. El mandatario ruso participará en los actos oficiales para conmemorar el aniversario de una victoria militar en 1939 de tropas soviéticas y mongolas sobre las fuerzas de Japón.
Mongolia incumple sus obligaciones
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, Georgy Tykhiy, ha calificado de "golpe" a la legitimidad de la CPI que Mongolia no haya detenido a Putin y ha asegurado que Kiev presionará para que el país sea sancionado. "Mongolia ha permitido que el criminal acusado escape a la justicia, compartiendo la responsabilidad de sus crímenes de guerra. Trabajaremos con nuestros socios para garantizar que esto tenga consecuencias para Ulán Bator", ha afirmado en un mensaje publicado en las redes sociales.
Organizaciones como Human Rights Watch han recordado que "Mongolia estaría incumpliendo sus obligaciones internacionales como miembro de la CPI si permite al presidente ruso, Vladímir Putin, visitar el país sin detenerlo", ha subrayado la asesora judicial de HRW, Maria Elena Vignoli, en un comunicado de la organización.
"Acoger a Putin, un fugitivo de la CPI, no solo sería una ofensa a las muchas víctimas de los crímenes de las fuerzas rusas, sino que también socava el principio crucial de que nadie, sin importar lo poderoso que sea, está por encima de la ley", ha remarcado.
La Unión Europea instó este lunes a Mongolia a cooperar con la CPI. "Mongolia es parte del Estatuto de Roma desde 2002, con las obligaciones que conlleva. Hemos elevado nuestra preocupación sobre la visita y dejado clara nuestra posición a través de nuestra delegación en Mongolia", indicó la portavoz Nabila Massrali durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea.