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EE.UU. acusa a Rusia de injerencia en las elecciones de 2024 a través de medios estatales y perfiles en redes sociales

  • Según Washington, el Kremlin lanzaba desinformación para influir en la intención de voto de los ciudadanos
  • El FBI ha solicitado autorización para incautar 32 dominios implicados en actividades de "influencia extranjera maligna"

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Estados Unidos acusa a medios estatales rusos de injerencia en las elecciones de 2024
Un votante rellena su papeleta en el Supermartes de las primarias estadounidenses Jonathan Wiggs/The Boston Globe via Getty

Estados Unidos ha acusado a Rusia de injerencia electoral en los comicios presidenciales de 2024, en los que la actual vicepresidenta, Kamala Harris, se enfrentará al exmandatario republicano Donald Trump. Las autoridades estadounidenses aseguran que Moscú ha lanzado desinformación y contenido a favor del Kremlin a través de medios de comunicación estatal y de distintos usuarios y plataformas en línea con el objetivo de influir en la intención de voto de los ciudadanos.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha asegurado en un comunicado que, desde "al menos 2022", las empresas rusas Social Design Agency (SDA), Structura National Technology (Structura) y ANO Dialog, que operan bajo "el control de la Administración Presidencial rusa" han utilizado una treintena de dominios para "difundir de forma encubierta propaganda del Gobierno ruso".

32 dominios usados para lanzar propaganda

El FBI ha solicitado autorización judicial para incautar un total de 32 dominios de Internet que, según Washington, estaban implicados en actividades de "influencia extranjera maligna", y que, según el fiscal general, Merrick Garland, estaban "repletos de propaganda gubernamental rusa creada por el Kremlin". Buscaban, ha asegurado, "reducir el apoyo internacional a Ucrania, reforzar las políticas e intereses prorrusos e influir en los votantes de Estados Unidos y otros países".

El Departamento del Tesoro apunta también a "10 individuos" como parte de una respuesta coordinada a los esfuerzos rusos para influir en los comicios. Asimismo, señalan que la editora jefe de la cadena estatal rusa RT, Margarita Simonovna Simonyan, y otras personas afiliadas a la red reclutaron de forma encubierta a personas influyentes en las redes sociales para influir en la opinión pública estadounidense y difundir mensajes en defensa del Kremlin.

Según el director del FBI, Christopher Wray, las empresas controladas por Moscú crearon sitios online "para engañar a los estadounidenses" y para hacerles consumir propaganda rusa "sin darse cuenta".

Una diputada de la Duma (el Parlamento ruso) citada por Reuters ha defendido que las acusaciones denunciadas son "pura basura" y ha afirmado que Moscú no cree que importe si gana Trump o Harris el 5 de noviembre. "El único ganador de las elecciones estadounidenses es el complejo militar industrial privado de Estados Unidos", ha declarado la parlamentaria Maria Butina.

Por su parte, el medio RT ha respondido en tono burlesco al ser preguntado por la misma agencia sobre la información publicada este miércoles. "Hay tres cosas seguras en la vida: la muerte, los impuestos y la interferencia de RT en las elecciones estadounidenses", ha indicado la cadena en un mensaje enviado a Reuters.

Moscú lleva años negando las acusaciones de injerencia

Esta no es la primera vez que Washington acusa a Moscú de injerencia electoral. Las evaluaciones de los servicios de inteligencia estadounidenses determinaron que Moscú intentó beneficiar a Trump en 2016, cuando derrotó a la demócrata Hillary Clinton, y en 2020, cuando perdió ante Biden. Rusia, sin embargo, siempre ha negado tales acusaciones.

La número 2 del Departamento de Justicia, Lisa Monaco, aseguró el mes pasado que el presidente ruso, Vladímir Putin, y sus apoderados han adoptado técnicas cada vez más sofisticadas, dirigidas a grupos específicos de votantes y a aquellos en estados disputados. Además, en julio, el Departamento de Justicia informó de que había desbaratado una campaña rusa en las redes sociales vinculada a RT que difundía de forma encubierta mensajes favorables al Kremlin.

El Gobierno estadounidense también ha acusado a Irán de intentar influir en las próximas elecciones mediante operaciones cibernéticas contra las campañas de Trump y Harris. El equipo de Trump, por su parte, ha dicho que Irán estuvo detrás de la filtración de documentos internos de la campaña a medios de comunicación estadounidenses.