La investigación del incendio de la Torre Grenfell en Londres concluye que las 72 muertes "podrían haberse evitado"
- El informe, de casi 1.700 páginas, afirma que el incendio fue la culminación de "décadas de fracasos"
- Las víctimas temen ahora que la complejidad de la investigación retrase la acción de la justicia
Una investigación pública sobre el devastador incendio de la Torre Grenfell, ocurrido en Londres el 14 de junio de 2017, ha culpado este miércoles al Gobierno, al sector de la construcción y, sobre todo, a las empresas que construyeron el exterior del edificio con revestimientos inflamables.
"La simple verdad es que las muertes que se produjeron fueron todas evitables", ha dicho el responsable de la investigación, Martin Moore-Bick.
El incendio en el que murieron 72 personas, fue "la culminación de décadas de fracaso" del gobierno británico y las empresas a la hora de valorar el impacto de los materiales combustibles en la construcción, ha indicado el informe final sobre el suceso.
El fuego arrasó el bloque de viviendas sociales de 23 plantas en una de las zonas más ricas del oeste de Londres y fue el incendio más mortífero en un edificio residencial en Gran Bretaña desde la Segunda Guerra Mundial.
El informe afirma que el incendio fue la culminación de "décadas de fracasos"
En su esperado informe final, la investigación atribuye la mayor parte de la responsabilidad de la catástrofe a las empresas implicadas en el mantenimiento y acondicionamiento del edificio de apartamentos, a los fallos de las autoridades locales y nacionales y a las empresas que comercializaron deshonestamente materiales de revestimiento combustibles como seguros.
También ha habido críticas generalizadas y se ha culpado al gobierno de entonces, a la autoridad local de Kensington y Chelsea, a la industria, a grupos reguladores, a personas concretas y a un cuerpo de bomberos mal preparado por los años de inacción en materia de seguridad contra incendios en los bloques de pisos.
"No todos ellos tienen el mismo grado de responsabilidad en la catástrofe final, pero, como demuestran nuestros informes, todos contribuyeron a ella de un modo u otro, en la mayoría de los casos por incompetencia, pero en otros por deshonestidad y codicia", ha declarado Moore-Bick.
El informe de la investigación, de casi 1.700 páginas, afirma que el incendio fue la culminación de "décadas de fracasos". En los años transcurridos desde el incendio, los supervivientes y familiares de los fallecidos han exigido que se presenten cargos penales contra los responsables.
Aún faltan años para que se inicien acciones judiciales
Aunque la policía británica ha declarado que 58 personas y 19 empresas y organizaciones están siendo investigadas, aún faltan años para que se inicien acciones judiciales (incluso por homicidio corporativo y fraude) debido a la complejidad y la necesidad de estudiar el informe de la investigación.
Los familiares temen ahora que se retrase la acción de la justicia y han denunciado que "el deber de los gobiernos debía ser salvaguardar la vida y protegernos de la codicia de las empresas", a través de las declaraciones de Grenfell United, grupo que representa a algunos supervivientes y a sus familiares. "Pero durante demasiado tiempo, han ayudado a las corporaciones, facilitándoles el beneficio y dictando la regulación", han criticado.
El primer ministro, Keir Starmer, ha declarado que el Gobierno estudiará detenidamente las conclusiones de la investigación para garantizar que no se repita la catástrofe.
Por su parte, el alcalde de la ciudad de Londres, Sadiq Khan, ha publicado un comunicado en la red social X, en el que ha dicho que "el incendio de la Torre de Grenfell no es solo una tragedia desoladora sino también una injusticia horrible y una deshonra nacional".
Un informe anterior concluyó que un fallo en una nevera inició el fuego
Un informe anterior del equipo de investigación de 2019, centrado en los acontecimientos de la noche del incidente, determinó que un fallo eléctrico en una nevera en un apartamento del cuarto piso inició el fuego.
Las llamas se propagaron sin control, explicaba el documento, principalmente porque la torre había sido cubierta, durante una reforma de 2016, con revestimientos paneles exteriores diseñados para mejorar la apariencia y se añadió aluminio con compuestos inflamables, lo que actuó como fuente de combustible.
Los desgarradores relatos, incluidos los de quienes murieron mientras esperaban a los rescatadores y habían de permanecer en el lugar, provocaron entonces furia y un examen de conciencia nacional sobre las normas de construcción y el trato a las comunidades de bajos ingresos.
La investigación, dirigida por el juez jubilado Martin Moore-Bick, encontró ya hace cinco años una suma de fallos, que no se habían aprendido las lecciones de los incendios de torres de gran altura y que los sistemas de pruebas eran inadecuados.