La víctima de 72 violaciones en Francia: "Quiero que ninguna mujer sufra esta sumisión química"
- El marido de la víctima ha sido acusado también de un asesinato cometido en 1991
- El juicio es público "en nombre de todas esas mujeres que tal vez nunca serán reconocidas como víctimas"
Giséle Pelicot, la mujer a la que su marido drogó durante una década para que él y otros 72 desconocidos la violaran estando inconsciente ha declarado este jueves en el juicio público que se celebra en Aviñón, en el sureste de Francia, para "que se sepa todo y ninguna otra mujer sufra una sumisión química". A sus 71 años, ha renunciado a que el proceso judicial se hiciera a puerta cerrada, quiere que su historia sea escuchada y conocida "en nombre de todas esas mujeres que tal vez nunca serán reconocidas como víctimas".
"Estoy inerte en mi cama y me están violando. Dos o tres hombres encima de mí. Me usan como una muñeca de trapo sacrificada en el altar del vicio. No sé si podré recuperarme, es una sensación de asco", ha relatado la víctima ante el Tribunal de Aviñón al recordar sus sensaciones al enterarse por la policía de lo ocurrido. De los 72 hombres que abusaron de ella, solo 51 han sido localizados, entre ellos su esposo, Dominique Pelicot, un jubilado de 71 años que aseguró a los investigadores que organizaba las violaciones porque le gustaba ver cómo otros hombres tocaban a su mujer.
Tras año y medio de dudas, la mujer se atrevió a ver los vídeos almacenados en el ordenador de su marido, que durante una década había organizado y grabado encuentros con distintos hombres violaron a su mujer mientras ella estaba prácticamente inconsciente. Las imágenes recogen unas 200 violaciones perpetradas por desconocidos que, en algunos casos, acudieron a la casa de la víctima en varias ocasiones. "No son escenas de sexo, son escenas de violaciones", ha dicho Giséle Pelicot ante el juez en una sala a la que también han podido entrar periodistas y público.
"Mi mundo se hundió, pero saberlo me ha salvado la vida"
Al salir del Palacio de Justicia de Aviñón, la víctima ha reconocido que la declaración no ha sido fácil. "Creo haber dicho todo lo que podía decir", ha asegurado, aunque ha afirmado sentirse "presionada" ante las preguntas de los abogados de los acusados, ya que sintió que querían tenderle "trampas". Ante el Tribunal, ha declarado que los policías le "salvaron la vida al investigar en el ordenador del señor P.", que es como se ha referido al que durante medio siglo ha sido su esposo, y con el que está en proceso de divorcio.
"Mi mundo se hundió, pero saberlo me ha salvado la vida", ha relatado la víctima, que ha declarado que de los 51 hombres identificados y procesados, conocía solamente a uno. "Iba de vez en cuando a casa, no sospechaba que venía a violarme", ha afirmado ante el juez. "Durante 50 años, siempre apoyé a mi marido" y en ese tiempo "nos mantuvimos unidos", señaló antes de puntualizar que todo eso se acabó el 2 de noviembre de 2020, cuando los convocaron a los dos en comisaría y le enseñaron los archivos que los agentes habían descubierto.
Además del marido de la víctima, de los 51 acusados han sido detenidos 20 hombres, que, o bien habían violado en repetidas ocasiones a Gisèle Pélicot o tenían condenas anteriores por violencia doméstica, violación o prácticas pedófilas o zoofílicas.
En cuanto al principal acusado, Dominique Pélicot, según relata Efe, la incorporación de su ADN en los ficheros judiciales ha servido para relacionarlo e inculparlo por un asesinato de una mujer de 23 años en París en diciembre de 1991 y por una tentativa de violación de otra de 19 años en mayo de 1999 en la localidad de Villeparisis, a una treintena de kilómetros de la capital francesa.
"Para mí, el mal está hecho"
En su primera intervención ante el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse, Gisèle Pélicot señaló que para ella "el mal estaba hecho", para después añadir que "violación no es la palabra correcta, es barbarie", en referencia a los diez años de continuados abusos. La víctima, que asegura que en un primer momento le costó reconocerse en los vídeos, también ha criticado la postura de la mayor parte de los hombres que comparecen como acusados, que alegan que no fueron conscientes de que estaba drogada y de que no había consentimiento de su parte.
"Esos hombres me mancillan, se aprovechan de mí. Y ni uno solo se dice que hay algo raro", ha declarado Pellicot. La mujer ha asegurado que nunca había practicado sexo en tríos ni intercambio de parejas y dijo haberse quedado "estupefacta" cuando se enteró de las desviaciones sexuales de su marido que, "en 50 años de vida común, nunca tuvo gestos obscenos".
La investigación fue iniciada casi por casualidad el 12 de septiembre de 2020, cuando el principal acusado fue detenido en un supermercado de Carpentras, en el sur del país, por grabar a clientas bajo sus faldas. Al ser interrogado, Dominique Pelicot explicó que había "actuado por un impulso" que "no había podido controlar". Sin embargo, a raíz de los hechos, los investigadores encontraron miles de fotos y vídeos de su esposa siendo violada por desconocidos. Los abusos comenzaron en 2011, cuando la pareja vivía en la región de París, y continuaron desde marzo de 2013 hasta 2020, después de que se mudaran a Mazan, un pueblo cerca del Mont Ventoux, en el sur de Francia.
Dominique Pelicot reclutaba a los violadores de su mujer a través el foro de una web de citas, coco.gg, que fue cerrada por la justicia en junio. "Eres como yo, te gusta el modo violación", le dijo a uno de sus interlocutores en un chat encontrado por la policía. Muchos de los acusados han defendido ante el juez que sólo creían participar en las fantasías de una pareja promiscua. Pero, según el marido y principal acusado, "todo el mundo sabía" que su mujer había sido drogada sin que ella lo supiera y, según la acusación, "cada individuo tenía libre albedrío" y podía haber "abandonado la escena".