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Estados Unidos descarta permitir a Ucrania el uso de armas de largo alcance contra territorio ruso

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El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin junto al presidente Zelenski
El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin junto al presidente Zelenski DPA/Andreas Arnold

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha pedido a sus aliados que le permitan atacar con armas de largo alcance objetivos militares en Rusia en el marco de la reunión que este viernes celebran los 24 países del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, también denominado Grupo Ramstein. 

Sin embargo, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha descartado esa posibilidad y ha defendido que "Ucrania tiene una capacidad propia bastante significativa para atacar objetivos más allá del alcance de los misiles Storm Shadow y tiene drones y otros medios para atacar objetivos en Rusia".

El mandatario ucraniano ha acudido otra vez al encuentro que mantienen desde 2022 los ministros de Defensa de los países que le proporcionan ayuda militar. EE.UU. ha anunciado un nuevo paquete de 250 millones de dólares para la seguridad de Ucrania, mientras que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha anunciado el envío inmediato de una batería HAWK completa para la defensa aérea ucraniana en la que se integran los seis lanzadores de misiles también donados por España y ya situados en Polonia.

Por su parte, los Países Bajos han anunciado el suministro de material de apoyo para los aviones F-16 por valor de 80 millones de euros y más misiles aire-aire y el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, ha anunciado un apoyo militar adicional a Kiev valorado en 150 millones de euros, con la entrega de doce sistemas de lanzamiento de obuses Panzerhaubitze 2000, seis de los cuales se entregarán este 2024 y otros seis en 2025.

EE.UU. cree que el conflicto se resolverá "en la mesa de negociaciones"

Lloyd Austin ha defendido desde la base aérea alemana de Ramstein que la guerra en Ucrania "acabará resolviéndose en la mesa de negociaciones" y "ninguna capacidad militar será decisiva para Ucrania".

Según Austin, Zelenski no ha discutido su plan para la victoria en las conversaciones que han mantenido. El estadounidense ha enumerado las más recientes contribuciones en apoyo militar de los aliados y ha recordado que desde la última reunión del grupo en junio, Washington ha comprometido 4.000 millones de dólares en ayudas a Kiev.

Asimismo, Austin ha subrayado que para garantizar su seguridad a largo plazo, Ucrania debe seguir reforzando su propia producción de armamento, para lo que también recibirá el apoyo de EE.UU. y de otros aliados.

Posteriormente, Zelenski ha declarado desde un Foro en Cernobbio, Italia, que Ucrania necesita el pleno apoyo de sus aliados para estar en una posición fuerte en cualquier negociación futura con Rusia, y ha vuelto a pedir a Occidente que ayude a Ucrania a realizar ataques de largo alcance contra Rusia. El mandatario ha dicho que a Ucrania le gustaría atacar específicamente los aeródromos militares rusos a una distancia de hasta 300 km, pese a las constantes negativas, hoy mismo, de Estados Unidos y sus aliados.

Rusia sufre 6.000 bajas en un mes de ofensiva en Kursk

En una rueda de prensa compartida con el secretario de Defensa estadounidense, el presidente Zelenski ha asegurado que Rusia ha sufrido alrededor de 6.000 bajas entre muertos y heridos en la ofensiva ucraniana que desde hace un mes se puso en marcha en la región rusa de Kursk.

Las tropas de Kiev controlan más de 1.300 kilómetros cuadrados y un centenar de localidades en este territorio, según ha declarado el mandatario ucraniano. Zelenski ha reiterado que la operación en esta región rusa ha servido para evitar que el Kremlin abriera un nuevo frente con un ataque transfronterizo contra la región ucraniana de Sumi. 

El jefe del Estado ucraniano agregó que el hecho de que Rusia siga priorizando su ofensiva sobre territorio ucraniano sobre la recuperación del territorio perdido en Kursk prueba que la guerra que libra el Kremlin en Ucrania no es de naturaleza defensiva ni busca proteger a su población, como afirma el presidente ruso, Vladímir Putin.