Especial Telediario desde el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo
- La segunda edición del informativo se ha realizado este viernes en el hospital toledano
- El complejo ha cumplido 50 años desde su puesta en funcionamiento
Este viernes el Telediario 2 se ha realizado en directo desde el Hospital Nacional de Parapléjicos, Toledo, que cumple 50 años y por el que han pasado algunos de los deportistas paralímpicos que estos días compiten en París.
En el hospital toledano, cada una de esas medallas que consigue el equipo paralímpico español se celebra de forma especial. Este viernes el Telediario se ha celebrado desde este centro sanitario situado a las orillas del Tajo y a las afueras de Toledo. Todo ello para contar cómo funciona este centro de referencia, único en la sanidad pública española gestionado por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
De hecho, el hospital se fundó, precisamente, siguiendo los parámetros del creador de los Juegos Paralímpicos, el neurocirujano polaco Ludwig Guttman, que asesoró también durante la instalación del hospital.
Durante el especial del TD2, conducido por Marta Carazo, los sanitarios han desgranado los entresijos del hospital, cómo se trabaja con los pacientes y algunos de ellos han contado en primera persona su paso por el centro sanitario en su 50 aniversario.
Un hospital que te "cambia la vida"
En los pasillos del hospital se entrelazan cientos de historias, de vidas truncadas por un accidente de tráfico o laboral. Durante 50 años, son miles los pacientes que han pasado por aquí. David Barrio es uno de ellos, un bombero que lleva allí casi un año después de que le cayese encima un árbol después de una DANA y se quedase parapléjico. Estos días se prepara para que le den el alta y afrontar su nueva vida. "Ha sido un año de aprendizaje, aunque sobre todo de reaprender. Reaprender a tragar, a vestirte, a sentarte en un váter o a ducharte", cuenta David.
La historia de David contrasta con la de Carmen Valdizán, una médica jubilada que ha estado durante cuatro de las cinco décadas de vida que tiene el hospital. A lo largo de su carrera ha tratado a muchos pacientes como David, aunque el trabajo en Toledo no tiene nada que ver con el de otros hospitales. "Me ha encantado trabajar aquí. Aprendes a valorar la salud, el esfuerzo, valorar la vida. Hay pequeñas cosas que no valoramos hasta que las perdemos. Aquí valoras más lo que tienes, al familia, la amistad y te cambia el carácter. Todo eso se aprende en el hospital", relata Carmen. Como ella también hay un equipo que ayuda a los pacientes a recuperarse, tanto físicamente como emocionalmente.
"Yo gané perdiendo"
Entre los pacientes que ha tratado Carmen hay más de un deportista paralímpico que está estos días en París. Una de ellas es Gema Hassen Bey, que con cuatro años sufrió una lesión medular y fue una de las primeras pacientes de este hospital al que ha vuelto en cada aniversario. En este hospital, Gema se aficionó al deporte y ha participado en cinco Juegos Paralímpicos. Ahora mismo está en París, apoyando al equipo español y desde ahí atiende a TVE.
"Recuerdo la sensación de ingresar y pensar que había perdido, y yo gané perdiendo", rememora. "Eso es lo que hacemos en el hospital, recuperar esa esencia. No hay discapacidad, todos tenemos capacidades diferentes", defiende en una entrevista con la Torre Eiffel de fondo iluminada en la noche parisina, que afronta las últimas horas de Juegos Paralímpicos.
Precisamente, los Juegos Paralímpicos se siguen con especial atención estos días en las habitaciones del hospital. En el pabellón deportivo, en las pistas de tenis que hay dentro del complejo o en la cafetería. Cualquier sitio es bueno para verlos al otro lado de la pantalla y celebrar los éxitos.
Lo que ha pasado en este hospital en los últimos 50 años es reflejo de la evolución de la sociedad española. Un cambio constante. Para explicarlo, ha acudo al Telediario 2 la directora médica, Silvia Ceruelo. En este medio siglo de vida han atendido a casi 15.000 pacientes, lo que supone más de 200 ingresos al año. Aunque su perfil ha cambiado a lo largo del tiempo, ahora la mayoría de pacientes llegan por accidentes de tráfico y laborales, con una edad media de 51 años y la mayoría son hombres (70%).
En cada una de las habitaciones de este hospital hay una historia. Una de ellas es la de Sergio. Tiene 43 años y llegó hace poco más de un mes. Un mal salto a una piscina y ahora es tetrapléjico. "Te despiertas y te sientes limitado en todos los sentidos", explica. "Yo no quiero preguntar cuanto tiempo queda, solo tener paciencia", añade.
Trabajar en la salud mental es una de las primeras lecciones que ha aprendido Sergio a llegar aquí. En eso trabajan en esta otra planta, la de los psiquiatras y psicólogos. La salud mental es primordial. Aquí la mayoría de pacientes salen de casa sin saber que ya no volverán andando. Es el momento más duro para ellos.
"Al principio lo ven imposible, pero según ven que superan retos se retroalimentan. Por suerte tenemos muchos recursos", cuenta la coordinadora del Servicio de Salud Mental del Hospital de Parapléjicos, Pilar García.
Un hospital único en toda España
El de Toledo el único hospital público especializado en parapléjicos de España. Hay pacientes de todas las comunidades y con ellos vienen a la ciudad imperial sus familias, que tienen que buscar alojamiento para estar cerca durante el ingreso. Aunque hay ayudas, para muchos son insuficientes.
En 50 años ha habido muchos avances que han mejorado la vida de los lesionados medulares. Este hospital cuenta con su propia unidad de investigación. De los primeros adelantos científicos, habría que destacar el marcapasos diafragmático para ayudar a respirar a los pacientes o la rehabilitación sexual y la reproducción asistida. Aquí se consiguió que naciera el primer niño de un paciente parapléjico: José Luis, que hoy tiene 24 años. Él y su padre, parapléjico, se han reencontrado ahora con quienes lograron lo que entonces parecía casi imposible: solo el 2% de los lesionados medulares conseguían tener hijos.
"La gente no creía en nosotros. Nadie", cuenta Alberto de Pinto, el médico que puso los cimientos de la unidad sexual y reproducción asistida junto a la enfermera Merche Lorente. "Una de las preguntas que nos hacían, muchos de ellos era ¿qué va a pasar con mi sexualidad y qué va a pasar con mi capacidad para tener hijos?", recuerda De Pinto. Porque lo complicado en estos casos es tener una erección y eyacular. En la unidad que formaron les educan y enseñan técnicas para poder conseguirlo.
Para conseguir una respuesta positiva, en la unidad empezaron a enseñarles técnicas para disfrutar la sexualidad y eyacular. "A lo mejor no es de la misma forma que pensábamos antes de accidente, pero tenemos como una pareja normal y corriente", cuenta José Luis Mota, un paciente. "Es algo tan elemental en la vida de una persona que cuando se lo das obtienen un beneficio tal que se les llega a olvidar las piernas que pasan en ese momento a ser parte secundaria de su vida", complementa De Pinto.
"Me dicen que si cambiaría algo si volviera a andar otra vez, pero yo digo que no cambiaría mi vida por haber conocido a gente como vosotros. No cambiaría el volver a estar bien a lo que he pasado y he vivido en silla de ruedas, la verdad", se sincera y agradece entre lágrimas emocionado José Luis con el doctor.
Prepararse para la vida fuera, un reto
Uno de los principales objetivos de los trabajadores del hospital es preparar a los pacientes para afrontar su nueva realidad cuando se marchan. Algunos de ellos vuelven y tratan de ayudar con su experiencia a los que siguen ingresados.
A Iván Díaz un accidente de tráfico lo dejó tetrapléjico con 18 años. Aunque estuvo ingresado en 1995, sigue acudiendo al hospital como voluntario para echar un cable a los que quieren volver a conducir, tal y como hizo él.
"Tuve el accidente con 18 y me despertaron con 19 para mi cumpleaños. Imagínate, un chaval con 18 que lo tiene todo y tienes que empezar de cero", relata Iván. "Todo lo que saques en el hospital es lo que te vas a llevar, desde que sales hasta que encauces lo que es tu vida", añade. Y para ayudar a encauzar esas vidas, Iván ayuda a otros pacientes que están pasando por lo mismo que él, que desde que se recuperó su obsesión fue volver a conducir. "Quería demostrar que no fue mi culpa", cuenta mientras se refiere emocionado al hospital como su "familia".
Loida Zabala, una medallista paralímpica con pasado por el hospital
La extremeña Loida Zabala es un ejemplo de superación. En París, en el imponente escenario del Porte de la Chapelle Arene, volvió a sonreír solo 11 meses después de que su vida diera un giro de 360 grados y se fundiera a negro por una palabra temida: cáncer. En noviembre de 2023, Loida Zabala (Losar de la Vera, 1987) anunció a través de sus redes sociales que la habían detectado nueve masas en el cerebro que más tarde los médicos confirmaron su origen en una metástasis derivada de un cáncer de pulmón. Además, metástasis en cerebro, hígado y riñón.
El camino desde entonces no ha sido fácil por la enfermedad. Recuperarse físicamente ha sido su prioridad, con varias recaídas de por medio, porque anímicamente el sueño de París es la que la ha mantenido a flote.
"La fuerza al final la he sacado de donde la tiene todo el mundo, desde dentro. Para mí, la mayor atención es fijar la meta en un sueño. Muchas veces lo podemos conseguir o no, pero lo importante es disfrutar del proceso", expresa en TVE Loida. "Ahora me gustaría sobrevivir hasta Los Ángeles 2028, estadísticamente por mi cáncer es difícil, pero me gustaría sobrevivir y poder llegar", sueña la medallista extremeña antes de acabar el telediario.
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