El Geoparque de Costa Quebrada se unirá a la red mundial de la Unesco
- Se trata del primer enclave de Cantabria en obtener dicho reconocimiento
- El geoparque se caracteriza por acantilados abruptos, playas de arena fina y una fauna diversa
El Geoparque Costa Quebrada, un gran espacio natural que se extiende por ocho municipios de Cantabria, se une a la red mundial de la Unesco tras ser declarado apto este domingo por el Consejo Mundial de Geoparques. Así lo ha anunciado la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, en una rueda de prensa, en la que ha estado acompañada por el consejero de Fomento, Roberto Media, y representantes de la asociación Costa Quebrada.
Buruaga, que ha recordado que el reconocimiento se hará oficial el próximo abril tras la decisión del consejo, ha subrayado que "catapulta el prestigio de Cantabria como región con un gran patrimonio mundial".
Se trata del primer enclave de Cantabria en obtener el reconocimiento y se incorpora a la selecta red mundial con este distintivo, formada actualmente por 213 áreas, 15 de las cuales son españolas.
Gran riqueza natural y geológica
El Geoparque de Costa Quebrada se extiende por una vasta área que incluye los municipios de Santander, Camargo, Santa Cruz de Bezana, Piélagos, Miengo, Polanco, Suances y Santillana del Mar. Esta región se configura alrededor de la notable estructura geológica conocida como el Sinclinal de San Román-Santillana, un plegamiento significativo originado por la elevación de la Cordillera Cantábrica, resultado de la colisión entre los continentes europeo y africano.
Con una superficie total de 345 kilómetros cuadrados, el geoparque abarca 269 kilómetros cuadrados de terreno terrestre y 75 kilómetros cuadrados de áreas marinas circundantes. Este territorio protegido destaca por sus formaciones geológicas singulares, caracterizadas por acantilados abruptos y playas de arena fina, modeladas a lo largo del tiempo por la acción erosiva de la erosión costera sobre roca caliza.
La vegetación costera de la Costa Quebrada es igualmente diversa y adaptada a las condiciones marítimas extremas. Se encuentran especies vegetales como matorrales de arbustos, plantas xerófitas y praderas marítimas, con presencia de especies endémicas y raras, entre las que se incluyen el tomillo y la lavanda. Además, la región es hogar de fauna autóctona, incluyendo aves marinas y costeras como el cormorán y el alcatraz, así como mamíferos marinos ocasionales como delfines y ballenas.
Asimismo, este enclave natural es crucial para la estabilidad costera al proteger contra la erosión, regular sedimentos y mantener el litoral. Sus acantilados y dunas actúan como barreras naturales que reducen el impacto de las olas y estabilizan las arenas.
Mientras, la vegetación en las dunas ayuda a fijar las arenas, evitando su desplazamiento por las corrientes marinas.