Alemania añade controles temporales en todas sus fronteras terrestres a partir del 16 de septiembre
- El objetivo del Ejecutivo alemán es "reducir la migración por vía irregular y mejorar la seguridad interior"
- Esta política de fronteras es resultado de la preocupación popular por los ataques con cuchillo de solicitantes de asilo
El Gobierno de Alemania ha anunciado este lunes la introducción temporal de controles en todas sus fronteras terrestres a partir del próximo 16 de septiembre con el objetivo de "reducir la migración por vía irregular y mejorar la seguridad interior".
El Ministerio del Interior alemán le ha comunicado este lunes a la Comisión Europea su intención de establecer controles temporales en las fronteras con Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Bélgica y Dinamarca durante los próximos seis meses, unas tareas de control que se suman a las ya existentes en las zonas fronterizas con Suiza, Austria, República Checa y Polonia. Más de 3.700 kilómetros de frontera en total.
Durante el anuncio, la ministra del Interior, Nancy Faeser, ha asegurado que el impacto en las regiones fronterizas será el menor posible y colaborará con todos los países fronterizos. "Es importante para nosotros actuar en estrecha colaboración con nuestros vecinos y minimizar el impacto sobre los viajeros y la vida cotidiana en las regiones fronterizas", ha indicado Faeser.
El Gobierno alemán ha estado consultando con el principal partido de la oposición, la CDU, sobre las formas de frenar la inmigración ante la preocupación pública y tras un ataque mortal con cuchillo por parte de un solicitante de asilo sirio en agosto en la ciudad de Solingen.
El ascenso de la ultraderecha obliga a tomar medidas
La semana pasada, el partido antiinmigración de ultraderecha, Alternativa por Alemania (AfD), ganó las elecciones estatales en Turingia y quedó segundo en Sajonia. Los socialdemócratas se enfrentan en dos semanas a unas elecciones estatales en Brandeburgo, donde el partido gobierna en coalición con los Verdes y los democristianos.
El ministro austriaco de Asuntos Exteriores, Gerhard Karner, ya ha respondido este lunes al diario Bild que su país no acogerá a ningún inmigrante rechazado por Alemania en la frontera. "No hay margen de maniobra", ha dicho Karner, quien ha señalado que "es la le". "He ordenado al jefe de la policía federal que no permita ninguna devolución", ha añadido.
Alemania comenzó el año pasado controles más estrictos en sus fronteras terrestres con Polonia, la República Checa y Suiza en respuesta a un fuerte aumento de las primeras solicitudes de asilo.