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Harris y Trump miden su fuerza en un debate, la primera prueba para la demócrata tras su nominación

  • Ambos candidatos se enfrentan por primera vez en un cara a cara televisivo al que llegan muy igualados en los sondeos
  • No pondrán tener a mano notas o apuntes y los micrófonos permanecerán cerrados

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Kamala Harris y Donald Trump, por primera vez cara a cara en televisión

A dos meses de las elecciones, la demócrata Kamala Harris se enfrenta en su primer debate electoral al republicano Donald Trump, un viejo conocido de la política estadounidense que suma, con esta, tres carreras a la Casa Blanca y siete debates presidenciales. Ambos candidatos medirán sus fuerzas en una esperada cita a la que llegan muy igualados en los sondeos —aunque la actual vicepresidenta se sitúa ligeramente por delante —y tras semanas de negociaciones sobre las condiciones de un encuentro que podría ayudar a inclinar la balanza a un lado o a otro.

Finalmente, tras un acuerdo entre sus respectivos equipos, ambos estarán de pie y, como ya ocurrió en el duelo entre Biden y Trump, no podrán tener a mano ninguna nota o apunte y sus micrófonos permanecerán silenciados durante el turno de palabra de su rival. El cara a cara será emitido en la cadena ABC News y arrancará a las 21:00 hora local (3:00 hora española) desde el Centro Nacional de la Constitución, en Filadelfia, Pensilvania, un estado que se prevé decisivo en estos comicios del próximo 5 de noviembre.

Para el magnate, será el segundo cara a cara con un rival demócrata este año, después de haber participado en un encuentro televisivo con Biden que precipitó la salida del todavía presidente de la carrera hacia la reelección. Harris, por su parte, se estrena en este tipo de formato —el único precedente es el debate frente a Mike Pence en 2020, cuando se postuló para vicepresidenta— solo unas semanas después de haber sido nominada formalmente candidata del Partido Demócrata.

A sus 81 años, Biden se echó a un lado y pasó el testigo a su número dos hace poco más de dos meses, después de haber reiterado una y otra vez su voluntad de seguir adelante con su candidatura. Sin embargo, los lapsus que protagonizó en el duelo televisivo con Trump a finales de junio supusieron un punto de inflexión y el líder demócrata acabó cediendo ante las presiones internas de algunos pesos pesados demócratas.

Los micrófonos, el gran escollo entre Harris y Trump

"He llegado a un acuerdo con los demócratas radicales de izquierdas para un debate con la camarada Kamala Harris. Será retransmitido en directo por ABC fake news, con diferencia el canal más desagradable e injusto del sector", afirmó Trump en su red social, Truth Social, para anunciar que, pese a los múltiples desacuerdos, habría debate. Este martes, los candidatos solo podrán tener a mano un bolígrafo, un bloc de papel y una botella de agua y, según lo acordado, no habrá declaraciones de apertura.

Durante 90 minutos y sin público en la sala, Harris y Trump abordarán los temas calientes de la campaña y no podrán consultar a sus asesores en ninguna de las dos pausas publicitarias previstas. Cada uno tendrá dos minutos para responder a cada una de las preguntas planteadas, seguidos de dos minutos de refutación y un minuto adicional para aclaraciones o respuestas.

Sin embargo, el principal punto de desencuentro ha sido en torno a los micrófonos. La campaña de Harris había abogado porque estos dispositivos se mantuvieran activados en todo momento para tener derecho inmediato a réplica, algo que había sido criticado por parte del equipo de Trump. Los llamados "micrófonos calientes" pueden tanto ayudar como perjudicar a los participantes, ya que pueden captar comentarios fuera de lugar que a veces no estaban destinados al público, pero también impiden interrupciones que dificulten la comunicación, como ya ocurrió en los debates de la campaña de 2020 entre Biden y Trump.

"Nos presentamos a presidente de los Estados Unidos. Debatamos de forma transparente: con los micrófonos encendidos todo el tiempo", decía Harris hace poco más de una semana en su cuenta X. La vicepresidenta, que ha insistido mucho en este asunto, acusó a su rival de "rendirse a sus asesores" por no aceptar esta condición y afirmó que "si su propio equipo no confía en él, el pueblo estadounidense definitivamente no puede". Pero pese a la insistencia, los equipos de campaña de ambos participantes han acordado que los micrófonos, como ya ocurrió en el debate entre Biden y Trump, permanecerán apagados durante el turno del oponente.

Por otro lado, no habrá declaraciones de apertura y la intervención final de cada uno durará dos minutos, siendo Trump el último en hablar. El candidato republicano ganó un lanzamiento de moneda virtual por el cual decidió el orden, mientras que Harris eligió su situación en el podio derecho del escenario.

El estreno de Harris frente a un experimentado Trump

Los equipos de Trump y Harris han entrenado para este encuentro de maneras muy distintas. Mientras que el exmandatario republicano ha repetido que no necesita preparación, según recoge el New York Times, la candidata demócrata se ha encerrado durante cinco días en un hotel en Pensilvania en el que se ha enfrentado a un "doble" del magnate en un escenario muy parecido al del plató que les recibirá esta noche. Tras la criticada actuación de Biden en el último duelo electoral, los demócratas se juegan mucho en este debate, que servirá para dar a conocer a su recién estrenada candidata.

Según un sondeo del mencionado diario, el 28% de los encuestados afirma "no saber suficiente" sobre Harris —frente al 9% que opina lo mismo de su rival republicano— y, de ellos, el 45% afirma que quiere saber cuáles son sus políticas. La que ha sido vicepresidenta de Biden durante cuatro años, entró en la contienda presidencial de manera inesperada y se convirtió oficialmente en candidata hace poco más de un mes, por lo que su campaña, aunque intensa, no ha tenido el recorrido de la de su rival, cuyo estilo y propuestas son de sobra conocidas por los estadounidenses.

Harris, además, solo ha concedido una entrevista desde su nominación oficial, en la que puso el foco en la economía y abrió la puerta a la entrada de un republicano en su Gobierno, en caso de llegar a la Casa Blanca. La demócrata defiende las políticas de Biden, pero también ha señalado que es hora de "pasar página" y se presenta a sí misma como una presidenta "para todos los estadounidenses".

Desde que anunciara su candidatura, Harris ha recortado distancias con Trump en los sondeos, que apuntan a una disputa electoral muy reñida. Según el promedio de encuestas de la web FiveThirtyEight, la demócrata aventaja a Trump por 2,8 puntos, con una intención de voto del 47,3% frente al 44,2% de Trump. El resultado final, sin embargo, dependerá de lo que ocurra en siete estados clave (Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Nevada, y Georgia) y el margen allí es mucho más ajustado.

La próxima cita electoral será el próximo 1 de octubre, cuando el compañero de fórmula de Kamala Harris, Tim Walz, y el candidato republicano a la vicepresidencia, JD Vance, celebren un debate que se emitirá en CBS News.