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Illa reivindica una Cataluña que vincule "a todos sin distinciones" en su primera Diada como 'president'

  • Hace hincapié en su defensa de los servicios públicos en un discurso sin referencias a la cuestión territorial
  • Defiende también la acogida de migrantes: "Todos los que vienen a mejorar Cataluña son catalanes"

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El presidente catalán, Salvador Illa, durante su discurso
El presidente catalán, Salvador Illa, durante su discurso

El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha defendido que Cataluña es y debe ser "un proyecto colectivo" que "vincule a todos y a todas sin distinciones". Lo ha hecho en su primer mensaje institucional por la Diada al frente del gobierno catalán, en la que ha reivindicado que el día de esta comunidad pertenece "a todos los catalanes y a todas las catalanas".

El dirigente socialista ha hecho hincapié este martes, en la víspera del 11 de septiembre, en la necesidad de que los servicios públicos "recuperen la excelencia" que merecen los ciudadanos, un mensaje en el que insistió en la pasada campaña electoral de mayo.

"Una nación próspera y justa para todos se construye de verdad en las aulas, en los centros de atención primaria, en las bibliotecas, en los centros para gente mayor y en las calles y plazas de unos barrios seguros", ha asegurado en el discurso emitido por TV3, haciendo referencia a la seguridad, otro de los grandes ejes de acción que plantea para la legislatura.

Además de los servicios públicos, ha mencionado como prioridades "garantizar el derecho a la vivienda", unos "salarios dignos" para los trabajadores y la "plena igualdad entre hombres y mujeres", tres retos que comparten tres premisas: "Generar prosperidad compartida, gobernar con las prioridades correctas y para todo el mundo".

Sin menciones a la cuestión territorial ni a la amnistía

Más allá del contenido de su breve discurso, destacan también las ausencias. Illa no se ha referido a la independencia, al encaje de Cataluña en España ni a la amnistía a los líderes del 'procés', referencias que han estado presentes en los discursos de sus predecesores en el cargo en la última década, todos ellos independentistas: Pere Argonès (ERC), Quim Torra, Carles Puigdemont y Artur Mas (de Junts o CiU).

Tampoco ha hablado de la financiación "singular" para la comunidad pactada por su partido, el PSC, y ERC a cambio del apoyo de estos a su investidura.

Otra diferencia con Aragonès es la localización del discurso. Illa vuelve al emplazamiento habitual en el Palau de la Generalitat, después de que el dirigente republicano lo hicieran en distintos lugares de Cataluña, como el fórum romano de Empúries o el hospital de Sant Pau.

Concretamente, Illa ha elegido las cuatro columnas de la Llotja de Llevant para resaltar el simbolismo de las cuatro barras de la bandera catalana. Ha estado acompañado de un busto de Josep Tarradellas, primer presidente catalán tras el fin del franquismo, para "reivindicar su figura, su capacidad de diálogo y su perseverancia".

Cataluña, una "tierra de acogida" para los inmigrantes

Sí que ha hablado Illa de la inmigración, en pleno debate por el aumento de llegadas irregulares a España. Ha incidido en que "Cataluña se ha hecho a sí misma gracias al trabajo de generaciones de personas venidas de los pueblos de España y del resto del mundo" y ha descrito la inmigración como "una emergencia global fruto de la desigualdad en el mundo que ningún país puede resolver por sí solo".

"Cataluña siempre ha sido una tierra de acogida y solidaria, y ahora volverá a ser ejemplar", ha reivindicado, para después afirmar que "todos los que vienen a mejorar Cataluña son catalanes".

El presidente catalán ha recordado que el mundo vive "cambios profundos y acelerados" a niel económico, ecológico o ambiental, unos cambios que presentan "riesgos y también oportunidades". Para esquivar los riesgos y aprovechar las oportunidades, ha aseverado, "es importante poner el acento en lo que nos une". "Hace falta que confiemos en nosotros, en Cataluña y su pluralidad".

"Tengo confianza en el país y su gente", ha resaltado, recordando que Cataluña "viene de lejos". Ha mencionado sus dos visitas recientes al Monasterio de Poblet —donde reunió a su Govern— y a la Abadía de Montserrat: "Dos referentes, Poblet y Montserrat, que nos recuerdan nuestras raíces y que nos proyectan al futuro". Entronca así con su defensa del "humanismo cristiano" que ya pronunció en la presentación de su Ejecutivo hace un mes.