Israel admite que probablemente mató "sin querer" a la activista turco-estadounidense en Cisjordania
- La joven de 26 años falleció tras de recibir un disparo del Ejército israelí durante una protesta
- El secretario de Estado de EE.UU. califica su muerte de "injustificada"
El Ejército israelí ha reconocido este martes que sus fuerzas probablemente mataron "sin querer" a la activista turco-estadounidense Aysenur Ezgi Eygi durante una protesta cerca de la localidad de Nablus, en Cisjordania, el pasado viernes.
Tras una investigación sobre los hechos, el Ejército ha asegurado que "es altamente probable que fuera alcanzada sin querer por fuego israelí que no iba dirigido a ella", sino contra un presunto instigador en una manifestación que ha calificado de "disturbio".
Israel no ha dado más detalles sobre quién era el objetivo de su ataque durante una marcha semanal organizada por el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM, según sus siglas en inglés) contra la expansión de asentamientos judíos en Cisjordania que, según testigos, transcurrió de manera pacífica.
La activista de 26 años falleció el viernes después de recibir un disparo del Ejército israelí que le provocó heridas graves en la cabeza mientras participaba en la marcha. Las fuerzas israelíes reprimieron la protesta con munición real, granadas y gases lacrimógenos.
El gobernador de Nablus, Ghassan Daghlas, aseguró este sábado que la autopsia realizada a Aysenur Ezgi Eygi confirmó que murió por un disparo en la cabeza realizado por un soldado israelí. Las autoridades israelíes han solicitado realizar su propia autopsia al cuerpo de la activista.
La joven era voluntaria en el ISM (International Solidarity Movement) en una campaña destinada a proteger a los agricultores palestinos de los colonos israelíes. Cientos de personas participaron este lunes en una marcha funeraria por la activista en Nablus. Con el cuerpo envuelto en una bandera palestina y el rostro rodeado de una kufiya, la activista fue cargada en una camilla por los guardias de honor con uniforme verde y luego por sus amigos más cercanos.
El caso recuerda a la muerte de la periodista de la cadena catarí Al Jazeera Shireen Abu Aqleh, palestina-estadounidense de 51 años, que murió hace más de dos años de un disparo en la cabeza durante una redada del Ejército israelí en la ciudad de Yenín, al norte de Cisjordania. A pesar de que las pruebas apuntan a la responsabilidad de un francotirador israelí, el Estado hebreo sigue negándose a abrir una causa penal.
"Las investigaciones son un mecanismo para asegurar la impunidad de Israel"
El veterano activista israelí que participó en la protesta en la que murió la joven, Jonathan Pollak, ha indicado a EFE que los soldados permanecieron apostados en una colina a más de 200 metros de los manifestantes, desde donde tenían "una línea de visión clara" de a qué disparaban.
"Sabemos que estas investigaciones son un mecanismo para asegurar la impunidad [de las fuerzas israelíes]", ha advertido Pollak sobre las pesquisas anunciadas por el Ejército tras el incidente.
En un comunicado rechazando los resultados de las pesquisas, el ISM también ha pedido una investigación independiente del suceso. "La versión del Ejército se basa ciegamente en la de los cómplices, que contradice completamente los testimonios de numerosos testigos oculares", ha asegurado el grupo.
Los activistas han explicado que las fuerzas armadas mezclan dos episodios diferentes en su versión de los hechos: una pequeña confrontación en la que se quemaron neumáticos en lo alto de una colina cercana, y el momento de los disparos, que tuvieron lugar media hora después. Ya el mismo día del suceso, los militares dijeron que habían abierto fuego para mitigar la amenaza de "un instigador" que estaba lanzando piedras contra los soldados, algo que refutaron los testigos.
Blinken califica la muerte de la activista de "injustificada"
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha afirmado que la muerte de la activista turco-estadounidense fue "no provocada e injustificada" y que muestra que las fuerzas de seguridad israelíes necesitan hacer algunos cambios fundamentales en sus reglas de intervención.
"Nadie debería ser disparado y morir a tiros por asistir a una protesta", ha señalado en una rueda de prensa desde Londres, en uno de sus comentarios más duros hasta la fecha contra el Ejército israelí.
"A nuestro juicio, las fuerzas de seguridad israelíes deben hacer algunos cambios fundamentales en la forma en que operan en Cisjordania, incluidos cambios en sus reglas de intervención", ha subrayado.