La polémica Ágatha Ruiz de la Prada inventa el 'antidesfile': "Yo en el fondo me río de esto"

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Ágatha Ruiz de la Prada estrena la MBFW Madrid

La polémica persigue una vez más a Ágatha Ruiz de la Prada que, tras estar en Argentina, ha definido a Javier Milei, el presidente de Argentina, como estrella del rock. "Es uno de los hombres más atractivos del planeta. Yo creo que no hay un político tan visionario como él", ha dicho ahora a EFE sobre el revuelo de las declaraciones que hizo en Buenos Aires, en las que decía del presidente que es "lo más caótico, divertido e inteligente que hay. Los calificativos que emplea para describir a Milei podrían servir para hablar de su moda, intencionadamente caótica, siempre divertida y, como ha demostrado en estos años, muy inteligente.

Ágatha se ríe de todo

Su carrera en la moda es una de las más largas y exitosas, y la mayor parte de ella está ligada a esta pasarela, que comenzó su andadura en febrero de 1985, como Pasarela Cibeles, con grandes como Antonio Alvarado, Domingo Córdoba, Jesús del Pozo, Jorge Gonsávez, Juan Rufete, Manuel Piña, María Moreira y Pedro del Hierro. Seis meses después llegó Ágatha y desde entonces no ha faltado a esta pasarela, que el próximo año está de celebraciones.

Es una buena excusa para mirar atrás, para revisitar y poner en valor lo hecho, lo conseguido. La voz en off de la diseñadora abre el desfile con toda una declaración de intenciones. "Yo, en el fondo, me río un poco de esto". Luego la música del pasado ha acompañado a las modelos del presente con prendas que vienen y van en el tiempo. "Hemos intentado hacer el antidesfile y contar su historia", dice Carlos, su nuevo director de arte. Estrellas televisivas, como Yola Berrocal y Sonia Monroy, han compartido bancada con compañeros de la diseñadora, como Modesto Lomba y Juan Carlos Mesa, que trabajó con ella durante años.

Diseño de Ágatha Ruiz de la Prada EFE/ Daniel González

La psicología del color

27 modelos lucen prendas que quieren gustar a mujeres diferentes, todo "muy punk, con mucho maxi y mucho pastiche". Vemos piezas con cintería o con pétalos de color. Los círculos están muy presentes, a veces para conjugar colores: mezclar un redondel azul con otro amarillo para tener un alegre verde. "Con Ágatha he aprendido la psicología del color", dice Carlos. El patchwork de texturas y la camisería contrastan con un vestido-peto enorme que lleva el pecho cubierto por una flor enorme.

Diseño de Ágatha Ruiz de la Prada EFE/ Daniel González

En el desfile, convertido en un escaparate de todo lo que produce con sus licencias, las modelos han hecho un acting, regalando frascos de colonia a los invitados. Y no ha faltado el momento piña de Mercadona. "Me apetece renacer, y estoy en un momento en el que me apetece cambiarlo todo. No ha faltado el vestido de novia, en blanco, que es el resultado de mezclar todos los colores. Luego está la estrella, la falda Pirámide, que es el punto de conexión de aquella joven diseñadora que empezó a trabajar en el estudio de Pepe Rubio cuando tan solo tenía 20 años. Pero esa es otra historia y es mejor que la cuente ella.

Diseño de Ágahtha Ruiz de la Prada EFE/ Daniel González

Con Ágatha Ruiz de la Prada y Acromatyx, que han hecho el segundo desfile del día, el epicentro de los desfiles se traslada a Ifema. Pero todavía resuenan los ecos del desfile de Devota&Lomba, que abrió Madrid es Moda, Maison Mesa, celebrado junto al estanque de El Retiro, y los de Moisés Nieto y Pilar Dalbat, los últimos de esta plataforma que precede a MBFWM.