Síndrome de Diógenes digital: el almacenamiento compulsivo de fotos puede pasarnos factura
- Hacemos y recibimos cientos de fotos sin seleccionar las que realmente nos interesan
- Borrar y seleccionar bien lo que subimos a la nube es bueno para nuestra salud y la del planeta, dicen los expertos
¿Cuántas fotos y vídeos tenemos acumulados en el móvil? Y ya no solo las que hacemos nosotros mismos, sino las que nos envían también. Nuestros móviles están hasta arriba y parece ser que no borramos información hasta que el propio teléfono móvil nos avisa de que la memoria está llena. Este almacenamiento compulsivo de archivos digitales puede pasar factura.
Los psicólogos ya conocen este comportamiento, se llama Síndrome de Diógenes digital. "Empiezan a almacenar compulsivamente información digital. Les da miedo y les angustia perderlo. Y eso que es una información desorganizada", explica la psicóloga, Alba García.
El tiempo, la vaguería o frases como "luego se va todo a la nube", son algunas de las excusas utilizadas. Más del 70% de las personas entre 25 y 50 años de edad no recuerda haber borrado archivos antiguos en el último mes, y a 9 de cada 10 les costaba diferenciar lo que querían conservar de lo que no necesitaban en sus teléfonos, según un estudio del Instituto de Marketing Digital TEDKI.
Las TIC generan un 4% de los gases de efecto invernadero
Pero subir sus fotos a la nube no es tan inocuo como puede parecer. Necesita servidores en la tierra y eso contamina, ya que consumen espacio y, con ello, energía.
El sector de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) es responsable de la emisión un 4% de los gases de efecto invernadero. Un porcentaje que parece pequeño a no ser que lo comparemos con otros sectores. "El transporte ocupa más o menos el 25% de estos gases", cuenta Ignacio Olmeda, del Laboratorio de Finanzas Computacionales UAH.
Por este motivo, hacer el esfuerzo de borrar es bueno para nuestra salud y la del planeta.
Pero no solo se suben nuestras fotos a la nube. Estos servidores almacenan también grandes cantidades de datos de, por ejemplo, hospitales. Unos datos necesarios que requieren de espacio. Por lo que quizá podemos plantearnos qué almacenamos en la nube, antes de subirlo.