El presidente de Senegal convoca elecciones anticipadas seis meses después de su investidura
- Con la celebración de comicios anticipados espera obtener la mayoría
- Faye ganó las elecciones en marzo y se convirtió en el dirigente electo más joven de África
El Presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, ha disuelto el jueves el Parlamento, dominado por la oposición, allanando el camino para unas elecciones legislativas anticipadas seis meses después de su investidura.
Con la celebración de comicios anticipados, el Gobierno de Faye, que cuenta con un apoyo minoritario en la cámara, espera obtener una mayoría parlamentaria que le permita aplicar su ambicioso programa económico, centrado en una menor dependencia extranjera.
Las nuevas elecciones tendrán lugar el 17 de noviembre, ha dicho el mandatario en un discurso televisado. En él ha pedido a los votantes que siguieran confiando en su partido para poder llevar a cabo la "transformación sistémica que prometí".
Según los analistas, el PASTEF, su partido, tiene grandes posibilidades de conseguir la mayoría, dada su popularidad y el margen de victoria que obtuvo en las elecciones presidenciales del pasado marzo.
Por su parte, la plataforma opositora Benno Bokk Yaakar, dirigida por el expresidente Macky Sall, ha condenado la medida. Sus rivales políticos han afirmado que Faye había convocado una sesión legislativa con falsos pretextos para anunciar la disolución y le han acusado de mentir bajo juramente.
El dirigente electo más joven de África
Faye, de 44 años, ganó las elecciones el pasado marzo con una plataforma antisistema para convertirse en el dirigente electo más joven de África, menos de dos semanas después de salir de la cárcel.
Durante la campaña presidencial, prometió amplias reformas para mejorar el nivel de vida de los senegaleses, como la lucha contra la corrupción, la revisión de los permisos de pesca para las empresas extranjeras y la obtención de una mayor parte de los recursos naturales del país para la población.
Su ascenso al poder ha reflejado la frustración generalizada entre los jóvenes senegaleses en relación con la dirección del país, un sentimiento común en toda África, que tiene la población más joven del mundo y varios dirigentes acusados de aferrarse al poder durante décadas.