Estados Unidos: el voto de la percepción
- La percepción de la realidad influye más en el sentido del voto que los datos de esa realidad
- Factores psicológicos y mediáticos contribuyen a distorsionar la realidad y a verla más negativa de lo que es
Lindsey Graham es un veterano senador de los Estados Unidos, del Partido Republicano. En sus inicios trabó una relación muy estrecha con el senador John McCain, a quien decía considerar su mentor. McCain ha pasado a la historia como un conservador moderado, capaz de alcanzar pactos con el otro partido, el Demócrata, Graham, sin embargo, hoy es un fiel escudero de Donald Trump.
El expresidente se ha hecho con el viejo partido conservador hasta transformarlo en un partido a imagen y semejanza suya, en el que muchos militantes y votantes republicanos no se reconocen. Hago esta introducción porque hace unos días en el programa Hard Talk de la BBC Stephen Sackur entrevistó a Lindsey Graham y el senador dejó algunas respuestas para la reflexión.
¿Datos? No importan, si yo no me los creo
-(El periodista) "Según datos oficiales, durante el gobierno de Joe Biden y Kamala Harris se han creado 16 millones de empleos, y en las últimas décadas los gobiernos demócratas [del Partido Demócrata] son los únicos que han creado puestos de trabajo.
-(Lindsey Graham) Pero no es lo que el 65% de la población cree.
-(p) Esa no es mi pregunta. Lo que yo le digo son cifras, es la realidad constatada por organismos independientes.
-(L.G.) Entonces, ¿por qué la mayoría cree que el país va mal?
-(p) Tal vez porque ustedes [la campaña de Trump] manipulan los datos, no cuentan la verdad.
-(L.G.) O tal vez porque esos datos no concuerdan con lo que la mayoría siente".
(...)
-(p) "Los datos importan: la inflación durante el gobierno Biden-Harris ha bajado, ustedes acusan a Kamala Harris de ser blanda con la delincuencia, pero en California consideran que fue una fiscal dura, y la realidad de los datos es que el número de delitos con violencia y los asesinatos han bajado durante el gobierno Biden-Harris. Son datos de organismos oficiales.
-(L.G.) "No lo compro, no acepto esos datos porque no son verdad".
Lo subjetivo, lo que creemos, lo que sentimos, nuestra voluntad de querer o no aceptar la realidad pesa tanto o más que la verdad de los datos. La polarización llega hasta el punto de ver dos realidades donde hay una, como dijo al inicio de la presidencia Trump una de sus asesoras, "hay una hechos alternativos".
Percepción y realidad
Es numerosa la literatura que hay entorno a esta dicotomía, a la distancia que hay entre nuestra percepción de la realidad y la realidad que ofrecen los datos objetivos. Y el consenso entre psicólogos y sociólogos es que la mayoría no decidimos el voto en función de los datos fríos, sino de nuestra percepción, subjetiva. Por ejemplo, los datos que aporta un artículo publicado en el danés Constructive Institute: "En Italia creen que hay un 26% de inmigrantes, la realidad es que son alrededor del 10%. En Francia creen que los musulmanes son el 30% de la población, cuando son alrededor de un 8%. En 30 países donde el número de asesinatos ha bajado sólo lo cree un 15% de los encuestados". El artículo lo escribe Bobby Duffy, del King's College de Londres con datos del centro demoscópico Ipsos MORI.
Duffy ha estudiado esa discrepancia entre la percepción y la realidad y resume en cuatro los factores por los que en nuestro cerebro se produce esa distorsión: primero, porque almacenamos más fácilmente la información negativa y eso lleva a la exageración de lo negativo. Segundo, por una tendencia psicológica a considerar, como ya escribió Jorge Manrique en su poema, que "a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor". Tercero, porque nuestra percepción de la realidad la dirigen en parte nuestras reacciones emocionales, por ello pretender corregir esas percepciones incorrectas sólo con hechos tiene un impacto limitado. Para frustración -añado yo- de quienes trabajamos con datos, con hechos. Y, cuarto, nuestro sesgo depende de nuestro prejuicios, de nuestras ideas preconcebidas. Si los datos coinciden con lo que yo pienso, me los creo, si no, no.
Percepciones sobre Kamala Harris y Donald Trump en los Estados Unidos
Los datos son del reputado Pew Research Center estadounidense, recogidos después de la Convención Demócrata y antes del debate presidencial entre la vicepresidenta y el expresidente. Kamala Harris goza de mejor percepción en algunos aspectos personales, le saca, por ejemplo, 19 puntos de ventaja como modelo de comportamiento (role model); 13, en realismo, alguien con los pies en el suelo; y 8 puntos de ventaja en honestidad.
Parecen buenas noticias para los demócratas, ¿no? No forzosamente porque, si lo que más cuenta es la percepción de la economía, las encuestas del Pew Research Center le dan la razón al senador Graham, la gran mayoría de los encuestados considera que la economía, al contrario de lo que dicen los datos, ha empeorado. Sólo un 25% considera que la economía va bien.
Percepción en un estado que puede ser decisivo
La Cámara Regional de Detroit, la ciudad más importante de Michigan, uno de los siete swing states, esos estados que inclinan la balanza de los votos electorales y de los que acaba dependiendo la victoria presidencial, publicó en mayo el contraste entre percepción y realidad que tenían los ciudadanos del estado con el elocuente titulo "Nuevo sondeo estatal: la distancia percepción-realidad indica una era de desinformación sobre economía, educación y democracia". En economía, que es lo que más preocupa, la diferencia es la siguiente.
Percepción: La confianza actual de los consumidores es inferior a la de la Gran Recesión (2008-2012), el 61% considera que la economía se está debilitando, sólo el 28% cree el dato real de la inflación y casi un 25% la sitúa por encima del 8%, más del doble de la realidad.
Realidad: Los indicadores económicos muestran una mejoría, el PIB aumentó un 3,4% en el último trimestre de 2023, el desempleo en Michigan se mantiene en el 3,9%. La situación económica de la mayoría no ha empeorado, el 60% está igual o mejor que antes del COVID-19. El 85% de empleados no teme perder el trabajo, más del 75% no ha tenido problemas en encontrar un empleo bien pagado. La inflación es de un 3,4%.
Dato ya no mata relato
Hay un dicho en periodismo que dice que "dato mata relato", pero parece que ha quedado obsoleto, el dato es impotente cuando el relato cuaja en buena parte de la ciudadanía. Los políticos lo saben, sólo así puede entenderse que un expresidente de los Estados Unidos, y candidato a volver a serlo, pueda decir que en Ohio los inmigrantes se comen las mascotas de los vecinos o que el derecho al aborto permite en algunos estados matar a recién nacidos. O que una tercera parte de los congresistas de los Estados Unidos siga negando el resultado de las elecciones de 2020, para quienes Joe Biden es un presidente ilegítimo, y sostienen que fue Donald Trump el ganador, a pesar de que se hicieron todas la investigaciones que pidieron y no encontraron pruebas de ese supuesto pucherazo. Entre esos congresistas hay 20 senadores, una quinta parte del Olimpo político estadounidense.
Los políticos siempre han sabido del poder de la emociones, miedo y odio, sobre la frialdad del dato.