'Star Wars Outlaws', la galaxia de George Lucas tenía un salvaje Oeste
- El primer juego de mundo abierto de la saga saca partido al legado de las películas
- El título de Ubisoft destaca por su ambientación y por los guiños a la saga en una aventura con personalidad
Lo que comenzó en 1977 como una arriesgada película de ciencia ficción que rendía homenaje a los seriales de Flash Gordon y Buck Rogers ha terminado por convertirse en uno de los iconos pop más reconocibles. En estas casi cinco décadas, Star Wars ha dado origen a una decena de películas, series de acción real y de animación y, por supuesto, videojuegos. Se ha andado mucho camino desde aquellas máquinas recreativas que simulaban con apenas unas cuantas líneas la batalla en la Estrella de la Muerte y ahora, por fin, llega el primer juego en el que podemos movernos por el mundo creado por George Lucas a nuestro antojo (aunque de una forma un poco limitada, como veremos).
No cabe duda de que el interés por Star Wars ha crecido desde que en 2012 Disney comprara Lucasfilm. Este interés también se ha traducido en nuevos juegos ambientados en la saga, como los estimables Jedi: The Fallen Order y Jedi: Survivor.
Tras esos dos títulos de Electronic Arts, ahora le toca dar su visión de ese universo a Ubisoft, seguramente la empresa con mayor experiencia en juegos de mundo abierto con sagas como Assassin's Creed o Far Cry. Star Wars Outlaws es la segunda colaboración consecutiva de Ubisoft con Disney, tras Avatar: Frontiers of Pandora. Como en aquella ocasión, el desarrollo ha estado a cargo del estudio sueco Massive Entertainment, que repite aquí el buen trabajo que hizo al adaptar el mundo creado por James Cameron.
¿Qué nos encontramos en 'Star Wars Outlaws'?
Ante todo, una aventura que aprovecha al máximo el legado cinematográfico sin abusar demasiado de la nostalgia. La historia se sitúa entre El imperio contraataca y El retorno del Jedi, un acierto que hace que el jugador se sienta como en casa en el interior de esas naves y bases que tantas veces ha visto en esas míticas películas. Además, hay cameos y referencias aquí y allá, sin llegar a entorpecer la trama en ningún momento.
La carismática protagonista del videojuego es Kay Vess. Abandonada cuando era niña por su madre, ladrona y hacker como ella, deberá buscarse la vida para lograr su sueño de tener su propia nave y escapar hacia un futuro mejor. Pero pronto, la que parecía ser su gran oportunidad se tuerce y se verá envuelta en un juego de intereses entre los sindicatos del crimen, el Imperio y los rebeldes.
Aquí entran en acción las lealtades, en un juego cuya historia da muchos giros y donde las traiciones son moneda común. Uno de los aciertos de Star Wars Outlaws es cómo refleja los bajos fondos del Imperio, en los que podemos conseguir casi de todo (armas, piezas o misiones), pero donde debemos desconfiar de casi todos. Los forajidos son por primera vez los protagonistas de un juego de Star Wars, lo que le da al juego un toque de película del oeste que no habíamos visto hasta ahora.
La historia de Star Wars Outlaws te obligará a tomar decisiones que ayudarán a un clan y perjudicarán a otro. Esto se traducirá en cambios en la reputación, muy importantes en el juego. Si tenemos una reputación buena en un clan nos permitirán circular libremente por su distrito y tendremos rebajas con sus comerciantes. Si la reputación es mala, tendremos vetado el acceso a su zona y habrá que recurrir a la infiltración.
Sigilo y, si todo se tuerce, disparos
Pese a su presentación como juego de mundo abierto, lo cierto es que gran parte de la acción se centra en infiltrarnos en bases y robar objetos, que pueden ser piezas de repuestos, datos o listas de información. Para introducirnos en esas bases contamos con la ayuda de Nix, una simpática criatura merqaal que nos acompaña en toda la aventura y puede colarse por rendijas y activar pulsadores, robar objetos y distraer a los enemigos. Una mecánica que aporta variedad a la hora de afrontar las misiones, pero que ya habíamos visto en otros títulos de Ubisoft como en los robots araña de Watch Dogs Legion.
Son precisamente estas fases de sigilo las que han generado más polémica en el lanzamiento de Star Wars Outlaws, ya que en algunas de ellas tendremos que volver a empezar si hacemos saltar las alarmas. La colocación de una de estas fases de dificultad alta en las primeras horas del juego ha provocado quejas de jugadores, y el director creativo ya ha anunciado que se va ajustar la dificultad de esa fase.
Cuando el sigilo no funciona y nos toca enfrentarnos a los soldados del Imperio o a otras facciones, tendremos a nuestra disposición un socorrido bláster que además podemos personalizar con diferentes diseños. Esta pistola no es demasiado potente y necesitaremos varios disparos para conseguir una baja, pero también podemos usar las armas que dejan los enemigos, más potentes aunque con munición limitada. Las situaciones de disparos, aunque repetitivas, son divertidas. No lo es tanto el hecho de que algunos enemigos tengan una inteligencia artificial pobre y no nos detecten al pasar a su lado.
Lo que sí es muy satisfactorio son los momentos bullet time. Cuando hayamos rellenado un marcador en la pantalla, podemos entrar en un tiempo ralentizado en el que marcamos a nuestros objetivos, que son eliminados por nuestro personaje de manera infalible cuando acaba ese tiempo. Un efecto muy cinematográfico con aires de western que proporciona momentos espectaculares. En este vídeo lo podemos ver en acción:
Junto a las fases de sigilo y tiroteo, tenemos también momentos de exploración y saltos que recuerdan a los mejores momentos de Uncharted o Tomb Raider.
La Cazaestelas y el speeder, dos maneras de moverse por el Imperio
Moverse a pie no es la única opción en el juego. Para ir más rápido por la superficie de los planetas tendremos nuestro speeder, que podemos personalizar y mejorar con las piezas que vayamos comprando a los mercaderes. Lo cierto es que esas mejoras en manejabilidad o velocidad no tienen un gran impacto en el juego y podemos pasar sin ellas.
El otro vehículo a nuestra disposición es la Cazaestelas, una nave que robamos al comienzo del juego y que debemos reparar tras un accidente para poder volver a salir al espacio exterior. Será nuestro punto de encuentro con el resto de la tripulación y la manera de desplazarnos por los cinco planetas del juego: Akiva, Kijima, Tatooine, Toshara y el inicial Cantonica. Como ya comentamos, es un juego de mundo abierto pero no ilimitado en el universo de Star Wars.
En el espacio podemos recuperar objetos de naufragios y también nos enfrentaremos a cazas TIE y a acorazados estelares, pero estas fases no están tan bien implementados como lo estaban en Star Wars Squadrons, por ejemplo.
¿Una cuadrilla a lo 'Ocean's Eleven'?
Cuando llevemos la mitad de las aproximadamente 30 horas que dura el juego se nos unirá a la aventura un droide, ND-5, que nos acompañará durante el resto de la historia. Junto a él debemos reclutar a una serie de especialistas para dar el golpe final: un artificiero, un hacker, un experto en droides... aunque como ya hemos dicho nada es lo que parece y habrá continuos giros en el guion.
A la sensación de estar protagonizando una película también ayuda la excelente banda sonora de Wilbert Roget II, con la suficiente personalidad que hace que nos olvidemos de John Williams.
CONCLUSIÓN
Star Wars Outlaws es uno de los mejores juegos de mundo abierto que ha dado Ubisoft en los últimos años. Aprovecha un escenario querido por millones de espectadores en el mundo y le da una personalidad propia, con personajes con carisma y un gran diseño de arte. En la parte negativa, la repetición de las mecánicas y una inteligencia artificial de los enemigos mejorable.