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El acusado por el crimen de Juana Canal declara que solo quiso apartarla y al verla muerta entró en pánico

  • El presunto asesino ha asegurado que Juana era el "amor de su vida" y que nunca la agredió
  • La Fiscalía y la acusación particular piden 15 años de prisión por homicidio

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Juicio del crimen de Juana Canal: el acusado declara que no tenía intención de matarla

Este martes la Audiencia Provincial de Madrid ha seguido con el juicio contra Jesús Pradales por la muerte de Juana Canal en 2003, que no trascendió hasta 19 años más tarde, cuando se hallaron huesos de la víctima en un paraje de Ávila. Esto provocó que se reabriera la causa y que el que era su pareja fuera detenido en 2022.

Durante esta sesión, Jesús Pradales, autor confeso de la muerte de Juana, ha explicado que en una discusión, que comenzó como otras porque, según él, la víctima tenía un problema de alcoholismo, le dio un empujón para apartarla mientras ella le pegaba. Al verla sin vida entró en pánico y descuartizó el cuerpo, en una acción que aún no cree que cometiera y por la que ha pedido perdón.

El acusado, que ha contestado a preguntas de todas las partes, y en ocasiones ha afirmado que no recordaba bien los detalles, ha dicho al final del interrogatorio que pedía perdón "otra vez" a la familia de Juana "por lo que hayan podido pasar estos años".

La versión de Pradales

Pradales ha relatado que la noche del 22 al 23 de febrero de 2003 tras llegar él de trabajar comenzó a discutir con Juana, no recuerda el motivo, ya que, ha asegurado que discutían habitualmente porque ella tenía un problema de alcohol, y de hecho él ha expuesto que solía preparar las maletas para irse de casa, pero al final se quedaba porque ella se calmaba.

Ese día Juana le zarandeó, le insultó y llegó a llamar a la Policía, que se fue al comprobar que no había pasado nada grave y que él se iba a ir. Tras marcharse los agentes él siguió haciendo las maletas y entonces la víctima le empezó a pegar, cogió las llaves del coche, su móvil, su reloj y 600 euros que amenazó con tirar por el inodoro.

En un momento dado, Juana entró en el dormitorio en el que el asesino confeso estaba sacando ropa, le pegó puñetazos en el brazo y patadas por lo que él extendió el brazo derecho para apartarla, mientras miraba hacia la puerta porque quería irse.

Mientras le dio ese empujón oyó "un golpe seco" al que no dio mas importancia y siguió sacando sus cosas, hasta que pasado un rato se preguntó dónde estaría ella, la buscó y vio la imagen "que nunca va a poder olvidar": Juana en el suelo, con la cabeza cerca de una mesilla de noche.

Entonces vio que no respiraba, pensó en llamar a una ambulancia pero no tenía el móvil, y mientras lo buscaba fue pensando lo que había pasado y "entré en pánico" al pensar que creerían que la había matado intencionadamente. "Estaba acojonado. Lo primero que se me ocurrió fue sacar todo de allí porque me iban a echar la culpa", ha confesado. Además, ha admitido que trató de sacar el cuerpo del piso cogido como si fuesen abrazados, pero no podía, y acabó descuartizándola en la bañera y metiendo los restos en dos maletas.

"No sabía qué hacer ni dónde ir", ha asegurado, hasta que pensó en la finca que su familia tenía en una localidad de Ávila en la que tenían herramientas, y condujo hacía allí. Luego eligió un sitio "al azar" para enterrar los restos. "Me lo dicen ahora mismo y yo no me creo que yo haya podido hacer eso", ha aseverado.

Durante el relato de los hechos, el acusado ha reconocido que dejó una nota como si la hubiera escrito Juana para "tapar" lo ocurrido, que es el mismo motivo por el que fue a un hospital a pedir un parte de lesiones y presentar una denuncia por agresión.

Pocos días después del suceso fue hasta la puerta de una comisaría de Policía pero no fue capaz de entrar, y ya más adelante solo quiso "pasar página". Por lo que nunca volvió a la finca, le "daba miedo hasta pasar cerca". También ha añadido que se enteró de la "aparición de los restos" en septiembre de 2022 por la tele.

Jesús Pradales ha acabado diciendo que Juana solía ser "agresiva" y "violenta", pero él lo había dejado todo por ella porque era "la mujer de su vida" y que nunca la agredió. Ante estas afirmaciones la Fiscalía le ha recordado que tiene una "denuncia previa por agredir a su mujer, en ese momento, en 2006".

Una testigo: "lo que ha contado no es cierto"

Ante esta confesión, la sobrina de la víctima, Virginia Castro, ha testificado que "lo que ha contado no es cierto", ya que su hermana "al día siguiente estuvo en la casa y en la casa no había ocurrido nada de eso, no había ni una gota de sangre. La casa no olía a lejía".

Antes de la declaración del acusado cada una de las partes han expuesto sus conclusiones provisionales, en las que la Fiscalía ha pedido 15 años de cárcel por homicidio al considerar probado que golpeó a Juana Canal con la intención de matarla o sabiendo que podía hacerlo. También el fiscal ha reconocido que de cara al juicio hay "pocos datos" porque el cadáver se encontró 19 años después, pero sí está clara la actitud del acusado de ocultar el crimen durante años.

Por su parte el letrado de la familia de Juana, Juan Manuel Medina, ha explicado que pide 15 años por homicidio intencionado con la agravante de género, en una vista oral en la que ha admitido que no hay "prueba de cargo" para condenar a Pradales, pero tampoco "hay absolutamente ningún precedente de un descuartizamiento que se produzca después de un homicidio accidental".

"Juana Canal no solo murió ese día, Juana Canal ha muerto muchas veces a lo largo de estos años", en los que no se investigó a fondo lo ocurrido, ha sostenido el letrado. A su vez, ha expresado que no condenarlo sería volver a hacerlo, ya que se trata de "una víctima de la violencia de género", aunque entonces no hubiera aún una ley que así lo recogiera.

La sobrina de Juana ha explicado que "no hay pruebas como para poder hacer justicia" por lo que piden que se "cumpla lo máximo posible y eso será su castigo".