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Uno de cada diez españoles niega la existencia del cambio climático

  • La mayor parte de la población reconoce la urgencia del problema, aunque se resiste a un cambio de hábitos
  • A 8 de cada 10 españoles les preocupa el cambio climático

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Pancarta sobre cambio climático
Manifestación contra el cambio climático GETTY

El último verano ha vuelto a romper récords de temperatura en todo el mundo, aunque uno de cada diez españoles niega la existencia del cambio climático. Así lo revela el primer Estudio nacional sobre percepción ciudadana ante el cambio climático, elaborado por la Fundación AXA y Sigma2, presentado este martes. El negacionismo es superior entre los hombres frente a las mujeres y en la franja de 45 a 64 años. Entre los expertos se ha extendido el término “amnesia climática” para explicar este fenómeno. La expresión hace referencia a la alteración de la percepción de las condiciones climáticas normales en el pasado, que conduce a normalizar eventos extremos, antes inusuales, como el aumento de las DANAs, los incendios y los récords de temperatura. 

El estudio, que analiza el conocimiento, preocupación, riesgo percibido, responsabilidades, medidas y comportamiento de la sociedad española ante el cambio climático, refleja que más de la mitad de la población considera tener un conocimiento medio sobre este fenómeno y una cuarta parte lo califica de alto o muy alto. Esta percepción aumenta entre las personas con un nivel superior de estudios y entre las generaciones más jóvenes.

Un fenómeno que se agrava por la acción humana

Entre quienes sí reconocen la existencia del cambio climático, más del 80% considera que se ha agravado en los últimos años y más del 70% cree que se debe principalmente a la acción humana. Es la opinión mayoritaria en todas las comunidades autónomas, aunque se acentúa en Canarias y la Comunidad Valenciana, frente a Andalucía, Castilla y León y la Comunidad de Madrid. También se observan diferencias entre las causas percibidas de la crisis climática, según la región. A pesar de ello, la deforestación es el aspecto más importante para el conjunto de la población. Además, cuatro de cada cinco encuestados expresa preocupación por cómo aumentarán los fenómenos meteorológicos extremos.

El cambio climático como principal problema global

Las mujeres y las personas jóvenes son las que manifiestan una mayor preocupación sobre los efectos del cambio climático en la salud. Existe consenso en torno a la urgencia de tomar medidas para frenar el cambio climático, que se posiciona como el problema más importante que afronta la humanidad para casi un 25% de los encuestados. Se sitúa por encima de los conflictos armados y el terrorismo (20%). La percepción de urgencia exhibe un descenso entre las personas de un nivel económico alto.

Canarias es la comunidad autónoma que registra una mayor preocupación por el impacto del cambio climático en la vivienda, la situación económica y laboral y la alimentación.

Falta de compromiso de los agentes sociales

En cuanto a la atribución de responsabilidades, los hombres son quienes depositan en mayor medida sus expectativas sobre los organismos internacionales. En contraposición, las mujeres y las personas de 65 años y más otorgan una importancia destacada a la labor individual y el papel de la sociedad civil. Los organismos internacionales, la Unión Europea y el Gobierno de España son los agentes de los que se espera un papel más activo por parte del conjunto de la población, que detecta un grado de implicación escaso especialmente de las empresas privadas.

Del negacionismo al "retardismo" del cambio climático

Hábitos cotidianos para reducir la huella ambiental

A pesar de la sensación de urgencia y la exigencia a los agentes sociales, el informe detecta una disposición muy limitada a la hora de aplicar un cambio de hábitos cotidianos para reducir la huella ambiental. Casi nueve de cada diez personas apuestan por impulsar mecanismos de aprovechamiento del agua y promover la reforestación y el uso de biofertilizantes. Sin embargo, se muestran reticentes respecto a cambiar sus comportamientos del día a día. Este aspecto varía en función de los hábitos. El ámbito del reciclaje y la moda son los que cuentan con mayor disposición. En el extremo opuesto, se encuentra la movilidad, la alimentación y el turismo.

El grado en el que los encuestados consideran que sus acciones son suficientes para contribuir a mitigar el cambio climático se sitúa en un punto medio. Destaca la lucha contra el desperdicio de alimentos y el reciclaje. El alto coste de los productos disuade de implementar comportamientos más sostenibles, aunque más de la mitad cree que es bastante o muy necesario reducir el nivel de confort de las personas, en beneficio del medioambiente.