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España es el país de la OCDE que más segrega por renta al alumnado entre escuela pública y concertada

  • Según Save the Children, las regiones más ricas cuentan con más estudiantes en el modelo concertado
  • La falta de ayudas y de financiación pública impide a las familias vulnerables acceder a esos colegios

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España lidera la desigualdad entre colegios concertados y públicos del mundo desarrollado, según un informe

España es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que más segrega a los alumnos entre escuela pública y concertada según su situación socioeconómica. Así lo ha destacado este miércoles un informe de Save the Children.

El coste de las escuelas concertadas en España es "inasumible" para las familias con menos recursos, según la ONG. La falta de ayudas y de financiación pública impide a las familias vulnerables acceder a ese modelo de enseñanza, normalizado en países como Portugal, Reino Unido o Países Bajos.

Una familia con dos hijos y unos ingresos anuales de unos 9.100 euros tendría que dedicar casi un 26% de sus ingresos a la escuela concertada, teniendo en cuenta el pago de unas cuotas mensuales de unos 100 euros.

Y es que España es el quinto país de la OCDE donde la financiación privada de la escuela concertada es más elevada y las familias asumen un coste del 22% del total, mientras que el Estado subvenciona el 80%. Solo por delante están Francia, Australia, Dinamarca y Estonia. Países como Suecia, Reino Unido, Países Bajos, Turquía o Eslovaquia pagan el 100% de la enseñanza concertada.

El perfil socioeconómico de los alumnos de las escuelas públicas y concertadas es más parecido en aquellos sistemas educativos donde la escuela concertada recibe mayor financiación pública y a medida que aumenta la financiación privada de una escuela, principalmente a través del cobro de cuotas a las familias, la proporción de alumnado vulnerable disminuye.

En el caso español, por cada 10 puntos porcentuales que aumenta la financiación privada de los centros escolares (equivalente a unos 50 euros mensuales), la matriculación de alumnado socioeconómicamente desfavorecido disminuye en unos 1,3 puntos porcentuales en esos centros, y la de alumnado con origen migrante en 0,9 puntos porcentuales.

Más escuelas concertadas en regiones más ricas 

Por otra parte, las regiones más ricas cuentan con más alumnado en el modelo concertado. El estudio no vincula la educación concertada a factores como la religión o la filosofía pedagógica del centro. De hecho, en comunidades donde hay mayor porcentaje de creyentes la enseñanza concertada es menos habitual.

En Euskadi, Comunidad de Madrid, La Rioja, Navarra y Castilla y León al menos uno de cada tres estudiantes esta matriculado en un centro concertado, mientras que en Ceuta, Extremadura, Canarias, Melilla, Andalucía y Castilla-La Mancha, menos de uno de cada cuatro estudiantes asiste a dichos centros. 

"La escuela concertada no prolifera donde existen familias más religiosas, sino donde estas tienen suficiente capacidad financiera para pagar las cuotas que la mayoría de las concertadas necesitan para ofrecer servicios educativos de una calidad equivalente a las escuelas públicas", señala el investigador Alfonso Echazarra.

Save the Children, además, apunta que no existe brecha en el rendimiento académico entre la enseñanza pública y la concertada. 

Fondos adicionales para el alumnado vulnerable 

En el informe, la ONG pide mejorar el sistema de concierto, con más financiación del Estado y con fondos adicionales por alumno en función de su vulnerabilidad.

"Una actualización de los módulos económicos por unidad escolar, tal como estaba en el acuerdo de Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar", incide el director general de la ONG, Andrés Conde, que también apuesta por tomar como ejemplo el modelo del sistema catalán, donde hay una financiación adicional según la pobreza de las familias.

Asegurar la gratuidad a través de una Inspección Educativa o una Oficina de Gratuidad, eliminar las cuotas que hacen pagar los concertados e igualar los criterios de admisión en todos los centros y que sean implantados por las consejerías, son otras de las medidas que apunta Conde. Todo ello junto con una supervisión en la inspección educativa y el mismo acceso a becas para todo el alumnado.

"Todas estas medidas producirían una reducción significativa en la segregación y mejora de la equidad y de la educación", recalca.