Ana Ibáñez, madre y neurocientífica, sobre la maternidad: "Tengo que cuidarme para poder cuidar"

• Cuando una mujer es madre pasa por unos procesos que la preparan para cuidar del bebé, según la experta
• El deporte es una de las herramientas para cuidar de una misma durante la maternidad

Bébé recien nacido GETTY

Con el tiempo ha evolucionado el rol de la madre y se ha descentralizado la atención exclusiva al recién nacido. Ahora también cobra importancia atender la salud de la madre durante el embarazo, el postparto y las primeras etapas de la maternidad. "Yo creo que cuando cuidamos a la madre cuidamos a la familia. Al final no solo se ve beneficiada la madre en primer lugar, sino también el entorno familiar es mucho más saludable", afirma la matrona y enfermera, Celia Padilla.

También la neurocientífica y madre, Ana Ibáñez, añade que al cuidar de ti misma, "estás enseñando a tus hijos una lección incalculable sobre amor propio y autocuidado". Una de las formas de cuidar de una misma es haciendo deporte, apunta la exnadadora y entrenadora personal, Crys Dyaz, que considera que fue una herramienta esencial en maternidad que le ayudó en su recuperación física y emocional.

Estas tres mujeres se han reunido este jueves en Madrid para reflexionar sobre el rol de madre y de cómo y quién cuida a las mamás, dentro de una iniciativa lanzada por NIDINA (Nestlé) que busca empoderar a las madres para fomentar su bienestar emocional y físico, tras una encuesta en la que constataron que nueve de cada diez madres reclaman más información durante esta etapa de su vida. Además, el 80% de ellas le gustaría contar con más apoyo emocional y hasta un 50% desearía un acompañamiento en el bienestar físico.

El estudio también reveló que más del 60% de las madres necesitaron consejos sobre su salud en el embarazo y el postparto, y a un poco más del 60% le interesa recibir información sobre cómo manejar la relación con su pareja.

Nacen 156.202 bebés en la primera mitad de año, un 0,28% más que en 2023 y un 25% menos que hace una década.

Ser madre es una "revolución absoluta"

Cuando una mujer se convierte en madre, Ana Ibáñez asegura que pasa por una "revolución absoluta, biológica, emocional y neurológicamente". Desde el momento en que la mujer sabe que va a ser mamá "empieza un proceso de transformación muy potente", ya que su biología la prepara para cuidar al bebé y tener el instinto de protección.

Ana, aconseja, que en ese momento lo que se necesita es "encontrar tiempo para una misma". Además, a esto se le suma que "nuestra identidad anterior" se borra un poco y "nos convertimos en unas absolutas generadoras de la oxitocina". El cerebro cambia la identidad a la que una está acostumbrada y "comienzas a ponerte en segundo lugar", porque en primer lugar está cuidar al recién nacido.

Por lo que para que las madres estén bien, esta profesional recomienda que las mamás se prioricen y sean capaces de decirse así mismas: "Tengo que cuidarme para poder cuidar". "Ahí está la clave para no perder la identidad", asegura.

Imagen de las ponentes: Ana Ibáñez, Crys Dyaz y Celia Padilla (de izquierda a derecha)

El sentimiento de culpa persigue a las madres

Siguiendo la misma línea, Ibáñez explica que es la propia biología la que lleva a las madres a sentir culpa, dado que les hace pensar que si levantan "un poco la atención" de sus hijos, les importan menos. "Eso es falso", afirma. Si la madre está bien, el bebé estará bien, pero en cuanto ella esté mal, "todo el equipo cae".

Para gestionar el sentimiento de culpa, se tiene que pensar en cuál es el objetivo final. Esta experta apunta que si el fin es "vivir una maternidad saludable" sabiendo que no eres perfecta, que vas a cometer errores, que tendrás días buenos y malos, que con tu pareja sois un equipo y tienes la capacidad de reírte de "las cosas que estás haciendo mal", es decir, tienes otra perspectiva de cómo "tiene que ser la maternidad" y empiezas a ser más flexible. "Entonces la culpa ya no tiene sentido, lo que tienes es responsabilidad de hacer esa maravillosa labor bien".

Afrontar cambios en la relación de pareja

"Yo creo que la llegada de un hijo puede dinamitar la relación", expresa la matrona y enfermera, Celia Padilla. Para ella es porque ya no se debe "poner tanto el foco en la pareja", puesto que se pasa a ser una familia y a cuidar el bienestar familiar. "Al final, cuando nos cuidamos entre nosotros, acaba habiendo un buen clima familiar", afirma.

Este cambio sucede durante los primeros meses en los que, según esta matrona, puede surgir "mucha tensión" y es "inevitable que esos desafíos cuesten al principio enfrentarlos". "Es cuestión de entender que se trata de un proceso temporal que con los meses nos vamos a ir encontrando", explica.

A su vez, añade que el primer paso para poder "participar de una relación amorosa y sana" es que ambas partes sean conscientes del esfuerzo de la madre. Estas hacen "un esfuerzo titánico con la maternidad, ponen su cuerpo en primera instancia al servicio de crear una vida sana. Es su prioridad". Por ello, Celia expresa que la pareja tiene que valorarlo, reconocerlo y estar presente.

Ante esto, Crys Dyaz, recuerda que la importancia de que el padre esté y que ambos formen un equipo. “Entre los dos tenemos que llegar al 100%, cada día, a veces entre los dos llegas al 20%, pero hay que intentar equilibrar”.

El deporte ayuda a la mente y al cuerpo

Todos sabemos que el deporte ayuda a la salud física y mental y desde la perspectiva de la exdeportista y entrenadora personal, Crys Dyaz, es "absolutamente fundamental introducir el movimiento o deporte en la maternidad". Aparte de los beneficios físicos, hormonales y metabólicos, Dyaz expresa que hacer ejercicio ayuda a "afrontar las situaciones cambiantes" que vienen con la maternidad y "pueden condicionar nuestro bienestar emocional".

Por lo que esta entrenadora personal aconseja que cada madre encuentre su momento adecuado para empezar la actividad física porque de esta forma se estarán dando prioridad a ella misma y en consecuencia a su familia y bebé.