'Solos en la noche': el 23F como comedia humanista

• Se estrena la película de Guillermo Rojas que recrea la noche de unos abogados laboralistas
• Participada por RTVE, está protagonizada por Félix Gómez, Paula Usero y Pablo Gómez-Pando entre otros

Imagen de 'Solos en la noche', de Guillermo Rojas. RTVE

Que el cine español está revisando la Transición desde distintos ángulos es un hecho: al actual éxito en salas de El 47, de Marcel Barrena, podemos añadir títulos tan recientes como Te estoy amando locamente, de Alejandro Marín, o Modelo 77, de Alberto Rodríguez. A estos se suma esta semana en cines Solos en la noche, donde el cineasta Guillermo Rojas parte de una anécdota real de su padre para recrear, desde la comedia humanista, la noche de incertidumbre del 23F de un grupo de abogados laboralistas de una ciudad andaluza.

“La historia es una inspiración libre basada en vivencias y anécdotas, pero sobre todo en la magia y espíritu de mis padres y compañeros de esa época”, resume en director en una entrevista con RTVE.es. Félix Gómez, Pablo Gómez-Pando, Paula Usero, Andrea Carballo, Alfonso Sánchez y Beatriz Arjona dan vida al grupo.

Solos en la noche arranca cuando los trabajadores del despacho de abogados, jóvenes e idealistas de la izquierda de entonces, escuchar atónitos por la radio la entrada de Tejero. Temiendo por la represión inmediata, se refugian en la casa de campo familiar de uno de ellos, iniciándose una comedia sentimental de relaciones personales atravesada por la esperanza de un país mejor tan de la época.

“El 23-F fue una bofetada a la joven democracia a la que le costaba arrancar tras años convulsos de manifestaciones, atentados y detenciones. Quería centrarme no en los protagonistas del golpe, sino en la gente que pensaba que podían peligrar las libertades, un homenaje a esos jóvenes que querían vivir en libertad y con alegría”, dice Rojas sobre su proyecto, una idea de su adolescencia que elaboró de manera intermitente durante la última década.

Un homenaje a la esperanza de una época

 ¿Se ha perdido algo de ese espíritu de fe en la construcción de lo común? “A comienzo de los 80, España era sinónimo de que todo era posible. No teníamos límites. Había crispación, pero una voluntad de tirar hacia delante juntos. Ahora no es tan fácil, hay agitación constante, estamos enfadados los unos con los otros. La película dialoga con el presente porque el mundo retrocede, con el auge de la ultraderecha, por ejemplo. Espero que podamos volver a la esperanza”, responde.

Como en la próxima serie de TVE Las abogadas, Solos en la noche pone en el foco en los despachos de abogados laboralistas. “En esa época tenían mucho de agitadores sociales, estaban en contacto con obreros, fábricas y los grandes movimientos de protesta: esa fue la razón del atentado de Atocha. Eran la voz de los obreros, que no tenían las dotes de discurso de esos abogados que normalmente eran de familias un poco más acomodadas que habían logrado que sus hijos fuesen a la universidad por primera vez”, resume.

La vinculación de la película con su padre va más allá del fondo, sino que cubre la narrativa y tono de Solos en la noche. “A mi padre le encantaban las películas de Woody Allen y de niño veía con el Annie Hall o Hannah y sus hermanas. Y quería reflejar algo de ese espíritu de juventud moderna, que eran torpes y tenían problemas sentimentales, y tenían mucho encanto y humanidad”, explica añadiendo que la deriva hacia la comedia de la película le recuerda Billy Wilder o Ernst Lubitsch.

La película tuvo un preestreno emotivo en Córdoba, donde estuvieron presentes algunos de los abogados que inspiraron la película, que se identificaron en el espíritu de la película. Rojas finaliza con una observación de su madre: “No pensé que algo que generó tanto temor pudiera hacerme reír”.