El humo de los incendios de Portugal, un "asesino invisible" que pone en alerta al norte de España
- Las partículas contaminantes que traslada aumentan la mortalidad por enfermedades cardiorrespiratorias
- El humo, que ya ha oscurecido el cielo de Galicia, se extenderá el fin de semana por el norte y llegará a Francia
El impacto de los devastadores fuegos que han arrasado el norte de Portugal no se ha quedado solo a ese lado de la Raya. El humo de los incendios ha oscurecido ya el cielo de Galicia y a lo largo del fin de semana se espera que se extienda por buena parte del norte de España, llegando incluso a Francia.
Estos incendios, que han provocado ya siete muertos, rompen la buena racha en cuanto a grandes fuegos que llevaba la península Ibérica este año y acumulan ya casi 100.000 hectáreas calcinadas entre los distintos focos. Por ponerlo en contexto, el peor incendio de la historia de nuestro país, el Riotinto en Huelva en 2004, quemó casi 30.000.
Por ello, y acorde a la magnitud del fuego, se espera que el impacto del humo sea grande. En ciudades como Vigo el humo ha tiznado el sol de un llamativo color rojizo, ha dejado un particular olor a quemado y en algunos momentos ha sido tan denso, incluso que ha tapado el puente de Rande que cruza la ría.
El impacto más importante es, sin embargo, el acusado descenso en la calidad del aire. El humo de los incendios traslada materia particulada, unas partículas ínfimas, imperceptibles al ojo humano, pero peligrosas para la salud.
Más muertes por enfermedades cardiorrespiratorias
"A mí me gusta llamarlo el asesino invisible. Está entre nosotros y no podemos verlo", explica a RTVE.es Patricia Tarín, investigadora postdoctoral en el grupo de Atmospheric Composition del Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). Tarín investigó el impacto de otros incendios, precisamente en Portugal, primero los de la serie 2001-2016 y por separado los del fatídico 2017, los peores hasta ahora, y que provocaron la muerte de 64 personas en Pedrógão Grande.
"Comprobamos que cuando hay incendios hay un aumento de material particulado y a su vez un aumento de admisiones hospitalarias por enfermedades cardiorrespiratorias", detalla. Además, "aumentaba la mortalidad por causas cardíacas y respiratorias debidas a ese aumento de material particulado".
Los análisis de Copernicus, el servicio europeo de observación atmosférica, muestran niveles "significativos" de emisiones de dos partículas, PM10, de diez micras de diámetro, y PM2,5, de 2,5 o micras o menos. Esta última, al ser tan pequeña, "es capaz de entrar a los bronquios, pasar al torrente sanguíneo y de ahí dañar cualquier órgano, por eso es tan peligroso", añade Tarín.
“Es capaz de entrar a los bronquios, pasar al torrente sanguíneo y de ahí dañar cualquier órgano, por eso es tan peligroso“
Su estudio del fuego de 2017 halló un aumento del 2,34% en las muertes relacionadas con enfermedades cardiorrespiratorias por cada aumento adicional de diez microgramos por metro cúbico de PM10 en los dos días posteriores a los incendios en Portugal. Entonces, el humo llegó hasta Reino Unido y permaneció allí hasta siete días.
Atención a las personas con enfermedades respiratorias, mayores y niños
Con los actuales incendios, el humo se ha extendido por buena parte de Galicia, y "el 40% de estaciones actualmente dan un índice de mala o muy mala calidad del aire", señala Francisco Martín, meteorólogo de Meteored.
Afecta en especial a Ourense y el interior de Lugo, aunque ya se ha certificado la presencia de estas partículas en Asturias y Cantabria y la AEMET espera que avance por todo el tercio norte de la Península durante el fin de semana.
Los expertos recomiendan evitar en la medida de lo posible salir de casa y sobre todo practicar actividad física al aire libre en las zonas afectadas, especialmente a grupos vulnerables, "como personas con enfermedades respiratorias, como asma, niños y personas mayores", según Tarín.
La magnitud de este fuego es tal que Portugal ha batido el récord de emisiones de dióxido de carbono —un gas que contribuye al cambio climático, pero no tiene el mismo impacto que estas partículas en la salud— en un mes, según Copernicus, emitiendo 1,4 megatoneladas, de las cuales 1,3 se atribuyen al incendio.
La lluvia mejorará la situación en los próximos días
Aunque las partículas son invisibles, "el humo se ve y se huele", recuerda Martín, quien cita el caso del humo de los incendios de Canadá que este verano llegó a España. "Algunas personas que estaban en zonas altas, a 1.000 o 1.500 metros, olían el humo".
En Vigo u Ourense ya han notado que "la visibilidad disminuye considerablemente, sobre todo al amanecer o al atardecer, que tienen unas tonalidades rojizas". En los próximos días el humo podría alcanzar la zona oeste de España, como Extremadura o Castilla y León, apunta el experto de Meteored, aunque ya estará "muy difuminado" y no provocará un descenso tan agudo de la calidad del aire.
Se espera que la lluvia, que ya ha empezado a caer en la zona afectada de Portugal, entre Aveiro y Oporto, apague la mayoría de focos, y ayude además a dispersar el humo. Ya a partir del día 25, añade Martín, "entra un frente frío y de precipitación que prácticamente va a borrar de un plumazo los incendios".
¿2024, un buen año en cuanto a incendios?
Los incendios de Portugal han truncado la buena racha que llevaba la Península Ibérica en cuanto a grandes incendios. Hasta el 15 de septiembre habían ardido en nuestro país 45.267 hectáreas de superficie forestal, casi un 50% menos que la media, de 87.756 hectáreas en el mismo periodo del año, y muy lejos del desastroso 2022, cuando ardieron más de 250.000 hectáreas con fuegos devastadores como los de la Sierra de la Culebra, en Zamora, según datos del Ministerio de Transición Ecológica.
Para Martín, la clave está en la meteorología. "Las temperaturas han sido muy altas, la humedad ha sido baja, y lo que ha faltado es el viento". Todavía no ha terminado el año, pero este meteorólogo señala que "el tiempo otoñal va a predominar durante estos días", por lo que no se darán a priori condiciones para los incendios.