Año Tàpies, en el centenario del artista de la materia: una retrospectiva de su obra y su vida
- Antoni Tàpies fue el último gran artista español del siglo XX; situó la abstracción de la materia en lo más alto
- Contribuyó a reflexionar sobre la condición humana, sobre la belleza y la fealdad, la ciencia y la espiritualidad
Antoni Tàpies fue el último gran artista español del siglo XX. Un pintor, escultor y teórico del arte que situó la abstracción de la materia en lo más alto de panorama artístico contemporáneo, tanto en España como en el mundo. A lo largo de este año se celebra el Centenario de su nacimiento para reivindicar su aportación al arte y acercarlo a todo tipo de públicos. Tàpies vivo. Vive Tàpies es el eslogan con que el Museo invita a los ciudadanos a mirar su vasta obra y valorar como este creador contribuyó a reflexionar sobre la condición humana, sobre la belleza y la fealdad, la ciencia y la espiritualidad.
El Año Tàpies está proponiendo multitud de actividades a la ciudadanía y ha invitado a participar a artistas de otros continentes, como la japonesa Chiharu Shiota y el ghanés Serge Attukwei Clottey, que conectan con el universo de Tàpies. Una gran retrospectiva del artista, desde los años 40 hasta su muerte en 2012, revela la magnitud de su trabajo y compromiso social y cultural.
Mirar sin prejuicios
“Mi padre no era un hombre excéntrico, no era para nada bohemio como suelen ser algunos artistas”, confiesa el hijo mayor del artista, Antoni, en una entrevista en el reportaje de Informe Semanal de TVE, Año Tàpies, volver a mirar. Su amigo Manuel Borja Villel, comisario y experto en Tàpies, confía en que el artista aprobaría la retrospectiva: “a pesar de todos los éxitos, siempre se sentía insatisfecho con las exposiciones”. Toda su obra, como dice el mismo Tàpies en una entrevista de las muchas que atesoramos en nuestro archivo de RTVE, invita a mirar, sin prejuicios: “Un cuadro hay que mirarlo con limpieza, esperando recibir lo que él te dé, no lo que te han enseñado que debe decir la pintura”.
“Un cuadro hay que mirarlo con limpieza, esperando recibir lo que él te dé, no lo que te han enseñado que debe decir la pintura“
Y es que Antoni Tàpies fue un rebelde desde que decidió ser artista, y no abogado, como querían sus padres. Fue un niño de la Barcelona de postguerra que, pese a la oscuridad del franquismo, consiguió forjar su carrera artística yendo contracorriente y rompiendo moldes. Sus primeras obras tantean el surrealismo, pero muy pronto su opción formal es usar materiales pobres, como la arena, y su propuesta conceptual es la abstracción.
Sus signos y símbolos, como la X o la T, los muros y las tapias, son inconfundibles. Más de medio siglo después de que irrumpiera, con éxito, en el mundo del arte internacional, Tàpies es reconocible y reconocido. Y venerado por artistas españoles posteriores, como Antonio López, maestro de la figuración, que ya desde los años 60 consideró que “Tàpies hacía un trabajo de una enorme seducción, porque tenía majestad, era moderno… ha significado muchísimo, más es imposible”.
Concurso de escritura crítica
A lo largo de 2024, el Museo ha propuesto a expertos del mundo del arte revisitar con nuevas claves y enfoques la obra de Tàpies, pero también ha invitado a estudiantes de primaria y secundaria de escuelas de Catalunya a participar en la primera edición del Concurso de escritura crítica Teresa Barba (esposa del pintor). Las dos adolescentes que lo han ganado comparten en el reportaje sus miradas, llenas de sensibilidad y acierto, sobre dos obras magníficas.
El centenario también ha programado diversas propuestas musicales y artísticas que tienen, como tuvo Tàpies, deseo de romper convencionalismos y aportar nuevas ideas, y se van sucediendo en diversos escenarios de Barcelona. Además, desde este mes de julio de 2024, la que hasta ahora ha sido la Fundación Tàpies, con sede en la céntrica calle Aragón número 255, ha pasado a llamarse Museo Tàpies.
"Pensar el presente y el futuro, con Tàpies"
Es un signo más de la renovación que está llevando a cabo la nueva directora, Imma Prieto, para conseguir que la institución que fundó el mismo artista en 1984 sintonice más con la red de museos de Barcelona y se aleje del estereotipo de tantas otras fundaciones privadas. Prieto quiere “aprovechar el centenario no tanto para homenajear el pasado, que también, sino pensar el presente y el futuro, con Tàpies”.
Hasta el próximo mes de febrero de 2025 estará abierta la Retrospectiva en el Museo Tàpies de Barcelona y, hasta enero, la fachada del edificio modernista del Museo seguirá semicubierta por la obra plástica del artista ghanés Serge Attukwei Clottey, gran admirador del artista catalán: “Me sentí conectado con eso, con la exploración de materiales, porque como él creo que, por ejemplo, el plástico que yo utilizo, tiene información que se comunica a cada individuo de manera diferente. Y sobre todo la cruz, que él tanto repite”.
*Año Tàpies, volver a mirar, un reportaje de Informe Semanal que recoge algunas de las actividades más destacadas para celebrar su centenario y también las voces de quienes conocieron bien al hombre y al artista.