El otoño será más cálido de lo habitual en toda España tras un verano marcado por las olas de calor
- Las temperaturas extremas y las precipitaciones irregulares han dominado el sexto verano más caluroso desde que hay registros
- La AEMET espera un otoño con temperaturas elevadas; las lluvias serán menos abundantes en Canarias y el norte peninsular
Las temperaturas del otoño recién estrenado serán más elevadas de lo normal en todo el territorio español, con una probabilidad de entre el 60% y el 70%, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Las zonas más cálidas serán las del sur de la península y los archipiélagos. Este escenario llega tras un verano especialmente caluroso, el sexto más cálido desde que existen registros, en 1961, y marcado por las olas de temperaturas extremas.
En rueda de prensa, el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha presentado el bEsalance climático del verano y las perspectivas para el otoño. Tal y como ha informado, es necesario remontarse a 2010 para encontrar el último otoño frío en España, ya que en los últimos 14 años esta estación ha sido mayoritariamente cálida o muy cálida. Las previsiones también apuntan a que las lluvias serán menos abundantes de lo habitual en el oeste de la península y en Canarias, mientras que en el resto del país la situación es más incierta, con probabilidades equilibradas de un otoño más lluvioso o más seco de lo normal.
Del Campo explica que comienza el otoño con lluvias intensas en el área mediterránea, aunque ahora va a cambiar y cobrarán importancia las borrascas atlánticas, que dejarán lluvias abundantes en el noroeste. Ha sido lo habitual durante este año hidrológico, lo que ha motivado que la sequía se agudizara en el mediterráneo, mientras el resto del país recibía más precipitaciones de lo normal.
Un verano marcado por olas de calor y récords de temperatura
El verano de 2024 se ha caracterizado por las altas temperaturas y las precipitaciones irregulares. Según la AEMET, la temperatura media en la España peninsular fue de 23,1 °C, lo que supone 1 °C por encima de la media histórica (1991-2020). A pesar de que la temporada estival se estrenó con un junio frío, el calor de julio y agosto dan como resultado una estación extremadamente cálida. De los diez veranos más calurosos registrados en España, nueve corresponden al siglo actual.
La primera ola de calor, del 18 al 20 de julio, afectó a once provincias, pero la segunda, mucho más prolongada, se extendió entre el 23 de julio y el 12 de agosto y afectó a 31 provincia. Con 21 días de duración, esta última ola de calor es la segunda más larga registrada en España, solo superada por la de 2015, que duró 26 días.
Importantes lluvias durante la temporada estival
Además de las altas temperaturas, el verano de 2024 ha sido inusualmente lluvioso. Según los datos de la AEMET, la precipitación media en la España peninsular se ha situado en los 82,2 litros por metro cuadrado, lo que representa un 117% del valor habitual en el periodo de referencia 1991-2020. Este verano ha sido el sexto más lluvioso del siglo XXI, con episodios de precipitaciones especialmente intensos en zonas del centro peninsular y del interior del Levante.
A pesar de la media general, las precipitaciones se han distribuido de manera irregular tanto temporal como geográficamente. Junio fue un mes muy húmedo, mientras que julio fue seco y agosto, nuevamente, volvió a registrar lluvias importantes. En algunas zonas, como Baleares, se han producido episodios de lluvias extremas. Destaca el récord del 15 de agosto en el aeropuerto de Menorca, como parte de una DANA, con 93 litros por metro cuadrado en 24 horas, la mayor cantidad de precipitaciones en un solo día durante un verano. Por otro lado, en regiones como Galicia, Andalucía y Canarias, el verano ha sido considerablemente más seco de lo habitual.
2024: rumbo de ser uno de los años más cálidos de la historia
El portavoz de la AEMET también ha advertido de que 2024, con los datos disponibles hasta mediados de septiembre, es el segundo año más cálido registrado en España, solo superado por 2022. Sería necesario un descenso muy brusco de las temperaturas en lo que resta de año para evitar que 2024 marque un nuevo récord.
Del Campo celebra que, pese a que el verano ha sido intenso, también ha sido breve. “Junio y septiembre no han sido meses especialmente calurosos, pero la tendencia de los últimos años es clara, la primavera y el otoño duran menos porque les gana terreno el verano”, ha explicado en Las Mañanas de RNE. Además, ha insistido en la necesidad de que el clima sea acorde a las estaciones, algo que está en riesgo con el cambio climático, que favorece los fenómenos extremos.