Beirut acoge a miles de libaneses desplazados por la ofensiva israelí: "Solo traje lo que llevo puesto"
- El Gobierno libanés ha puesto en marcha un plan de emergencia nacional
- Sigue minuto a minuto la actualidad sobre el conflicto en Oriente Próximo
Niños que ríen y juegan juntos en el patio de un colegio de la capital libanesa. Todo parece un día normal de clases, pero estos niños han llegado con sus familias, del sur de Líbano, de las zonas bombardeadas por Israel. Forman parte de los acogidos, en Beirut, en escuelas y otros centros.
"No recuerdan nada, son niños, es muy difícil para ellos, han dejado su casa, sus juguetes, han perdido primos, amigos o a sus padres", cuenta Mirna, profesora voluntaria.
El Gobierno libanés afronta un reto para lidiar con la avalancha de más de 500.000 desplazados, que huyen de unos ataques que han dejado más de medio millar de muertos.
Nunca imaginaron acabar así
En Líbano se ha puesto en marcha un plan de emergencia nacional y se han habilitado más de un centenar de centros escolares que albergan ahora a miles de familias. Una de las grandes metas ahora es atender la salud de los más pequeños.
Muchos de ellos rechazan hablar ante la cámara de TVE. No quieren verse como refugiados ni mostrar los colchones o el lugar en el que duermen. Nunca imaginaron que iban a acabar así.
"Solo me dio tiempo a coger el teléfono cuando empezaron a bombardear nuestras casas. No cogí ni ropa, ni medicinas, solo lo que llevo puesto", dice Fátima.
Y ellos quizás han tenido algo de suerte, porque todavía hay evacuados en el camino desde el sur. "Desde hace días en la carretera, sin agua, ni comida, ni gasolina", dice Misiana, otra voluntaria.
El destino para todos ellos es incierto. Nadie sabe cuándo podrán volver y cómo podrán rehacer sus vidas cuando vuelvan.
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