Enlaces accesibilidad
Juicio en Francia

Un militar violó a Gisèle Pelicot en vez de acudir al nacimiento de su hija

  • Asegura en el juicio que nunca se había preguntado si la víctima había dado su consentimiento
  • La mayoría de acusados sigue argumentando que Dominique les manipuló y no sabían que Gisèle estaba drogada

Por
Un militar violó a Giséle Pelicot en vez de acudir al nacimiento de su hija

En Aviñón (Francia) continúa el macrojuicio por violación agravada contra Dominique Pelicot, de 72 años, y otros cincuenta hombres, acusados de agredir sexualmente a Gisèle Pelicot. Mientras los acusados comparecen ante el juez, se van conociendo nuevos datos del caso que son analizados por psicólogos.

Los especialistas han centrado su atención en el acusado más joven, Joan K., que tenía 22 años en el momento de las agresiones. Joan K., que ahora tiene 26 años, era militar y estaba casado con una influencer en ese momento.

En una de las dos ocasiones en que Joan K. acudió a la casa del matrimonio Pelicot, en noviembre de 2019, se perdió incluso el nacimiento de su hija. Si bien él reconoce los hechos, asegura que nunca cometió una violación: alega que no sabía que ella estaba drogada y tampoco sabía que Pelicot le estaba grabando. "Pensaba que ella estaba de acuerdo", ha señalado.

Encuentros organizados por el esposo

Según el testimonio de Joan K., conoció a Dominique Pelicot a través de una página de citas llamada Coco.fr, que ya no se encuentra activa. A través de esta, Dominique le envió mensajes sugiriendo que mantuviera relaciones sexuales con su esposa, quien, según él, estaba de acuerdo con la situación. No obstante, durante el juicio, se ha revelado que Gisèle Pelicot estaba sedada durante esos encuentros y no tenía conocimiento de lo que ocurría.

El acusado ha relatado que, en noviembre de 2019, Pelicot lo recogió en su coche, ya que él no sabía conducir, y lo llevó a su casa en Mazan. Allí, presenció cómo el esposo tenía relaciones con su esposa mientras ella dormía. "Me dijo que participara después de que él terminara", ha declarado ante el tribunal. El joven recordó que le resultó extraño que la mujer roncara, pero Pelicot le explicó que estaba bajo los efectos de pastillas para dormir. "Me preocupaba, pero no hice más preguntas", ha añadido.

A pesar de sus inquietudes, el acusado ha admitido haber vuelto una segunda vez a la casa. No obstante, según ha relatado, una tercera visita fue cancelada por Pelicot en el último momento, lo que aumentó aún más sus sospechas sobre la situación.

Uno de los aspectos clave del juicio ha sido la discusión sobre el consentimiento. El juez Roger Arata ha preguntado al acusado si alguna vez se había planteado si la esposa de Pelicot había dado su consentimiento para los actos. "No me hice esa pregunta", ha respondido. A lo que el juez ha replicado con severidad: "Eso responde mi pregunta". Durante la audiencia, se han mostrado videos y fotos tomadas en la casa de los Pelicot. "En los vídeos se le ve sonreír por la incomodidad", ha argumentado el abogado defensor.

"Falta de empatía"

Otro de los acusados analizados por los psicólogos es Fabien S., de 39 años, quien también acudió a la casa del matrimonio Pelicot para violar a Gisèle. Actualmente, afirma estar arrepentido de haber participado tras ver las consecuencias de sus acciones. Los peritos han destacado que su infancia estuvo marcada por la violencia familiar. Además, pasó por un hogar de acogida donde sufrió abusos sexuales y estuvo ingresado en un psiquiátrico entre los 16 y los 18 años.

Fabien S. es además un consumidor habitual de cannabis y alcohol, y ha intentado suicidarse en varias ocasiones. "Ha experimentado traumas repetidos, pero no presenta ninguna deficiencia significativa", ha señalado uno de los psicólogos. También mencionó que, desde su ingreso en prisión, necesita medicación para la ansiedad y para dormir, además de tener una "evidente falta de empatía". Aunque su abogado intentó argumentar que Fabien S. no es capaz de discernir entre lo correcto e incorrecto, el perito ha dejado claro que en el momento de las violaciones a Gisèle, el acusado era plenamente consciente de lo que hacía.

Un caso que ha conmocionado a Francia

El caso de los Pelicot ha generado una ola de indignación en Francia, no solo por la magnitud de los abusos, sino por el hecho de que tantos hombres estuvieran involucrados. Las autoridades han dejado claro que el consentimiento no puede ser otorgado por un tercero, y mucho menos en una situación donde la víctima está incapacitada. "Esto no es solo un crimen, es una violación a los derechos humanos más fundamentales", ha declarado uno de los abogados de la familia Pelicot.

A esta oleada de protesta se han unido 200 hombres del mundo de la cultura francesa que han pedido reconocer que "la violencia masculina es una realidad sistemática". En un artículo colgado este sábado en la página del diario Libération, esos 200 firmantes insisten en que ese caso "nos ha probado que la violencia masculina no es un asunto de monstruos, sino de hombres corrientes".

Este miércoles declaran otros cuatro de los acusados. Ya lo han hecho ocho, además de Pelicot, principal acusado. La mayoría argumenta que Dominique les manipuló, que no sabían que drogaba a su mujer y alegan que cometieron una agresión sexual pero sin intención de violar a Gisèle Pelicot.