Pamela Anderson presenta 'The Last Showgirl': "Siempre supe que podía hacer mucho más en el cine"

• La actriz protagoniza la nueva película de Gia Coppola, sobre una bailarina de Las Vegas
• La cinta participa en la sección oficial del Festival de San Sebastián

Pamela Anderson en el Festival de San Sebastián (ANDER GILLENEA / AFP)

La inolvidable vigilante de la playa, Pamela Anderson (1967), es una de las protagonistas de esta edición del Festival de Cine de San Sebastián gracias a la película The Last Showgirl, dirigida por Gia Coppola, nieta de Francis Ford Coppola, que compite por la Concha de Oro.

Es el resurgimiento de la actriz después de una carrera muy irregular, durante la que nunca volvió a alcanzar el éxito que obtuvo con Los vigilantes de la playa, la popular serie que la lanzó a la fama en 1992.

“Cuando Gia me llamo estaba haciendo mermelada en el jardín –confiesa Pamela Anderson-. Y no podía creerme que hubiera pensado en mí para el papel. Enseguida me enamoré del personaje, que tenía muchas cosas en común conmigo. Siempre supe que podía hacer mucho más en el cine y sentí que esta podía ser mi última oportunidad de interpretar un papel tan importante como este. Ha sido un auténtico regalo. Ha sido un rodaje de 18 días y durante ese tiempo me he sentido enganchada a mi personaje, como una adicta”.

Fotograma de 'The last showgirl'

“Gran parte de mi carrera se ha basado en mi físico”

“Tengo 57 años –ha añadido la actriz-, y gran parte de mi carrera se ha basado en mi físico. Pero en esta película he querido hacer un experimento, quitarme las capas de lo físico para definirme. Y no dejar que sean los demás los que me definan. Mostrar lo que siento de mí misma. Además, con Shelley he podido mostrar una sensualidad distinta, muy alejada de la sexualidad con la que comenzó mi carrera”.

“Hay algunas décadas que me he perdido en mi propia vida –ha reconocido Pamela- Casi no puedo recordar lo que me pasó entre Los vigilantes de la playa y Broadway. Por eso me sentí inspirada y agradecida cuando Gia me ofreció este guion. Y para interpretar a Shelley he usado muchas cosas personales sobre mi carrera, mis matrimonios y mis hijos”.

Gia Coppola y Pamela Anderson en San Sebastián (Raúl Terrel / Europa Press)

Una bailarina de 57 años que debe replantearse su futuro

En la película, Pamela interpreta a una bailarina de 57 años que debe replantearse su futuro cuando el espectáculo en el que trabaja desde hace años cierra abruptamente. Además, como madre, debe esforzarse por intentar recuperar la relación con su hija, a la que no atendió como hubiera debido.

“No hay ningún show que represente a Las Vegas como los de las showgirls –nos comenta Gia Coppola- Y este tipo de espectáculos está desapareciendo, lo que me pareció muy simbólico de distintas maneras. Porque creo que son grandes espectáculos cuidados hasta el último detalle, desde las coreografías hasta el vestuario. Y cuando vi el documental que Pamela había rodado sobre su vida (Pamela Anderson, una historia de amor, 2023) supe que solo ella podía interpretar a la protagonista, a Shelley”.

“Siempre he querido contar una historia sobre madres e hijas”

Gia Coppola asegura que: “En la película hay un mensaje sobre cómo la sociedad te limita como mujer y también como madre. Por eso siempre he querido contar la historia de una madre y su hija. Siento que, como mujer creativa, dedico mucho tiempo a crear, pero ese amor que vuelco en los proyectos no me es devuelto. Pero, a pesar de todo eso sigo luchando por mis sueños”.

Preguntamos a Gia si pertenecer a una de las grandes familias del cine, los Coppola, le ha hecho dudar alguna vez de su talento: “Intentar ser creativa siempre conlleva mucha inseguridad –ha confesado-. Ayer Pedro Almodóvar también confesaba que había tenido momentos de duda sobre su carrera. Todos los artistas la tienen en algún momento. Pero, ante eso, hay que perseverar. Tener claro que tienes que expresarte y seguir adelante, apagando esa voz negativa que tienes en tu cabeza. Siempre he agradecido los consejos de mi familia, de hecho. en esta película trabajo con mi madre, mis primos… pero tengo claro que he de buscar mi propia visión creativa”.

“Yo también he dudado de mi misma muchas veces –ha añadido Pamela Anderson. Y los demás también han dudado sobre mí. Y aunque la gente crea en ti, siempre es muy fácil encasillarte. Por eso hay que seguir luchando para ti misma. Estoy muy orgullosa de la película y me encanta que la gente que ha podido verla esté conectando con ella”.

 “En la película está esa dicotomía de lo antiguo y lo nuevo –ha comentado la directora-, de querer acabar con lo viejo, por eso la arquitectura de Las Vegas está cambiando. Pero a mí me gustan las películas antiguas, la cultura antigua, la arquitectura antigua…”

“Cuando rodábamos la película –concluye Pamela-, decíamos que también era importante ver Las Vegas de día, porque creemos que durante el día es como una mujer sin maquillaje, es más vulnerable, íntima y reveladora. La película cuenta la historia de un show muy glamuroso de los años 90 y esa silueta de la ciudad en aquella la época tenía ese glamour”.

Fotograma de 'The last showgirl'

“Cuando trabajas tanto tiempo con alguien se convierte en tu familia”

La película explora dos tipos de familia, la que Shelley forma con su hija y la que ha construido con las otras bailarinas. “Queríamos hablar de esos dos tipos de familia –asegura Gia-. De la consanguínea que llega de forma natural y de la que tú eliges, en este caso la que Shelley ha formado con sus compañeras. Y para trabajar eso, nos reuníamos fuera de los ensayos. Por ejemplo, nos íbamos a casa de Pamela y ella nos enseñó varias recetas de cocina”.

“Ha sido genial formar una familia con esas grandes actrices, como Jamie Lee Curtis, que es una fuerza de la naturaleza y está llena de energía. Estuvimos tan cerca esas semanas de rodaje que eses vínculo que se ve en la película es casi real y se estableció de una forma natural”, ha añadido Pamela Anderson.

Preguntada por la posibilidad de recibir un Oscar por este trabajo, Pamela Anderson ha respondido: “Cuando aparecí en la revista Playboy decía que mi sueño era ser una buena madre y ganar un Oscar. Por supuesto era una broma, pero casi 30 años después resulta curioso recordarlo”.