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El primer ministro belga reclama al papa que las víctimas de abusos "necesitan justicia"

  • El ministro ha expuesto que aún "queda mucho camino por recorrer" y que la Iglesia tiene que escuchar a las víctimas
  • El papa, por su parte, ha afirmado que los abusos a menores "son la vergüenza y la humillación de la Iglesia"

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El primer ministro belga reclama al papa que las víctimas de abusos "necesitan Justicia"
Imagen del primer ministro, el papa y el rey de Bélgica este viernes Yves Herman / REUTERS

El primer ministro belga en funciones, Alexander De Croo, ha reclamado este viernes al papa Francisco que los miembros de la Iglesia tienen que "dar pasos concretos", "escuchar a las víctimas" de abusos sexuales a menores y ha subrayado que esas "atrocidades deben ser reconocidas y debe hacerse justicia".

Así lo ha expuesto en un discurso ante el papa en el Castillo de Laeken, residencia real, y donde el papa Francisco acudió en su primer día de agenda oficial en Bélgica. "La dignidad humana debe ser lo primero, no los intereses de la institución para volver a mirar hacia delante, la Iglesia debe asumir su pasado", ha aseverado.

Por su parte, el papa ha afirmado que los abusos a menores "son la vergüenza y la humillación de la Iglesia" y ha agregado que "tenemos solo que pedir perdón", durante su discurso a las autoridades durante su primer día de agenda oficial en Bélgica. "Esta es la vergüenza que hoy todos nosotros tenemos, hay que afrontar, resolver el problema y evitar que vuelva a suceder", ha añadido.

Francisco también ha indicado que la Iglesia está afrontando "la plaga" de estos delitos con "decisión y firmeza, escuchando y acompañando a las personas heridas e implementando un amplio programa de prevención en todo el mundo". También ha lamentado los casos de "adopciones forzadas".

No se deben ignorar "las dolorosas heridas" en la comunidad católica

El primer ministro ha argumentado que "la fe es un punto de apoyo para muchos" pero ha asegurado que no se puede ignorar "las dolorosas heridas que existen dentro de la comunidad de fe católica y de la sociedad en general".

También De Croo ha indicado que los numerosos casos de abusos sexuales y de adopciones forzosas, "han dañado gravemente la confianza" y que aunque ahora la Iglesia está comprometida, "queda mucho camino por recorrer". "Los ministros de la Iglesia trabajan con convicción y caridad, pero cuando algo va mal, no podemos aceptar que se encubra", ha señalado en su discurso.

A su vez, ha recalcado que "no bastan las meras palabras", ya que se tiene que hacer justicia, puesto que es un "paso necesario para recuperar la confianza".

Para finalizar su discurso, ha invitado al Papa Francisco a reflexionar sobre los retos de nuestra sociedad moderna y el ministro espera que la estancia del pontífice en su país "le aporte nuevas perspectivas".

"Ha tardado en escuchar y reconocer sus gritos"

Por su parte, el rey Felipe de Bélgica, con quien se reunió Francisco, ha alabado que el papa esté luchando contra todas las formas de injusticia y por los más afectados por el cambio climático y las guerras olvidadas y apoyó sus esfuerzos por la paz.

Al mismo tiempo ha elogiado que el pontífice haya condenado "la indescriptible tragedia de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia con la mayor firmeza posible" y haya "tomado medidas concretas para combatir estos actos horribles", pero ha remarcado que "se ha tardado demasiado en escuchar, reconocer sus gritos y en buscar formas de 'reparar' lo irreparable".

"Los niños han resultado profundamente heridos, marcados para toda la vida. Lo mismo puede decirse de las víctimas de adopciones forzadas", ha dicho el rey en relación con los cerca 30.000 niños robados por asociaciones católicas.

Conmoción en Bélgica por las atrocidades cometidas

En un país de larga tradición católica como es Bélgica, los cientos de abusos sexuales ocurridos durante décadas a manos de religiosos han causado una enorme conmoción. La primera comisión parlamentaria encargada de investigar los hechos ha registrado 327 denuncias correspondientes a los últimos 60 años, la mayoría por hechos cometidos entre la década de los 60 y los 70.

El horror por los abusos en el seno de la Iglesia belga cobró una nueva dimensión el año pasado, cuando la televisión flamenca VRT difundió el documental Godvergeten, los Olvidados de Dios, con los testimonios de quienes los sufrieron.

El sacerdote flamenco jubilado, Rik Devillé, fundador del comité 'Mensenrechten in de Kerk' (Derechos Humanos en la Iglesia) y autor de un libro de testimonios de víctimas que inspiró el documental, ha explicado que a él le han contactado más de 1.900 víctimas.

Respecto a la reunión que hoy el papa mantendrá con un grupo de 15 víctimas, para Deville "solo tiene un significado simbólico para mejorar la imagen del papa y de los obispos".