Barnier quiere que Frontex controle la inmigración en las fronteras exteriores de la Unión Europea
- El primer ministro francés ha afirmado ante la Asamblea Nacional que la inmigración será una de sus cinco grandes prioridades
- Advierte de que Francia va a prolongar los controles en sus fronteras interiores "tanto como sea necesario"
El primer ministro de Francia, Michel Barnier, ha asegurado este martes que quiere que el pacto europeo de inmigración y asilo se ponga en práctica con urgencia para tratar las demandas de asilo en las fronteras exteriores de la Unión Europea y que sea la agencia Frontex la que se encargue de la supervisión de esas fronteras.
Barnier ha destacado en el discurso de política general que ha pronunciado ante la Asamblea Nacional para marcar las líneas maestras del programa de su nuevo Gobierno que el control de la inmigración será una de sus cinco grandes prioridades.
"Necesitamos una política de control de la inmigración", ha señalado el primer ministro, antes de puntualizar que este asunto "debe ser tratado con dignidad y con gravedad" y afrontarlo "con pragmatismo".
"Ya no podemos controlar nuestra política de inmigración de forma satisfactoria", ha afirmado Barnier. "Es urgente que la inmigración salga del punto muerto ideológico en el que algunos la han metido", ha añadido.
Asimismo, Barnier ha recordado que el pacto de inmigración y asilo de la UE adoptado en mayo prevé controlar los flujos con inspecciones en las fronteras exteriores, que es donde se decidirá quién puede entrar amparándose en el derecho de asilo y quién no y ha dicho que "debe ponerse en práctica sin más tardar".
Pero también "debe completarse" para que sean los agentes de Frontex los que "cumplan su papel" de protección de esas fronteras exteriores, lo que se entiende en sustitución de las fuerzas de los países miembros.
Barnier avisa que Francia prolongará los controles en sus fronteras interiores
En su discurso, el primer ministro francés ha avisado además de que Francia va a prolongar los controles en sus fronteras interiores (con España, Italia, Alemania, Luxemburgo y Bélgica) "tanto como sea necesario" y eso "como lo permiten las reglas europeas y como Alemania acaba de hacerlo".
En este sentido se ha referido a la decisión de Berlín de establecer controles en sus fronteras interiores amparándose en una derogación del principio de la libre circulación del Tratado de Schengen, derogación a la que Francia se acoge de forma continuada desde que sufrió los atentados yihadistas de noviembre de 2015.
El Gobierno Alemán sigue endureciendo su politica migratoria.
La ministra de interior ha anunciado que va aplicar
controles fronterizos terrestres, a todos los paises que limiten con:
Alemania, Francia, Luxemburgo, Paises Bajos, Bélgica y Dinamarca.
A partir del 16 de septiembre ya se estaban aplicando
en otros paises: Polonia, Chequia, Suiza, Austria.
Es un paso más en la politica migratoria del gobierno
que se ve presionado por el resto de las fuerzas politicas
especialmente por los democristianos de la FDU
y la ultraderecha alternativa para Alemania.
En palabras de la ministra, el gobierno pretende reforzar
la seguridad interior y mantener la línea dura
contra la migración irregular ha dicho, sirve para proteger
a los ciudadanos de los peligros que plantean el terrorismo islamista
y la grave delincuencia transfronteriza.
Ha explicado también que estos controles
permiten devoluciones efectivas.
De hecho ya se han llevado a cabo más de 30 mil solo desde octubre
de 2023, en esos paises donde ya existían esos controles.
Estos rechazos se producen en casos de personas que presentan
documentos falsificados o no válidos,
intentan entra al país sin visado o permiso de residencia.
Es un tema delicado porque las devoluciones en la frontera
tienen que cumplir la normativa europea y no siempre es posible.
Y en esa fina línea trata de moverse el canciller Scholz,
que no pierde de vista tampoco que el proximo 22 de septiembre
habrá de nuevo elecciones en un estado del este
en Brandenburgo.
En donde las encuestas vuelven a dar a la ultraderechista
alternativa para Alemania como primera fuerza politica.
Una UFD que lleva por bandera el discurso antimigratorio.
Igualmente, Barnier ha anunciado su intención de condicionar la concesión de visados a que los países de origen acepten recibir a sus nacionales expulsados por Francia, un mensaje dirigido en particular a los países magrebíes y del África negra.
Sin citar a ninguno de ellos, el primer ministro se ha mostrado en favor de revisar algunos acuerdos bilaterales sobre las reglas de concesión visados. Barnier ha recordado que cada año se dictan en Francia más de 100.000 órdenes de expulsión de extranjeros, la mayor parte de personas en situación irregular, pero en algunos casos de delincuentes que han terminado de cumplir sus penas. Se ejecutan menos del 10%.