Paulina Spucches: "Me fascinó la intensidad y el misterio que rodeaban a Vivian Maier"
- La dibujante reimagina la vida de la fotógrafa a través de algunas de sus imágenes más icónicas
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En 2007 un joven coleccionista, John Maloof, compró en una subasta unas cajas llenas de negativos sin revelar. Intrigado por la calidad de las imágenes, comenzó a investigar, lo que lo llevó al descubrimiento de una gran fotógrafa: Vivian Maier (1926-2009), una niñera que nunca hizo pública ninguna de las 100.000 fotos que tomó, ni obtuvo en vida el reconocimiento que merecía como una de las mejores fotógrafas callejeras.
El estupendo documental nominado al Oscar Buscando a Vivian Maier (John Maloof y Charlie Siskel, 2013) aumentó el halo de misterio sobre esta fotógrafa. Y ahora Paulina Spucches mezcla realidad y ficción para ofrecernos una versión más poética sobre esta misteriosa mujer en el cómic Vivian Maier. En la superficie de un espejo (Garbuix Books)
“Descubrí la obra de Vivian Maier en una exposición en San Sebastián en 2019 –nos cuenta la dibujante-. Fue un encuentro casi casual, pero me impactó de inmediato. Me fascinó la intensidad y el misterio que rodeaban tanto a su vida como a su trabajo. Decidí dedicarle una novela gráfica porque sentí una conexión muy fuerte con su historia y con su forma de observar el mundo”.
“A través de su lente, Maier parecía captar lo más íntimo y fugaz de la vida cotidiana, pero al mismo tiempo permanecía en las sombras –añade Paulina-. Fue ese contraste entre su mirada tan precisa y su anonimato lo que me cautivó y despertó en mí el deseo de explorar su vida en un formato que pudiera combinar la narrativa visual con la literaria”.
Una mujer rodeada de misterio
A Vivian le encantaba retratar a la gente con la que se cruzaba por la calle, pero también a sí misma. De ahí el título elegido por Paulina: En la superficie de un espejo. “Hace referencia –nos comenta-, a las numerosas veces que Vivian Maier se retrató en espejos, como si estuviera siempre buscándose a sí misma. Pero también sugiere que mi obra solo puede quedarse en la superficie de su enigma, sin pretender desentrañarlo”.
“El misterio que rodea a Maier es tan profundo que cualquier intento de comprenderla por completo se quedará siempre en la superficie –añade Paulina-. Esta reflexión surgió a partir de la lectura de La cámara lúcida de Roland Barthes, donde él habla sobre la superficie de la fotografía: un instante capturado fuera de su contexto que no se puede penetrar del todo. Con Vivian ocurre lo mismo; a través de sus fotos solo podemos imaginar quién era realmente, sin llegar a conocer la historia completa. Eso es lo que intenté transmitir en mi libro”.
Pero… ¿Qué sabemos realmente de Vivian? “Sabemos que Vivian Maier fue una fotógrafa excepcional cuyas obras fueron descubiertas póstumamente, revelando un talento impresionante y una visión única del mundo. Sin embargo, su vida personal permanece envuelta en el misterio. Era una mujer reservada que prefería permanecer en la sombra, lo que añade un halo de enigma a su figura”.
Por eso, este cómic no es una biografía al uso sino una reinterpretación poética de Vivian. “A partir de mi trabajo, he creado un personaje que refleja lo que su obra evoca en mí, pero no pretendo ofrecer una biografía completa. Este proyecto es más bien una exploración imaginativa. Cada investigador o amante de su arte puede interpretar su figura de manera distinta, y esa ambigüedad es lo que la convierte en una figura tan cautivadora. Su enigma nos invita a proyectar nuestras propias reflexiones y emociones en su trabajo”.
Buscando a la auténtica Vivian a través de sus imágenes
Paulina imagina la vida de Vivian a partir de algunas de sus imágenes más recordadas. “Al abordar la figura de Vivian Maier, me di cuenta de que una biografía tradicional era difícil de concebir debido a la naturaleza misteriosa de su vida, que está llena de huecos. Por eso, decidí centrarme en su obra y en lo que sus fotografías pueden transmitir. El proceso comenzó con una exploración profunda de sus imágenes, revisando catálogos y colecciones, y escribiendo escenas que surgían de mi reacción emocional ante ellas”.
“Cada fotografía seleccionada fue elegida no solo por su belleza visual, sino también por la historia que evocaba en mí –continúa la artista-. Al aprender más sobre su vida, busqué imágenes que resonaran con los elementos que iba descubriendo. Por ejemplo, al informarme sobre las tensiones en su relación con sus padres, encontré una fotografía que mostraba a una pareja discutiendo, contrastada con otra pareja que parecía más unida. Esta forma de trabajar permitió que las fotografías guiaran la narrativa de la obra, creando un diálogo entre su arte y su historia personal”.
En cuanto a lo que siente al recrear esas famosas fotografías, Paulina nos confiesa: “Las imágenes de Vivian Maier de gente anónima me evocan una mezcla de nostalgia y curiosidad. Me hacen pensar en todas esas vidas que transcurren al margen de nuestra atención, pero que son ricas en historias y emociones. He jugado a imaginar sus historias porque, al igual que Vivian, me fascina la idea de que cada rostro desconocido esconde una vida completa, con sus alegrías, miedos y deseos”.
Una historia de sororidad
Aunque Vivian nunca gozó de la fama, si tuvo una curiosa relación con una de las grandes fotógrafas del Siglo XX: “Jeanne Bertrand era una fotógrafa y amiga de la madre de Vivian Maier, María, ya que ambas provenían de la misma región nos explica Paulina-. En los años 30, tras la crisis del 29, Jeanne ayudó a María, ofreciéndole alojamiento en un momento difícil”.
“Aunque Vivian era muy pequeña en ese entonces, apenas tenía cuatro años, es probable que sus caminos se hayan cruzado en algunas ocasiones –añade la dibujante-. He elegido explorar esta conexión en mi cómic, sugiriendo que Jeanne pudo haber influido en el desarrollo artístico de Vivian. Esta relación, aunque sutil, resalta la idea de transmisión y sororidad entre mujeres, reflejando cómo los lazos femeninos pueden impactar en la trayectoria de una artista y enriquecer su historia”.
Una estupenda documentación
Destacar el trabajo de documentación de Paulina, que enriquece la historia: “Mi proceso de documentación fue muy enriquecedor, especialmente porque era la primera vez que realizaba un trabajo de este tipo. Comencé viendo un documental sobre Vivian Maier y leyendo diversos artículos y estudios que exploran su vida y su obra”.
“Sin embargo, las fotografías fueron la base fundamental de mi trabajo –continúa la autora-. A través de ellas, pude construir una historia que, aunque no sigue una biografía lineal, busca resonar con la realidad de Maier. Mis investigaciones me permitieron cruzar información relevante y aportar contexto a las escenas que imaginaba, creando así una narrativa coherente que refleja tanto su arte como su misteriosa existencia”.
“Además –concluye-, tuve la oportunidad de viajar al Champsaur, la región donde pasó su infancia, lo que me permitió conectar aún más con su historia y comprender su entorno. Esta inmersión en su pasado fue un elemento clave en mi proceso creativo”.
Las fotografías más recordadas de Vivian son las que tomó en blanco y negro, pero Paulina ha llenado de color las páginas del cómic: “Opté por un estilo pictórico y vibrante para establecer un contraste con las emblemáticas fotografías en blanco y negro de Vivian Maier. Mi intención fue ofrecer una perspectiva diferente, una interpretación más personal de su vida y su arte. El uso del color me permite explorar una gama de emociones y dar forma a los personajes de manera que enriquezcan la narrativa”.
“Así –añade-, el cómic se convierte en un espacio donde puedo reinterpretar su legado, ofreciendo a los lectores una nueva forma de conectar con esta fotógrafa tan singular, sin intentar imitar su estilo, sino más bien expandiendo su universo visual”.
No pudo prever el reconocimiento que recibiría tras su muerte
Vivian Maier dejó unos 100.000 negativos, algunos ni siquiera llegaría a revelarlos. Preguntamos a Paulina por qué cree que tomo tantas: “Creo, pero eso es mi propia interpretación, que Vivian hacía las fotos para sí misma, como una forma de comprender el mundo y, quizás, de encontrar su lugar en él. Fotografiar era su manera de conectar con la realidad sin tener que implicarse emocionalmente. Hizo tantas porque era su manera de procesar lo que veía, como una necesidad interna”.
“Al final de su vida, Vivian murió en el anonimato y en circunstancias bastante humildes. Nunca llegó a saber el impacto que tendría su obra ni el reconocimiento que recibiría después de su muerte”, añade la dibujante.
En cuanto a sus proyectos, Paulina nos comenta: “En la superficie de un espejo fue mi primer libro, que en 2021 en Francia. Después, trabajé en Brontëana, sobre las hermanas Brontë (Que Garbuix Books también publicará en España). Mi próximo proyecto también será sobre una artista real, esta vez una pintora. Me apasiona explorar la vida de mujeres artistas, y Maier fue quien me abrió las puertas a este camino creativo”.