Los españoles en Líbano, a la espera de ser evacuados ante la escalada del conflicto: "No hay sitios seguros"
- El Gobierno enviará al menos dos aviones del Ejército este jueves para evacuar a unos 350 ciudadanos
- Sigue en directo la última hora del conflicto
La escalada del conflicto en Líbano y el recrudecimiento de los ataques israelíes mantiene a su población sumida en el miedo. Más de un millón de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y a buscar refugio en otras zonas del país, según el Gobierno libanés. Otras 150.000 han optado por cruzar la frontera con Siria en busca de unas condiciones más seguras. "Sin duda, recomendamos salir a la población civil de Líbano", ha reconocido la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que ha anunciado que su departamento enviará este jueves al menos dos aviones del Ejército del Aire para llevar a cabo la evacuación de los españoles.
Robles ha confirmado este miércoles en TVE que "está todo preparado" para poder evacuar a los españoles que así lo han solicitado, que son entre 350 y 380, si bien ha indicado que podrían sumarse más nacionales y ciudadanos extranjeros que no cuentan con la posibilidad de salir.
Entre las personas que saldrán siguiendo las instrucciones del Ministerio de Exteriores habrá cinco trabajadores del Instituto Cervantes de Beirut: el director del centro, el coordinador académico, una profesora, un auxiliar administrativo y una auxiliar administrativa, que continuarán su labor de forma online.
Otra de estas ciudadanas españolas dispuestas a ser evacuadas es Teresa Gómez, una farmacéutica que reside allí desde hace cuatro décadas junto a su marido, un médico libanés, y que ha tenido que huir del sur por los bombardeos de las fuerzas israelíes. "He tenido que salir de mi casa, no puedo moverme. Haces lo mínimo, vas a la compra y vuelves. No hay un sitio seguro", ha contado en Las mañanas de RNE.
Teresa, que ha cifrado en 20 las bombas que cayeron sobre su pueblo, Sarafand, hace más de una semana, ha relatado la incertidumbre diaria a la que se enfrenta: "Estás todo el día esperando a ver qué va a pasar. ¿Qué va a ocurrir? ¿Estás seguro?".
"Hay un clima de psicosis"
"Hay un clima de psicosis", ha compartido el responsable de la ONG Acción Contra el Hambre en Oriente Próximo, Raphäel Poitou, en una entrevista en el Canal 24 horas.
Poitou, que acaba de llegar de Líbano, ha afirmado que "las calles de Beirut están vacías" por el miedo de los ciudadanos. Muchos de ellos, por ejemplo, conviven con las bombas sónicas de los aviones israelíes, que sobrevuelan a baja altitud sobre la capital. "Parece un coche bomba y provoca miedo aunque estés preparado. La gente ya no sale", ha explicado.
El responsable de Acción Contra el Hambre también ha señalado la mortalidad de este nuevo episodio de violencia, destacando que las recientes acciones contra el grupo chií Hizbulá por parte de Israel han causado el mismo número de víctimas civiles en un solo día –más de 550 solo el 24 de septiembre– que el registrado durante todo el año 2006, cuando tuvo lugar la última invasión israelí hasta la fecha.
"Me gustaría decir lo contrario, pero las últimas noches y días son más intensos desde el inicio de la escalada del conflicto", ha corroborado la delegada de Cruz Roja Española en Líbano, Alejandra Salvat, quien ha denunciado que la situación en el país es "crítica" y, las consecuencias humanitarias, "devastadoras". "En las últimas dos semanas, tenemos más de 1.300 personas fallecidas, 250 en las últimas 72 horas. Hay decenas de hospitales afectados y dañados, colegios convertidos en refugios temporales", ha detallado en una entrevista en 24 horas de RNE.
Todo ello en un contexto de crisis socioeconómica "muy profunda" y con un "Gobierno ausente". "Son las organizaciones las que están facilitando una respuesta ante esta situación", ha defendido Salvat, que ha evidenciado los pocos recursos nacionales de los que disponen los libaneses, ya que solo un 10% de los desplazados ha conseguido refugio temporal en los colegios y los centros hospitalarios se encuentran desbordados.
La Embajada, en contacto con los residentes españoles
El martes, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, pidió a los españoles en el Líbano que revisaran sus correos para estar seguros de que sus medios de contacto son correctos, y estar pendientes de las redes de la Embajada en Beirut. Además, para hacer frente a las consultas de los nacionales, se incrementaron las líneas de atención telefónica de la sede consular, que está trabajando constantemente en renovar la información sobre los residentes.
El éxito de la operación de evacuación del jueves dependerá, según Robles, de "la situación en los espacios aéreos", ya que se ha suspendido el tránsito de vuelos en algunos de ellos debido a los recientes bombardeos de Israel a Líbano y al lanzamiento de misiles de Irán al Estado hebreo la pasada noche.
No obstante, no es la primera operación de evacuación en Líbano. Teresa ya tuvo que marcharse del país en 2006 junto a las fuerzas armadas españolas. Años antes, en la década de los 80, también vio como Israel entraba en el Líbano y compara la situación de ahora con las del pasado. "En el año 1982 invadieron, pero en este momento hasta ahora no han conseguido entrar, solo están bombardeando", ha afirmado.
La farmacéutica española ha lamentado que "en todas las guerras quien lo paga es la gente" y ha dicho no poder salir de casa. "No sabes la situación, no sabes el momento. Te pueden echar una bomba. Pegan en las carreteras, pegan a los coches, pegan a las motos, pegan a las casas. (...) Confiamos en Dios que estemos en un sitio seguro, pero nada más", ha explicado. Ante esta situación, no duda en apuntarse a la evacuación si la situación "va a peor" y ha afirmado estar en contacto con la Embajada española: "Siempre nos conecta, en ese sentido no tenemos ningún problema".
A pesar de todo, dice haberse adaptado a la guerra. "Al principio, como no había vivido ninguna, me parecía imposible que uno pudiera vivir tan normal dentro de un país en guerra. Pero claro, después de 40 años me he acostumbrado", ha reconocido.
Quien por contra ha decidido quedarse en Líbano es Laura. Esta alicantina, originaria de Elda, tuvo que huir hacia el oeste del país con su marido y su hija desde el Valle de la Becá, hace ya una semana. "Mucha gente salió de sus hogares apenas con lo puesto", ha narrado al Telediario. Por este motivo, quiere permanecer en el país "para ayudar en lo más que pueda".