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Sean 'Diddy' Combs se enfrentará a otra demanda colectiva de 120 personas por agresión sexual

  • El músico se encuentra arrestado y acusado de crimen organizado, tráfico sexual y trata de personas

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El rapero Sean 'Diddy' Combs.
El rapero Sean 'Diddy' Combs. Angela WEISS / AFP

El rapero y productor estadounidense Sean 'Diddy' Combs se enfrentará en los próximos días una nueva demanda por parte de 120 personas, entre ellas 25 menores de edad, que lo acusan de violación y agresión sexual.

Un equipo de abogados con sede en Texas (EE.UU.) ha anunciado que está representando más de un centenar de hombres y mujeres para presentar una demanda colectiva ante la Justicia contra Combs por delitos sexuales que se remontan desde 1991.

"Las víctimas pertenecen a más de 25 estados, la mayoría de California, Nueva York, Georgia y Florida", ha informado una conferencia de prensa el abogado Tony Buzbee, principal responsable legal de la demanda.

25 de las 120 personas demandantes en estos casos eran menores de edad en el momento en el que acontecieron los hechos. "Nuestra víctima más joven tenía 9 años. Tenemos una persona que tenía 14 años y otra que tenía 15", agregó Buzbee.

La mayoría de las víctimas relataron que fueron drogadas y que se encontró tranquilizante para caballos en varias pruebas de drogas. El equipo legal aseguró haberse puesto en contacto con más de 3.000 personas que aseguran haber sido víctimas de Combs.

Arrestado desde el 16 de septiembre

El cantante, de 54 años, fue arrestado a mediados de septiembre acusado de tres cargos de crimen organizado, tráfico sexual y trata de personas. El juez le impuso prisión preventiva a la espera de juicio.

Su arresto ocurrió tras haber recibido durante el último año diez demandas de abuso sexual y violación por parte de diversas mujeres, unas acusaciones que Combs ha negado. Sin embargo, tras su detención, han surgido nuevos casos en su contra.

La acusación asegura que el rapero estadounidense forzaba encuentros entre mujeres y trabajadores sexuales masculinos, llamados ‘freak offs’, que normalmente incluían consumo de drogas, como éxtasis o ketamina, y que podían durar días.

Según la Fiscalía, en una ocasión llegó a pagar más de 46.000 dólares para cubrir los daños causados a una habitación de un hotel de Manhattan tras una de estas orgías.