González y Rajoy reivindican el bipartidismo y avalan "resetear" la Constitución con "acuerdos básicos"

• El expresidente socialista ha animado a llegar a acuerdos básicos pero preservando la "integridad territorial"
•  Rajoy asegura que los "problemas" empezaron el día que el Gobierno "'Frankenstein' se instaló en España"

Los expresidentes Mariano Rajoy, António Costa y Felipe González en una mesa de debate en el Foro La Toja, en O Grove

Los expresidentes del Gobierno Felipe González y Mariano Rajoy han reivindicado los beneficios que tuvo el bipartidismo y han avalado "resetear" la Constitución para hacer las reformas necesarias, pero preservando de forma clara la "integridad territorial" de España. 

González y Rajoy han participado este jueves en un diálogo en la VI edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico, una cita ya tradicional para ambos y a la que este año se ha sumado el presidente electo del Consejo Europeo, António Costa, para debatir sobre el futuro de la Unión Europea.

En el análisis de la situación actual, los dos expresidentes españoles han abordado algunos detalles de la política nacional y la crispación existente en la actualidad. "La polarización viene de arriba a abajo, no al revés. La gente sigue votando a las dos grandes fuerzas para que se pongan de acuerdo", ha apostillado Felipe González. 

Así, ha recalcado que el PSOE y el PP son necesarios para sacar adelante decisiones como una reforma fiscal, tras lo cual se ha preguntado qué interés puede tener una fuerza independentista en que haya gobernanza en España para responderse de forma inmediata a sí mismo: "Cero".

González: "La Constitución del 78 hay que resetearla con acuerdos básicos"

En ese punto, ha afirmado que "la Constitución del 78 hay que resetearla, pero reformándola con acuerdos básicos", siempre que "se preserve un bien superior, que es la integridad territorial de algo que se llama España y que es un estado-nación constitucional". 

Por eso, ha insistido en que no hay más remedio que llegar a acuerdos de Estado para hacer las reformas que se necesitan, porque si no, "nos iremos todos por el sumidero".

Las palabras de González han sido secundadas por Rajoy, que ha dicho estar de acuerdo con ellas y ha recordado que no ha habido elección celebrada a la vez en toda España en las que los dos primeros partidos no fueran el PP y el PSOE. "El día que el 'Frankenstein' se instaló en España, empezaron los problemas", ha añadido.

Rajoy ha defendido asimismo que el bipartidismo, al que dice ver "vituperado irresponsablemente por mucha gente", ha hecho mucho bien a España, puesto que el consenso entre los dos grandes partidos permitió el texto constitucional, la entrada en la Unión Europea, el euro, los estatutos de autonomía y la política exterior y de defensa.

Geopolítica, seguridad y economía: los retos europeos

Respecto a los retos para el futuro de la UE, Costa ha pedido no cesar en la extensión del espacio comunitario. "Desde un punto de vista geopolítico, no podemos retrasar la extensión a los países balcánicos. Moldavia y también Ucrania, para que pueda vencer y decidir libremente qué quiere hacer", ha esgrimido. 

Rajoy ha defendido que Europa no está "tan mal" como "muchos la pintan". Con todo, ha analizado algunos de los problemas que, en su opinión, podrían mejorarse para favorecer un avance positivo. 

Así, ha recordado que la Unión Europea "sigue siendo un espacio de paz, objetivo fundamental de sus creadores". También un espacio "de democracias liberales, lo que conlleva unos valores superiores". Además, ha señalado que en sus países aumenta el PIB y la renta per cápita. "Europa está razonablemente bien", ha insistido. 

Ha identificado también una serie de retos, como son la seguridad interna y la seguridad en las fronteras. "No creo que la gente esté contra la inmigración porque sí. Están preocupados porque ven que no se controlan las fronteras. Y hay mucha gente que sus valores y principios, y forma de ver el mundo, piensa que puede comenzar a desaparecer", ha argumentado. 

Sobre la seguridad, González ha indicado que no se puede seguir una política de "plastilina" y tampoco se puede vivir subordinado a las decisiones de Estados Unidos. "Estamos demasiado acostumbrados a depender de EE.UU., que no siempre va a estar (...). Se nos olvida muy rápido la historia de Europa", ha lamentado.