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Un año de guerra en Gaza: vídeos verificados de ataques contra civiles

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Un año de guerra en Gaza: ataques a civiles en videos verificados
La destrucción causada por la guerra en un mercadillo de Ciudad de Gaza AFP / VerificaRTVE

La guerra en Gaza cumple su primer aniversario desde los atentados que acabaron con la vida de más de 1.200 israelíes el 7 de octubre de 2023 y provocaron el inicio de un conflicto entre Hamás y las Fuerzas Armadas israelíes que ha matado a más de 41.000 palestinos. La elevada cifra de víctimas civiles en doce meses de conflicto y los vídeos e imágenes de víctimas no combatientes ponen el foco en la posibilidad de que las partes enfrentadas puedan haber cometido crímenes de guerra y violaciones de los Derechos Humanos. Investigamos cómo los videos grabados durante el conflicto pueden llegar a convertirse en una prueba documental en un eventual proceso relativo a crímenes de guerra. 

El Estatuto de Roma, que rige el funcionamiento del Tribunal Penal Internacional, define como "crímenes de guerra" los ataques intencionados "contra la población civil" o contra "bienes civiles" (art.8.2.B 1 y 2), entre otros supuestos. Encuadra igualmente como crímenes de guerra los ataques "contra edificios dedicados a la religión, la educación, las artes, las ciencias o la beneficencia, los monumentos históricos, los hospitales y los lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, siempre que no sean objetivos militares" (art.8.2.B.9). Días después del inicio de la guerra en Gaza, el fiscal jefe del TPI, Kharim Khan, dejó claro en TVE que la corte tiene "jurisdicción" para investigar posibles crímenes de guerra en este conflicto y que la intencionalidad es clave para analizar cada caso. 

Para que las imágenes difundidas en redes puedan ser consideradas como pruebas en investigaciones sobre violaciones de los Derechos Humanos y posibles crímenes de guerra primero hay que corroborar su autenticidad, verificarlas, y luego contrastarlas con otras evidencias. Lo explica en una entrevista telefónica con VerificaRTVE Milena Marin, la responsable de Evidence Lab, el equipo de investigaciones digitales de Amnistía Internacional. Esta especialista hace hincapié en que las "pruebas" de redes hay que "interrogarlas", como se hace con cualquier otra prueba, para garantizar que "son genuinas".  

En línea similar, la directora de Política, Derecho y Tecnología del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Berkeley (EE.UU.), Lindsay Freeman, defiende que para poder utilizar contenidos de redes como pruebas de crímenes de guerra hay que completar un triple análisis: de contenido, técnico y de la fuente. "Es una suerte de verificación en tres partes en la que miras el contenido. ¿Qué es lo que hay en las cuatro páginas del documento? ¿Qué es lo que muestra un vídeo o una imagen? En segundo lugar, un análisis técnico. ¿Qué metadatos hay ahí? ¿Hay un sello temporal? ¿Cuándo fue subido a la red considerando la información contextual? Y, en tercer lugar, lo que yo creo que es lo más importante, que es el análisis de la fuente. Ahí es cuando las personas se equivocan, a menudo porque no han dado este paso en el proceso", afirma. 

En el caso de la guerra de Gaza, la responsable del Evidence Lab de AI advierte sobre las dificultades para indagar por la imposibilidad de investigar sobre el terreno: "En Gaza, no tenemos acceso sobre el terreno como tantos otros. No podemos ir e investigar cada ataque, pero hacemos nuestros mayores esfuerzos para contactar con las víctimas y saber qué pasó, para poner juntas todas las evidencias digitales y crear la imagen más clara". 

Teniendo en cuenta este contexto, en VerificaRTVE analizamos una serie de ataques que han tenido a los civiles como víctimas directas en el marco del conflicto entre Hamás e Israel . Nos basamos en vídeos e imágenes cuya veracidad  hemos comprobado en casos que elegimos como ejemplos por tener a los civiles como víctimas directas.  

La verificación de vídeos en el conflicto de Oriente Próximo ayuda a documentar crímenes de guerra

El atentado de Hamás el 7 de octubre

El ataque masivo lanzado por Hamás acabó con la vida de más de 1.200 israelíes el 7 de octubre y marcó el inicio de la guerra en Gaza. Diversas grabaciones publicadas en redes permiten reconstruir acciones en las que los terroristas atacan a civiles desarmados que no oponen resistencia. Un ejemplo es este vídeo grabado desde un vehículo usado por los milicianos, que muestra primero cómo golpean a un hombre arrodillado y luego el momento en el que un terrorista tira una granada dentro de un refugio. Las imágenes, geolocalizadas en la carretera que lleva al kibutz de Reim (31.389751107792677, 34.45804458714982), reflejan entonces a un hombre que sale corriendo del refugio mientras tres milicianos le disparan a la vez con sus fusiles y uno de ellos le persigue para alcanzarle de cerca.  

Imágenes de cuatro vídeos verificados del atentado de Hamás el 7 de octubre

Imágenes de cuatro vídeos verificados del atentado de Hamás el 7 de octubre

En un aparcamiento cercano al recinto del Festival Supernova, este otro vídeo permite observar a un miliciano con camiseta roja que dispara a quemarropa a un joven desarmado escondido en los bajos de un coche. Minutos después, otra grabación muestra a dos milicianos que se acercan al joven abatido anteriormente para robarle lo que tiene en los bolsillos. En la zona de las inmediaciones del Festival Supernova, en este caso de nuevo en la carretera que conecta con el kibutz de Reim, una grabación refleja el momento en el que un civil es ejecutado por tres terroristas que abren fuego contra él cuando intenta zafarse de uno de ellos. Estos vídeos contrastados por VerificaRTVE muestran algunas de las muchas acciones perpetradas el 7 de octubre por los milicianos de Hamás en el mayor atentado terrorista cometido en Israel. Una investigación de la televisión israelí Canal 12 reconstruye con imágenes el ataque contra el Festival Supernova mostrando cada uno de los puntos en los que murieron civiles a manos de los terroristas.

Ataques contra escuelas de la UNRWA en Gaza

Desde el inicio del conflicto en Gaza, los centros educativos gestionados por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) se han convertido en refugios para civiles y se han visto alcanzados por bombardeos, a pesar de que el Estatuto de Roma prohíbe los ataques contra centros educativos (art.8.2.B.9). Un ejemplo es el ataque contra la escuela Al Jaouni en el campo de Nuseirat, que acaba con la vida de 18 personas el 11 de septiembre de 2024, incluidos seis trabajadores de la agencia de la ONU. La UNRWA atribuye el ataque a Israel y asegura que es el "mayor balance de muertos" de su personal "en un solo incidente". La escuela, según sus datos, albergaba a unos 12.000 palestinos en el momento de la agresión. Los vídeos contrastados reflejan la destrucción registrada en el centro y el rescate entre los escombros de los cuerpos de varios niños víctimas del ataque (1 y 2).  

Soldados israelíes lanzan cuerpos de supuestos milicianos

Imagen del vídeo de soldados israelíes tirando un cuerpo desde una azotea

Imagen del vídeo de soldados israelíes tirando un cuerpo desde una azotea Associated Press

El derecho internacional humanitario establece que los cuerpos de las personas fallecidas en un conflicto bélico "deben ser respetados" (art.34 del Protocolo Adicional de los Convenios de Ginebra de 1949). En el siguiente caso, uno de los incidentes más recientes, varios soldados de las Fuerzas de Defensa israelíes aparecen lanzando tres cuerpos de supuestos milicianos desde las azoteas de unos edificios en la localidad de Qabatiya, en el norte de la Cisjordania ocupada. Este vídeo difundido y contrastado por la agencia Associated Press muestra a varios uniformados israelíes lanzando tres cuerpos aparentemente inmóviles desde las azoteas de unos edificios en tres momentos distintos. Las imágenes las graba un reportero de la agencia que es testigo de los hechos. Las Fuerzas de Defensa israelíes han reconocido el episodio y han dicho que van a hacer una "revisión" de lo sucedido: "Esto es un grave incidente que no coincide con los valores ni con lo que se espera de los soldados de las Fuerzas de Defensa israelíes".   

Los ataques a ambulancias

Vídeos verificados de un ataque a ambulancias en Gaza

Dos imágenes de vídeos verificados de un ataque a ambulancias en Gaza

Las ambulancias también se han visto alcanzadas por las hostilidades en Gaza a lo largo de estos doce meses pese a que el derecho internacional considera un crimen de guerra los ataques contra medios sanitarios que no sean objetivo militar. Este vídeo contrastado por VerificaRTVE refleja las consecuencias de un ataque que alcanza a varias ambulancias de la Media Luna Roja palestina en una calle aledaña al Hospital Al Shifa. Otra grabación de un reportero local muestra a varias de las víctimas en este ataque que impacta contra un convoy de ambulancias. La Media Luna Roja palestina sostiene que fue "un ataque aéreo" de Israel contra el grupo de ambulancias. El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, informa de trece muertos y más de 20 heridos.

Ataques a periodistas que cubren la guerra

Los reporteros que informan desde el terreno sobre una guerra están protegidos por el derecho internacional por su condición de civiles que no participan en las hostilidades pero en esta contienda se han visto expuestos a ataques desde el principio. De hecho, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha denunciado la muerte de 116 periodistas en la guerra de Gaza. Seis días después del inicio de la guerra, el 13 de octubre de 2023, un ataque lanzado desde el norte de Israel mata a un reportero gráfico de la agencia Reuters y deja heridos a otros seis informadores de la agencia AFP y de la cadena Al Yazira. Los reporteros se encontraban situados en el sur de Líbano, en Alma el Chaab, como muestra esta grabación previa al ataque. Este otro vídeo verificado muestra el momento en el que una explosión les alcanza mientras continúa la señal en directo de Reuters que segundos antes captaba la posición de un carro de combate israelí. Una grabación posterior refleja a una reportera herida por la deflagración. La investigación de la propia agencia de noticias pone de manifiesto que el ataque que acabó con la vida de su reportero Issam Abdalá llegó precisamente desde esa posición militar israelí situada en el norte de Israel.   

El ataque contra el convoy humanitario de World Central Kitchen

Las organizaciones humanitarias también están protegidas por el derecho internacional durante una guerra pero en Gaza también han sido objetivo de ataques. Un ejemplo es el bombardeo del 1 de abril de 2024 en el que mueren siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen cuando estaban realizando en Gaza un transporte de ayuda humanitaria autorizado por las Fuerzas de Defensa israelíes, a las que habían informado previamente de sus coordenadas. El convoy circulaba por una zona costera del sur de Deir al Balah, , cuando sus vehículos fueron alcanzados por varios proyectiles, como reflejan estas dos grabaciones contrastadas por VerificaRTVE (1 y 2). Las Fuerzas Armadas israelíes admiten la autoría del ataque, sostienen que se debe a una sucesión de errores y, tras una investigación, deciden cesar a dos mandos (un comandante y un coronel) por lo sucedido. "Las conclusiones de la investigación indican que el incidente no debería haber ocurrido. Aquellos que aprobaron el ataque estaban convencidos de que estaban atacando a operativos armados de Hamás y no a empleados de World Central Kitchen. El ataque contra los vehículos de ayuda humanitaria es un grave error derivado de un fallo grave debido a una identificación errónea y a errores en la toma de decisiones y es un ataque contrario a los procedimientos operativos estándar", señalan en un comunicado las Fuerzas Armadas israelíes. En respuesta, la ONG atacada ha reclamado "la creación de una comisión independiente para investigar las muertes" de los siete trabajadores de World Central Kitchen por considerar que "las Fuerzas de Defensa israelíes no pueden investigar su propio fracaso en Gaza". 

Los disparos de soldados en un reparto de ayuda humanitaria

El derecho internacional establece la protección de los civiles en un conflicto porque no toman parte en las hostilidades pero el 29 de febrero las tropas israelíes abren fuego cuando miles de palestinos están rodeando unos camiones en un reparto de ayuda humanitaria en la carretera costera Al Rashiid, en Gaza. Las propias Fuerzas de Defensa israelíes publican en X un vídeo sin audio que muestra el momento previo y el posterior a los disparos y señalan que la grabación refleja "cómo la multitud palestina atacó los camiones y, como resultado, decenas murieron por el hacinamiento, la aglomeración y el aplastamiento". En un comunicado, el contralmirante Daniel Hagari, portavoz militar israelí, sostiene que las tropas "abrieron fuego solo cuando afrontaron peligro, cuando una multitud que ponía en riesgo a las fuerzas".

Vídeo de las Fuerzas de Defensa de Israel del reparto de ayuda

Imagen del vídeo de las Fuerzas de Defensa de Israel con disparos en un reparto de ayuda

Una investigación del diario The New York Times basada en grabaciones verificadas del incidente señala que el vídeo difundido por las FDI "está editado y contiene varios cortes", además de dejar fuera "el momento clave antes de que la multitud comience a huir". El rotativo analiza un clip publicado por la cadena Al Yazira que capta "el sonido de los disparos y de múltiples balas trazadoras" y sitúa el origen del fuego en una posición donde "se localiza una base militar israelí". Las autoridades de Gaza sostienen que el ataque deja 112 palestinos muertos

Las pruebas de redes tienen que estar apoyadas por otras evidencias 

Las dos especialistas de AI y de la Universidad de Berkeley recalcan que los vídeos de redes tienen que estar apoyados por otras evidencias para poder presentarlos como pruebas de violaciones de Derechos Humanos y de crímenes de guerra. "Tenemos que presentar evidencias creíbles, por lo que para nosotros es importante acumular evidencias digitales: contenido generado por usuario junto con imágenes satelitales, con testimonios y visitas sobre el terreno y con todo lo que podamos", afirma la responsable del Evidence Lab de AI.  

Desde el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Berkeley, Lindsay Freeman señala que, "en el contexto legal", "la información de fuentes abiertas [vídeos, imágenes y datos publicados en internet] por si sola nunca va a ser suficiente". "Tiene que ser triangulada y corroborada con otras pruebas", subraya, antes de señalar que "incluso en el contexto periodístico o el de los Derechos Humanos o en informes de Amnistía Internacional", "las imágenes de un resultado no dicen la información que uno necesita saber sobre lo que causó ese resultado".  

El conocimiento del contexto, clave en la investigación digital 

Esta investigadora jurídica sénior recalca que "el conocimiento del contexto es increíblemente importante" al investigar contenidos de redes: "Si uno está trabajando con un determinado conflicto armado, ser de ese país, hablar el idioma, conocer la cultura y haberla estudiado durante un largo periodo y haber seguido el entorno de redes sociales de un lugar específico es muy, muy diferente de saltar a un nuevo conflicto del que no sabes nada y analizar los vídeos de allí".   

Incide, por último, en que "probar crímenes de guerra es difícil". "La gente cree que es simple porque uno ve toda esa destrucción y piensa que debe ser un crimen. Si estás operando en un conflicto armado, entonces la mayoría de lo que sucede en un conflicto armado es legal, está permitido y es excepcional lo que no está permitido. ¿Solo la destrucción? Eso en realidad no te dice mucho. Conforme avanza el paso del tiempo y sale más información y hay testigos de estos hechos... Pero esa es la razón por la que las acusaciones en este contexto legal llevan mucho tiempo", concluye. Freeman forma parte del comité coordinador que redactó el Protocolo de Berkeley, una guía práctica impulsada por Naciones Unidas y la Universidad de Berkeley para fomentar el uso eficaz de la información de fuentes abiertas en las investigaciones sobre violaciones de Derechos Humanos y de derecho internacional penal.