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Supervivientes y familiares conmemoran la masacre del 7 de octubre: “Cada día es una guerra dentro de la guerra”

  • Un año después, los familiares reclaman paz
  • Carmel Efron, superviviente del atentado, relata cómo logró escapar

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Familiar víctima 7 octubre
Imagen del padre de Shani Louk, la influencer asesinada, en el acto homenaje EFE

La música del Nova Fest desapareció para dar lugar a los gritos y el terror de sus miles de asistentes, cuando Hamás irrumpió en el festival israelí y comenzó la masacre que dejó 250 muertos el pasado 7 de octubre de 2023. Un año después, la Federación de Comunidades Judías en España ha organizado en Madrid un acto en recuerdo de la tragedia, que ha contado con la participación de familiares de las víctimas y una superviviente.

Los últimos mensajes de Iván

Entre las personas que murieron aquel día, se encuentran dos españoles, Iván Illarramendi y Maya Villalobo. Illarramendi, nacido en Zarautz (País Vasco), tenía 46 años y vivía junto a su mujer Dafna Garcovich en el kibutz Kissufim, a dos kilómetros de la Franja. Durante aproximadamente una hora, en torno a las diez de la mañana, mantuvo en contacto con su familia en España a través de mensajes cortos de WhatsApp. A las 10:39 horas se cortó la comunicación. Hasta el 8 de noviembre, se pensaba que la pareja estaba secuestrada, pero aquel día llegó la noticia de que les habían asesinado el mismo día de la masacre.

El 5 de octubre de 2023 regresaban de un viaje de pareja "más felices que nunca", según relata su hermano Ander, que planeaba una visita próxima. Un par de días después, recibió los primeros mensajes, en los que le avisaba de que era "una mañana muy complicada" porque había entrado gente en el kibutz y sospechaban que eran terroristas. Poco después, le contó que habían lanzado granadas y varios proyectiles habían impactado contra su pecho.

Ivan Dafna 7 octubre

Iván y su mujer Dafna en una imagen compartida por la familia

Preocupado por la situación, Ander le transmitió que iba a organizar un operativo para sacarlos de allí. Su hermano le cuenta entonces que los terroristas han reventado los cristales y están al otro lado de la puerta. A partir de ese momento, dejan de comunicarse para evitar que un posible sonido del teléfono móvil los revele, aunque Iván le promete que cuando pueda salir le enviará fotos y le contará lo ocurrido. Esos mensajes, lamenta Ander, nunca llegaron.

Quemaron la casa, quemaron los coches, les quemaron a ellos, lo quemaron todo

Después de un mes de incertidumbre, en el que la familia transitaba entre la esperanza y el terror, recibieron la llamada que les confirmaba que habían encontrado fragmentos de sus cadáveres calcinados. "Quemaron la casa, quemaron los coches, les quemaron a ellos, lo quemaron todo", relata Ander, que lo recuerda como los peores días de su vida.

Ya en 2008, Garcovich había abandonado Israel, preocupada por la situación que le rodeaba. Poco después, conoció a Illarramendi, con el que se casó, y años después decidieron mudarse a Kissufim, sin sospechar este final.

Ander Illarramendi gradece el apoyo institucional y social que ha recibido desde entonces y la comunicación con la embajada, pero insiste en la necesidad de transmitir un mensaje de paz: "Matar no va a ningún lado, tanto unos como otros. La violencia no tiene que existir de ninguna de las maneras". Aún augura un largo recorrido al proceso judicial que se encuentra en marcha. "Queremos sentar ante el banquillo a unos cuantos que están en Qatar, que son los que financian", explica a RTVE.es, pero ve difícil avanzar con el juicio mientras dure el conflicto.

Señala la desinformación como uno de los principales problemas. "Antes de juzgar hay que estar bien informado, sobre todo juzguemos los hechos, no las ideologías", apunta. Recuerda que él mismo recibió información falsa sobre su hermano, que le provocó mucho dolor. La embajada le indicó que no diera credibilidad a lo que le llegase de fuentes no oficiales, pero no comprende el interés en "mentir sobre algo así, con el daño que produce a las víctimas".

Maya realizaba el servicio militar obligatorio

La otra joven española que murió a manos de Hamás el pasado 7 de octubre de 2023 fue Maya Villalobo, de 19 años y nacida en Sevilla. Contaba con doble nacionalidad española e israelí. Vivía con su madre en Israel y se encontraba junto a su grupo de compañeras del batallón 414, en el servicio militar obligatorio.

Los terroristas asaltaron la base de Nahal Oz y asesinaron a la joven. Su padre, Eduardo Villalobo, ha contado en el acto que "murió rodeada de sus amigas, rodeada de amor", algo en lo que encuentra un leve consuelo. Sin embargo, un año después, asegura que "el vacío, la tristeza y el dolor siguen intactos".

Españoles fallecidos en Israel

Imágenes de los españoles fallecidos en Israel

El símbolo viral de Shani contra el terror

El nombre de la influencer Shani Louk, de 22 años, daba la vuelta al mundo el pasado 7 de octubre de 2023, después de que se viralizara un vídeo en el que miembros de Hamás paseaban su cadáver por las calles de Gaza, mientras jaleaban y escupían a su cuerpo. Su padre, Nissim Louk, recuerda en el acto de la Federación de Comunidades Judías en España que aquella mañana la familia se levantó temprano y escuchó un ruido extraño del cielo. Al reconocer los misiles, llamaron a Shani, la única de sus hijas que no se encontraba en casa. La joven avisó a sus padres de que salía del festival y se dirigía hacia Tel Aviv con su novio para refugiarse. Unas horas después, su familia trató de contactar con ella de nuevo, pero fue imposible.

Horas después, un grito resonó en la casa de los Louk. Era uno de los hijos, al recibir en su teléfono el vídeo de su hermana. A pesar de las imágenes, la familia mantenía la esperanza de que pudiera seguir con vida. "Como padre, ver esa imagen es muy fuerte. Cualquiera la vea entiende que hay algo malo en el mundo", lamenta Nissim Louk y recuerda que los siguientes días no podía comer ni dormir: "La echamos mucho de menos. Nos sentamos y hay un hueco en la mesa y en nuestro corazón"

Desde aquel día, Louk ya no se dedica a la ingeniería mecánica. Mantiene reuniones con medios e instituciones, para transmitir su mensaje. Insiste en que el material de guerra cuesta mucho dinero, que no procede de Palestina y Líbano, sino de Irán. "Si das dinero, tienes que asegurarte de donde va porque, si no, financia el terror", señala. Louk alerta de que el peligro acecha a Europa: "Si Israel cae, caerá el mundo occidental". Pide apoyo y llama a vigilar dónde se dirige el dinero. "Si tenéis alguna duda, solo mirad la imagen, ella es la mensajera del bien frente al mal y yo estoy orgulloso de ser el padre de la mensajera", sentencia.

Gaza suma más de 10.000 desaparecidos mientras Israel mantiene sus ataques contra objetivos civiles

Carmel, superviviente del festival

Carmel Efron llegó el 6 de octubre para trabajar en la gestión de accesos al evento. Cuando se abrieron las puertas, vio a muchos de sus amigos y percibió una atmósfera de felicidad. "Este festival es muy especial. No teníamos ni idea de que se volvería una masacre. Es un festival de paz y amor, que acoge a personas jóvenes de todo el mundo, de todo tipo de religiones", explica.

Al amanecer, el cielo se llenó de misiles y se extendió el terror. Efron se apresuró a conducir en dirección a casa de sus padres para recoger a su hija, pero, en mitad del atasco, vio como un proyectil asesinaba al conductor que se encontraba delante de ella. "En ese momento entendí que tenía que huir y salvar mi vida. Dejé mi coche, solo cogí el móvil y empecé a correr", recuerda. Miles de personas tomaron la misma iniciativa. En medio del caos, la superviviente reconoció a un amigo y se dirigieron juntos a la zona de fiesta. Un policía les avisó de que llegaban furgonetas con miembros de Hamás y les incitó a escapar del lugar.

Carmel 7 octubre

Carmel Efron en el acto, junto a una fotografía del día del festival

El cansancio se apoderó de Efron, después de una noche de trabajo, pero no podía dejar de correr, porque los terroristas estaban a pocos metros y disparaban sus armas. Al ver cómo muchas personas jóvenes recibían las balas y caían al suelo, pensó que eran sus últimos minutos de vida.

Le dije a mi amigo que sentía que estaba en el Holocausto

"Pedí a Dios que cuidara de mi hija y empecé a llorar, sabiendo que no la vería crecer. Nunca olvidaré ese momento. Le dije a mi amigo que sentía que estaba en el Holocausto. No lo podía creer, vi como disfrutaban matando", asegura.

Tras largas horas escondida junto a otras personas en el bosque, recibió la ayuda de un hombre de un pueblo cercano que acudió a su rescate. A partir de ese momento, los supervivientes comenzaron a tener información sobre amigos y familiares fallecidos o secuestrados. Lo recuerda como "una pesadilla".

Su vida ha cambiado totalmente desde entonces. No ha vuelto a trabajar y siente que desde aquel 7 de octubre todo está en pausa: "Cada día es una guerra dentro de la guerra".  A pesar de lo vivido y de que muchos de sus amigos aún se encuentran como rehenes en Gaza, Efron todavía cree "en el amor y la bondad". Es lo que quiere transmitir a su hija, según relata a RTVE.es. Según cuenta, la pequeña, de solo 7 años, es consciente de la realidad que le rodea y le confiesa a su madre que teme que la secuestren y la maten.

Durante las primeras semanas después del ataque, Efron tuvo que lidiar con la pérdida de sus amigos, muertos o secuestrados. Recuerda tener al menos cuatro funerales cada día. "Al principio solo lidiaba con eso, ni siquiera tenía tiempo para mi propio trauma. Es muy duro perder a alguien que quieres, pero cuando son decenas es algo que el cerebro humano ni siquiera puede digerir", explica.