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María Santos, enfermera de Médicos Sin Fronteras: "En Gaza no existen las reglas, no se está seguro en ningún sitio"

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María Santos, enfermera de Médicos Sin Fronteras en Gaza: "No existen reglas, no se está seguro en ningún sitio"

En las últimas semanas ha cambiado el foco de la guerra, pero la Franja de Gaza sigue sufriendo cada día, desde hace un año, las consecuencias de los ataques del Ejército israelí. Desde el 7 de octubre de 2023, han muerto 42.000 palestinos en la Franja, hay 97.000 heridos y 10.000 desaparecidos. Por eso, la presencia y la labor de los trabajadores humanitarios en el enclave es fundamental. TVE ha acompañado en el inicio de su viaje a Gaza a María Santos, una enfermera española de Médicos Sin Fronteras que pasará seis semanas en Gaza.

Un equipo del Telediario viaja con María hasta Ammán, desde donde un convoy de la ONU la trasladó a Gaza. "Después de hablar con compañeros de trabajo y todo lo que se ve a diario en la tele, creo que va a ser muy diferente de las misiones en las que he trabajado antes", relata TVE antes de llegar a la Franja.

"En Gaza no existen las reglas, no se está seguro en ningún sitio", asegura esta enfermera que antes trabajaba en Murcia y que ha estado en destinos como Angola, Haití, Yemen o Ucrania. Dice sentirse "privilegiada" por poder ir a ayudar a Gaza, pero sabe que será mucho más difícil que en otros lugares.

Tomar la decisión, de hecho, no fue fácil. "Al principio, cuando tuve la oportunidad, es cierto que dije que no, sobre todo por la preocupación de mi familia. Pero después de pensarlo mucho seguía teniendo ese deseo de ir y poner mi granito de arena", cuenta desde el avión. Al final, terminó hablando con su familia y ellos entendieron su decisión.

María Santos, enfermera de Médicos Sin Fronteras en Gaza: "Ves kilómetros de una imagen de destrucción extrema"

Un largo viaje desde Amán hasta Gaza

A su llegada a Amán, Jordania, recoge su maleta y cuenta que su equipaje está muy controlado, que no puede llevar con ella nada que puedan quedarse los gazatíes. Todo tiene que ser "de uso personal". Allí, ha recibido la preparación para su estancia en la Franja: reuniones preparatorias, atención psicosocial, contexto de la situación. En esos encuentros previos ha podido conocer alguna de las historias con las que después tendrá que lidiar en el enclave palestino.

"Pacientes que tienen amputaciones, que están muy críticos, y se sienten culpables de estar vivos porque han bombardeado a toda su familia" o "un niño y una niña de 3 y 4 años que le decían a su padre: "¿Vas a ser capaz de protegernos?". En la formación, dice, le han intentado explicar qué tipo de situaciones se puede encontrar para saber "cómo ayudar".

Antes de poner rumbo a Gaza, se ha reunido con compañeros de médicos sin fronteras de otros países. Una larga jornada de hasta 12 horas de autobús parando en distintos controles de seguridad. María se siente con "muchas ganas, nerviosa pero ilusionada" y deseando conocer a sus compañeros.

La llegada a Gaza: "Ves kilómetros de destrucción"

El Telediario vuelve a hablar con María cuando se cumple una semana de su llegada a la Franja. "La entrada en Gaza fue bastante impactante. Ves kilómetros y kilómetros de destrucción extrema, no hay ni una sola persona caminando, es una imagen muy apocalíptica", relata la enfermera.

"Te reciben con una sonrisa, con una energía, he visto a trabajadores humanitarios que vienen a trabajar en su día de libranza", asegura. "Les preguntas por qué y te dicen, ¿qué voy a hacer?"

En los pocos días que lleva en el enclave palestino, ha visto cómo las condiciones de higiene afectan de lleno en la salud de los gazatíes. Además, se lamenta, no disponen de suministros básicos o analgésicos como paracetamol o ibuprofeno. Una vez allí, confiesa que seis semanas le parecen "muy poco" tiempo.