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Día Internacional de la Dislexia

Cuando la dislexia deja de ser un carga: "Aprendemos mucho leyendo y equivocándonos también"

  • RNE visita el Colegio Jara, de la Fundación Aprender, para conocer a los niños y niñas que padecen ese trastorno del aprendizaje

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Cuando la dislexia deja de ser un carga: "Aprendemos mucho leyendo y equivocándonos también"
Fotografía de archivo de un niño con un libro. GETTY

"Aprendemos mucho leyendo y equivocándonos también, no pasa nada. Aprendemos con tranquilidad, poquito a poco", dice ante los micrófonos de RNE, Ariadna, alumna del colegio madrileño Jara, de la Fundación Aprender, en el Día Internacional de la Dislexia. 

"Si tienen dislexia y no lo trabajamos, se van a equivocar. Pero lo que pretendemos es que el niño se sienta bien y hacerle un refuerzo positivo; que no tenga miedo a equivocarse", explica el coordinador y profesor de Secundaria del Colegio Jara, Javier León.

En este colegio trabajan con niños con dislexia, un trastorno del aprendizaje que podría afectar al 10% de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, los expertos calculan que este desorden afecta a uno de cada diez menores.

Este trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, se da en niños que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo, según publica la Organización Internacional Dislexia y Familia (DISFAM).

El método Helix, otra forma de aprender

Para ayudar a los más pequeños, el colegio Jara sigue el método de enseñanza Helix, que pone más interés en el desarrollo de habilidades y destrezas que en la memorización de conceptos. En este centro los exámenes no son tan importantes como sí lo es que el niño aprenda. Eso es lo que cuenta Marta, otra alumna de este centro: "Lo que quieren es que aprendamos y que nos relacionemos con nuestros compañeros". 

"La dislexia puede no ser un problema si evitamos la lectoescritura como única vía de aprendizaje y el examen como la única manera de evaluar", sostiene Irene Ranz, presidenta de Fundación Aprender. 

Además, las dos estudiantes subrayan la importancia de la lectura en el aprendizaje. A veces se entiende la dislexia como un problema de lectoescritura, pero "claro que hay que leer y escribir", subraya la directora del centro, Rebeca Santos. "Damos mucha importancia a la quietud del niño", pero también dedican dos días a la semana a hacer entrenamientos de lectoescritura, "conectamos con esas partes de la escritura, de la lectura, que en un principio rechazan o que vienen de otros colegios con mucha presión al respecto".

En el Día Internacional de la Dislexia, hablamos con varias personas que sufren este trastorno que dificulta aprender a leer y escribir, pero no afecta a la inteligencia.

Muchos niños y niñas llegan a este centro frustrados, con unas autoestimas muy bajas porque en ocasiones se equivocan al leer. Por eso, desde el centro acompañamos a los alumnos "teniendo paciencia con ellos y acompañándolos en todo el proceso de su aprendizaje porque así pueden avanzar más fácilmente. Si llegas frustrado de otro colegio en el que te están corrigiendo constantemente, no vas a querer leer, provocando un rechazo a la lectura que aquí, no lo tienen", aclara el profesor. 

Por eso, desde el centro, los profesores, educadores sociales y los alumnos ayudan a todos los nuevos estudiantes a integrarse y ver lo mejor de cada uno. "Tenemos la suerte de que es un colegio pequeño y somos una gran familia, por lo que al final lo que conseguimos es que cada niño saque lo mejor de sí mismo. Cuando tú sacas lo mejor de cada uno, aprender es fácil y divertido", añade la directora. 

La dislexia "no es una carga"

El colegio Jara busca acabar con la dislexia como algo negativo y que los niños entiendan que no es algo malo, sino que el cerebro funciona de otra manera, cuenta Santos. "Cuando ellos entienden que no es una carga para ellos, ya no viven la equivocación como un fracaso, sino como un reto de ir mejorando".

El niño como protagonista del aprendizaje

El modelo pedagógico Helix busca recuperar la esencia de la educación, devolviendo al niño el protagonismo y haciéndole artífice de su aprendizaje. "Este modelo se basa básicamente en poner al niño en el centro y saber su ritmo de aprendizaje. Todo gira en torno al niño y el profesor es un guía que acompaña", cuenta León. Estos profesores utilizan una metodología muy visual para que luego expresen lo aprendido oralmente.

"Basamos todo en la observación de algún acontecimiento y de ahí asociamos. Después lo que tenemos es la experimentación y por último, cómo expresan ellos lo aprendido", concluye León.