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'The Apprentice': ¿quién teme en Hollywood a la película en la que Donald Trump es amoral, violador y desalmado?

  • Se estrena el biopic dirigido por Ali Abassi sobre el ascenso empresarial del republicano en los años 80
  • Interpretada por Sebastian Stan y Jeremy Strong, ha tenido dificultades para lograr distribución en EE.UU.

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Sebastian Stan como Donald Trump en 'The Apprentice (La historia de Donald Trump)'
Sebastian Stan como Donald Trump en 'The Apprentice (La historia de Donald Trump)' Vertigo

¿Quién en Hollywood quiere apostar por un negocio que solivianta a la mitad del país y está amenazado por batallas legales? El guionista Gabriel Sherman aprendió que casi nadie: puede que la meca del cine tenga un barniz demócrata, pero sobre todo es un bastión del negocio. Sherman es el creador tras The Apprentice (la historia de Donald Trump), la película sobre el ascenso empresarial del político en la fiesta capitalista del Nueva York de los 80 que —tras grandes dificultades pese su ambición y calidad— se estrena este 11 de octubre en España y EE.UU.

Dirigida por Ali Abassi (Border, Holy Spider), The Apprentice es el relato de un pacto mefistofélico: el de un joven, ambicioso y atolondrado Trump (interpretado solventemente por Sebastian Stan) con su mentor, el abogado Roy Cohn, —figura menos conocida fuera de EE.UU.— que acogió al empresario para enseñarle tres valiosas lecciones para alguien sin escrúpulos: “Ataca, ataca, ataca”, “niégalo todo, no reconozcas nada” y “siempre reclama la victoria”. ¿Suena?

Sherman, periodista antes que guionista, cubrió informaciones sobre el Trump empresario y se obsesionó durante quince años con su trayectoria. Atónito tras su éxito presidencial, en 2017 emprendió la escritura de un guion convencido de que mostrar al humano tras el personaje aportaba nuevas dimensiones. Los productores tuvieron la intuición de que un cineasta extranjero aportaría una visión alejada de la polarización del fenómeno Trump. En un artículo en Vanity fair, Sherman ha señalado que sabía que Ali Abassi no tendría miedo de Trump y que, además, el director iraní nacionalizado danés “preparaba una película sobre el psicópata nazi Josef Mengele”.

Abassi reconoció pronto el valor shakesperiano de un drama de poder entre mentor y el discípulo que le devora. “No es una película sobre Trump, sino sobre el sistema”, dijo en su presentación.

Cómo un amigo de Trump financió la película y luego quiso destruirla

En mayo de este año, el Festival de Cannes, siempre abierto al cine estadounidense crítico con Estados Unidos, extendió a The Apprentice su alfombra roja en la competición por la Palma de Oro. Tras la controversia por las secuencias más polémicas, sus creadores vaticinaron que el mercado compraría una película que generaba revuelo. Pero esa misma noche, durante la fiesta tras el estreno en la Costa Azul, llegó el anuncio de una denuncia de Trump para bloquear el estreno “por las falsedades de esos supuestos cineastas”, apelando a una “interferencia de las élites de Hollywood en la campaña”. Es decir, ataca, ataca, acata.

En dos días llegó la demanda, que se extendía a cualquier distribuidora que comprase la película, y lo que parecía una película destinada a los Oscar amenazó un tiempo con dormir el sueño de los justos. La situación se agravó cuando resultó que el multimillonario Dan Snyder, amigo de Trump, había invertido en la película pensando que sería un retrato amable y, enfurecido por el resultado, inició una ofensiva legal en paralelo. 

A finales de agosto, The Apprentice logró finalmente distribución en EE.UU., aunque sus creadores llegaron a reclamar ayuda vía crowfounding. Bajo el reclamo "liberar The Apprentice": en un día lograron los 100.000 dólares que tenían como objetivo.

Jeremy Strong y Sebastian Stan en 'The apprentice (La historia de Donald Trump).

Jeremy Strong y Sebastian Stan en 'The apprentice (La historia de Donald Trump).

La película en parte es víctima del vórtice Trump que engulle todo su favor. Porque The apprentice es una muy interesante película más allá de lo modélico, que atrapa la atmósfera de una época, y que muestra una vez más la maestría de Abassi para la tensión y el ritmo, pero siempre cargará con la etiqueta de ‘la película negativa sobre Trump en año electoral’. En la taquilla su pronóstico no es favorecedor. Los votantes de republicanos no tienen incentivo para verla y, probablemente, la mayoría de opositores no quieran pasar dos horas en compañía de Trump por mucho que sea atizado: The apprentice es una doble víctima de los juicios a priori. 

Por eso quizá lo más interesante es centrarse en la figura de Roy Cohn, que no solo es más desconocida, sino fascinante como personaje dramático y poseído por Jeremy Strong en la pantalla, que regala una interpretación digna de todos los galardones si The apprentice no estuviese ya maldita para la temporada de premios por todo lo expuesto anteriormente. 

Roy Cohn, el tenebroso abogado que moldeó a Trump

Abogado despiadado, homosexual no declarado en los hiperhomófobos círculos de poder, Roy Cohn fue el brazo derecho del senador Joseph McCarthy durante la caza de brujas anticomunista (que precisamente tanto padeció Hollywood). En The apprentice aparece como un tipo realmente duro que moldea a Trump a su semejanza hasta que el discípulo se revela como un auténtico desalmado. Cohn enfermó de sida a comienzo de los 80, aunque públicamente siempre mantuvo que tenía problemas con el hígado. 

Jeremy Strong es Roy Cohn en 'The apprentice (La historia de Donald Trump)'.

Jeremy Strong es Roy Cohn en 'The apprentice (La historia de Donald Trump)'.

Tanto Al Pacino (en la miniserie de 2003 Ángeles en América), como James Woods (en la tv movie de 1992 Ciudadano Cohn) ya habían interpretado al oscuro abogado, realmente un personaje ‘más grande que la vida’ por lo turbio, pero también por su locuacidad, mordacidad y sarcasmo. Jeremy Strong recoge el guante y no desmerece a sus predecesores en el tránsito que le lleva a ser traicionado por Trump. 

La violación de Ivana

Donald Trump tiene numerosas denuncias por agresión sexual y en mayo del año pasado fue condenado por agredir sexualmente a la escritora E. Jean Carroll a medidos de los años 90, pero The Apprentice explicita su perfil depredador recreando el testimonio de su exmujer Ivana: en 1990, durante la declaración de divorcio, detalló una violación a cargo del ahora candidato republicano, la cruda escena de la que todo el mundo habla desde Cannes. Aunque Ivana, fallecida en 2022, se retractó posteriormente, los creadores han mostrado su total tranquilidad ante las demandas de Trump: Ivana declaró bajo juramento.

La proyección en Cannes, de hecho, “salvó la escena”, según Sherman. Los abogados del millonario Snyder mandaron cartas a los productores para que la eliminasen, pero se vieron obligados a parar porque la película sí tenía distribución en Francia y, por tanto, derecho a ser proyectada en el festival.

Maria Bakalova, como Ivana Trump

Maria Bakalova, como Ivana Trump

The Apprentice muestra también como se alimentó al monstruo desde todos los rincones ideológicos, cuando Trump era un simpático símbolo del empresario neoyorquino en la era del pelotazo de los yuppies ochenteros. En una escena, la madre de Trump lee un The New York Times donde se le comparaba nada menos que con Robert Redford. Un artículo real sacado de la hemeroteca. 

Pero esencialmente es la demoledora historia de un triple traidor: con su hermano (al que repudió por sus problemas), su mujer y su maestro. Sherman recordaba que, mientras se documentaba para escribir el guion, descubrió una frase que Cohn repitió en más de una ocasión sobre el —de nuevo— posible presidente de Estados Unidos: “No puedo creer lo que me está haciendo. Donald mea agua helada”.