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Día del Pediatra

Paula Armero, pediatra: "Los menores están sufriendo mucho y nos faltan todavía recursos para atenderlos"

  • Durante la pandemia, la conducta suicida aumentó un 59% y los ingresos psiquiátricos se triplicaron
  • La doctora pide más formación en salud mental para poder prevenir y detectar los casos entre la infancia

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La doctora Paula Armero, coordinadora del comité de salud mental de la AEP
Imagen de archivo de Paula Armero

Antes de la pandemia de la COVID-19, los pediatras ya notaban un deterioro progresivo en la salud mental de los niños y adolescentes en España. En 2022, según los últimos datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP), los problemas de salud mental en los jóvenes aumentaron hasta un 47%. Las consultas e ingresos psiquiátricos en menores se triplicaron durante la pandemia, la conducta suicida incrementó un 59% y los diagnósticos de ansiedad, depresión, trastornos de conducta alimentaria llegaron a multiplicarse por cuatro.

Por ello, con motivo del Día del Pediatra, que se celebra este 8 de octubre, la Asociación quiere poner el foco en la salud mental de los niños y adolescentes y hacer un llamamiento a la sociedad para concienciar sobre los problemas de salud mental en la infancia. La coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP, la doctora Paula Armero, relata a RTVE.es cómo pueden las familias detectar si sus hijos padecen problemas de salud mental y las medidas que se podrían implementar para reducir el número de casos en jóvenes.

Armero ejerce como pediatra desde 2014 y actualmente, desde enero de 2023, trabaja en el centro de Salud Arroyomolinos en la Comunidad de Madrid. La doctora alerta de que los problemas empiezan cada vez a edades más tempranas y subraya la importancia de los traumas que puedan vivir en el entorno familiar y escolar, ya que pueden terminar siendo un factor de riesgo para su salud mental.

PREGUNTA: ¿Qué dato preocupa más a los pediatras?

RESPUESTA: En realidad nos preocupan todos, nos preocupa ver que los menores están sufriendo mucho y que nos faltan todavía recursos para atenderlos. Siempre el factor más grave es que hayan aumentado los suicidios, porque es irreversible, no podemos dar marcha atrás.

Pero es verdad que todos los datos que tenemos de aumento de depresión, de ansiedad, de trastornos, de la conducta alimentaria, las adicciones y los contenidos inapropiados en cuanto a dispositivos digitales, nos tiene muy preocupados. Todos estamos viendo que hay bastante deterioro.

Hemos detectado que cada vez los síntomas empiezan antes. A partir de los 11 es cuando tenemos esa gran cantidad de pacientes y cada vez son más jóvenes

P: ¿A qué edad empiezan a tener problemas de salud mental?

R: Hemos detectado que cada vez los síntomas empiezan antes. Aunque no hay una edad establecida, puede empezar en la adolescencia, a los 11 años. Por ejemplo, con el uso inadecuado de pantallas, ya comienzan a los ocho y a los nueve años. Son edades cada vez más tempranas, pero a partir de los 11 es cuando tenemos esa gran cantidad de pacientes y cada vez son más jóvenes.

P: ¿Cuál es el trastorno mental que más ha aumentado? ¿Qué factores de riesgo hay?

R: Los trastornos del ánimo, del comportamiento y la ansiedad son los que más han aumentado y también las autolesiones. Cualquier tipo de maltrato que sufra cualquier menor es un factor de riesgo para alterar su salud mental. Tenemos mucho problema en cuanto al acoso escolar y el ciberbullying [ciberacoso], con conductas suicidas, etc.

A todo eso se llama experiencias adversas en la infancia. Entonces, cualquiera de estas experiencias adversas, es un factor de riesgo para desarrollar un trastorno mental y de hecho también están relacionadas incluso con enfermedades físicas en los adultos. Entonces, todo lo que tenga que ver en el entorno familiar y escolar que les cause un trauma es un factor de riesgo que puede afectar a la salud mental.

El cerebro de un menor está en desarrollo. Entonces si todos los contenidos que le llegan son inapropiados y violentos, ellos integran que la forma de relacionarse es a través de la violencia

P: ¿Qué medidas se podrían hacer para ayudarles si están expuestos a algún factor de riesgo?

R: Nosotros lo que primero necesitamos es detectarlo y prevenirlo. Por ejemplo, los pediatras podemos ver cómo son los estilos de crianza, cómo la familia está afrontando desde que nace ese hijo y cómo va creciendo. Si detectamos cualquier problema que pueda haber en ese ámbito familiar y social, nosotros podemos derivar o a servicios sociales para que mejore esa situación.

También si sabemos que hay cualquier problema a nivel escolar, siempre citamos al paciente y nos coordinamos con los colegios e institutos para ayudarles. Los pediatras, lo que hacemos es valorar todos los aspectos del menor, ver si hay alguno que está en riesgo y, si vemos que es una señal de alarma, derivamos a salud mental.

P: ¿Cómo les afecta a su salud mental las adicciones y ver contenidos que no son apropiados para su edad?

R: El cerebro de un menor está en desarrollo. Si todos los contenidos que le llegan son inapropiados y violentos, ellos integran que la forma de relacionarse es a través de la violencia. Por eso vemos que han aumentado muchísimo los casos de las agresiones sexuales en menores porque piensan que el porno es la forma de iniciarse en la sexualidad y sabemos que eso no es verdad.

Eso les impacta mucho en su salud mental y muchos de ellos o bien reproducen estas actitudes agresivas o bien se sienten muy indefensos. Además, la adicción a las pantallas hace que prefieran estar siempre conectados a una pantalla para relacionarse. Los seres humanos somos seres sociables, y los adolescentes necesitan estar con sus iguales y con su familia, porque el estar solo te lleva a la tristeza.

P: ¿Qué medidas se podrían tomar en estos casos para evitar adicciones?

R: De entrada, lo que tenemos que saber es que no tienen que estar todo el día ni con la tablet, ni con el móvil, ni con el ordenador. Hay que limitar, desde que son pequeños, el uso de la pantalla como algo lúdico. Ellos tienen que jugar con sus iguales y estar en el parque.

También lo ideal es que las familias estén presentes, que las películas se vean juntos, que los juegos sean juntos y, aparte, deben de tener todos los controles parentales y saber dónde están esos menores entrando en internet, porque el problema es que los padres no lo saben.

P: Para celebrar el Día del Pediatra habéis escrito un manifiesto con vuestras demandas. ¿Qué pedís?

R: Necesitamos aumentar nuestra formación, porque para abordar los temas de salud mental tenemos que habernos formado en ellos. Entonces, que durante la residencia esté incluida la rotación en salud mental. Necesitamos tener una guía que pueda tener todos los datos para saber qué tenemos que preguntar y cómo hacer las entrevistas clínicas. Así podemos detectar antes los casos y obviamente derivarlos.

Día del pediatra

Imagen de parte del manifiesto del día del Pediatra AEP

Y luego lo que necesitamos es coordinación y mayor seguimiento, tiempo y recursos para que todos los implicados podamos reunirnos y ver cómo hacer caso por caso.

P: Con respecto a los protocolos de salud mental en pediatría, ¿qué tendrían que abarcar?

R: Para esto, lo que pedimos es que el abordaje de salud mental sea desde pediatría. Sí que existe el plan de salud mental, pero es general. Lo que pedimos es un plan estructurado dentro de nuestros programas del niño sano. Hay una serie de cuestionarios validados para determinadas patologías, indicar a los profesionales cómo hacer la entrevista, qué preguntas hacer y cómo tienen que ser los entornos.

Es un cambio en su conducta, los niños de repente están más irascibles o no quiere salir de su cuarto o directamente solo quieren estar delante de de un ordenador

P: ¿Cómo las familias pueden detectar que sus hijos están sufriendo algún problema de salud mental?

R: Viendo cambios. Antes iban contentos al colegio y con amigos y ahora ya no juegan con sus iguales, empiezan a decir que ya no quieren ir al colegio, el rendimiento escolar baja. Por ejemplo, con los trastornos de conducta alimentaria, de repente no quieren comer en familia, se levantan muy rápido después de comer, empiezan a utilizar ropa más ancha, etc.

Lo primero es hablar con ese menor. Si un padre o una madre ve que está pasando algo. Lo primero es preguntarle para saber que está sucediendo.

Cuando se hacen autolesiones, no quieren estar en bañador, ni estar en ropa corta con sus padres. Empiezan también a ponerse capas de ropa para que no se les pueda ver. Es un cambio en su conducta, los niños de repente están más irascibles o no quieren salir de su cuarto o directamente solo quieren estar delante de un ordenador. Son esos cambios en el día a día que, cuanto antes lo sepamos, antes podemos ver por qué están sucediendo.

P: ¿Qué herramientas pueden utilizar los padres para ayudar a sus hijos?

R: Lo primero es hablar con ese menor. Si un padre o una madre ve que está pasando algo. Lo primero es preguntarle para saber qué está sucediendo. Tienen que venir al pediatra o a su médico de familia para ver si necesita derivación a salud mental o un seguimiento con nosotros y sabiendo lo que les pasa.

P: ¿Qué consejos le darías a unos padres cuyo hijo/a tiene problemas de salud mental?

R: Yo lo que les diría es que estén presentes, que les ofrezcan siempre la confianza para que ese menor vaya a ellos y que recurra ante cualquier situación que les esté haciendo sufrir, y que los padres cuenten con el resto de profesionales que estamos para ayudar a los menores.